1. ¿Está España preparada para para cumplir con los retos del Horizonte 2030?
Sí está preparada a nivel técnico. De hecho, uno de los principales objetivos fijados en el Horizonte 2030 es el de aumentar el suministro procedente de energías renovables hasta el 27% y ya nos encontramos en determinados picos en torno al 25%. Sin embargo, hace falta una normativa para completar de manera sostenible en el tiempo ese mix energético y, para ello, es indispensable una acción coordinada de la sociedad, entendida en su aspecto global como industria, transporte, agricultura y ciudadano para llegar a la meta de 2030.
2. ¿Qué papel juega la tecnología en conseguir instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
A día de hoy podemos decir que la tecnología es el driver de la eficiencia energética en la mayoría de campos. De hecho, sólo desde el punto de vista del ciudadano podríamos señalar tres ámbitos con un gran recorrido.
En primer lugar, la tecnología nos ayuda a conocer los hábitos de consumo del ciudadano, a partir de los que se obtiene un mapa energético eficiente de nuestro día a día. A esto hay que unir un segundo elemento, que es la modalidad de energía bajo demanda tanto en los hogares como en la industria, fundamental para ese uso eficiente que perseguimos. Y, por último, nos permite trasladar los avances realizados en la gestión urbana a través de la Smart City y las redes IoT al conocido como Smart Building dentro de la vivienda a través de la instalación de sensores.
3. Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?
Sin duda, la Administración está marcando el camino de la digitalización y, por tanto, del uso eficiente de la energía a través de la gestión de fondos públicos. Las instituciones, al fijar los objetivos y condiciones de sus programas de financiación, están impulsando la iniciativa en estos campos tanto del sector privado, como del ciudadano.
4. ¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial (energético)?
El reto fundamental es acelerar la implantación de soluciones técnicas para adaptarlas al ritmo de la evolución actual de la sociedad, garantizando en todo momento la seguridad y confidencialidad de la información. En general, debemos trabajar para conseguir un sistema energético que sea seguro, competitivo, comprometido con el medioambiente y a la medida de las necesidades de las personas.
Es aquí donde se hace patente que las administraciones -en todos sus niveles-, las empresas –tanto públicas como privadas- y los ciudadanos debemos ir de la mano en todo momento para crear el modelo de energía que queremos en fututo, ya que, de alguna manera, todos jugamos un papel fundamental en el ciclo energético, como demandantes, proveedores, reguladores, administradores, inversores…
5. ¿Cuáles son las acciones más relevantes en materia de Eficiencia Energética que deben desarrollar las empresas del sector? ¿Qué papel tienen las TIC y la innovación? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Las acciones más relevantes que el sector debe desarrollar en los próximos años son la de estudiar, diseñar e implementar de manera coordinada diferentes actuaciones en busca de la eficiencia energética en la gestión urbana y la agrícola. Además, a esto hay que unir un nuevo elemento que ha entrado a formar parte de este gran objetivo sostenible, como es la certificación de energía verde, acorde a las nuevas exigencias del ciudadano sobre la procedencia de la energía utilizada.