¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas industriales españolas en materia de eficiencia energética?
En la industria española observamos dos niveles de concienciación y madurez en la adopción de modelos de eficiencia energética. En los sectores con un mayor peso del consumo energético (por ejemplo, Alimentación, Bebidas, Papel…) es común encontrar soluciones de monitorización y optimización, así como certificaciones energéticas. Estos sectores se enfrentan ahora al reto de implantar modelos de optimización dinámica del consumo para profundizar en las mejoras obtenidas tras esta primera fase de monitorización.
En otros mercados, en los que el peso del consumo energético sobre el total de costes es menor (por ejemplo, Automoción o Farma) no está tan asentada la percepción de valor de la eficiencia energética. Estas empresas están descubriendo gradualmente la gran oportunidad que existe en la racionalización del consumo energético para generar ahorros a corto plazo, y por ello están empezando a abordar proyectos tecnológicos relacionados con la auditoría y monitorización energética.
¿Qué papel juega la tecnología en conseguir industrias más eficientes energéticamente hablando?
La revolución digital y el abaratamiento drástico de la tecnología están democratizando la adopción de soluciones de eficiencia energética. Ahora es posible desplegar de manera ágil y económica sensores y soluciones que permiten controlar en tiempo real el consumo energético de las plantas industriales, definir alarmas y reglas de actuación temprana.
A la vez que se simplifica el despliegue de estas soluciones, se está sentando la base (generación de big data) para desarrollar modelos de analítica avanzada que permiten optimizar de manera dinámica y en tiempo real el consumo energético de etapas o máquinas de la línea de producción.
Por ejemplo, en Minsait hemos implantando en empresas de Automoción nuestra solución de Scheduling que, mediante algoritmos genéticos, permite optimizar la secuencia de programación de hornos de inyección metálica, cumpliendo todas las restricciones (rutas, set up, disponibilidades…), optimizando todos costes (energéticos, de mano de obra…), disminuyendo ocho veces el tiempo de programación y generando eficiencias del 5-15%.
¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico para responder a los desafíos planteados?
Los proveedores tecnológicos debemos dar respuesta a los dos niveles de madurez observados. En las empresas con una base de eficiencia consolidada se trata de definir modelos analíticos de eficiencia energética en activos críticos (propuesta dinámica de patrones de consumo óptimo) que se adapten de manera flexible a diversos tipos de activos o fabricantes (mediante un entrenamiento rápido de los modelos,) y que ofrezcan un resultado cuantificable a corto plazo. En estas compañías se trata también de explorar las oportunidades relacionadas con modelos avanzados de generación y consumo (prosumición)
En los sectores menos maduros, el desafío es desplegar de manera masiva y económica soluciones de monitorización y optimización energética, cubriendo tanto la parte software como una conectividad ágil de toda la sensórica necesaria.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
La aproximación depende de la visión y punto de partida digital de cada empresa. Minsait plantea dos posibles aproximaciones
- Plan de Transformación Digital: diagnóstico, identificación de oportunidades, cuantificación y planificación del roadmap hacia una empresa digital, cubriendo todos los ámbitos del negocio, solo la parte de operaciones o el ámbito energético.
- Proyectos enfocados a impacto: iniciativas tecnológicas de eficiencia energética que respondan a retos operacionales concretos de cada proceso o sector (p.e. modelo analítico de optimización del consumo en la secuenciación de un proceso de laminado de bobinas de acero).
El grado de madurez y el impulso digital de cada compañía marcarán las prioridades y velocidad de este proceso de transformación. Sin embargo, la revolución digital no es una opción, las compañías deben tomar hoy posiciones en la Industria 4.0 para asegurar su competitividad en un entorno complejo y con un cambio acelerado.