¿Considera que la «Transformación Digital» ofrece nuevas oportunidades para la Sostenibilidad y consecución de los ODS? ¿Las organizaciones están incorporando la tecnología en sus estrategias corporativas? ¿y con la finalidad de mejorar la sostenibilidad?
Sin duda, la transformación digital ofrece nuevas oportunidades en España -y no sólo en España- para alcanzar estos objetivos. Las nuevas tecnologías nos van a permitir una mayor interconectividad entre equipos; nuevos modelos de negocio; nuevas fórmulas de financiación o incluso abordar problemas complejos que antes simplemente ni siquiera estaban encima de la mesa.
¿Está España preparada para para cumplir con los retos del Horizonte 2030?
Se trata de un reto complejo y ambicioso, pero sólo desde esa perspectiva desafiante conseguiremos lograr el cambio que la solución demanda. Y, para ello, hacen falta todos los actores: las administraciones públicas, las empresas y la sociedad en su conjunto.
¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios / instituciones / ciudades / industrias / centros de datos más eficientes, energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
El papel es fundamental. Alcanzar altos niveles de eficiencia energética no sólo requiere de equipos más eficientes, sino de un mejor control tecnológico de los mismos, de manera que estos funcionen siguiendo estándares diseñados para consumir menos energía. Mejorar en la monitorización y el control de los sistemas resulta clave para alcanzar los objetivos marcados.
Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?
Yo creo que todos los actores juegan un papel relevante y, posiblemente, todos sean clave. Es indudable que los cambios regulatorios que estamos viendo en los últimos meses están siendo impulsores de la revolución energética actual; pero sería inútil si las empresas tecnológicas y fabricantes no pusieran a sus equipos de innovación y desarrollo a trabajar; e igualmente es necesario que se despliegue la infraestructura de comunicación que soporte estos equipos. Por último, los clientes han de ver que sus procesos, de esta manera, se vuelven más eficientes y, por lo tanto, más competitivos. Todos los actores son importantes.
Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas sector industrial. ¿Se han marcado una Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética?
Seguro que sí. En el escenario actual de competencia, requisitos normativos y presión de la sociedad, la eficiencia energética juega un papel central para cualquier empresa. Si bien es cierto que el sector industrial ha estado de manera histórica más concienciado en implantar mejoras de eficiencia energética que el sector terciario, no es menos cierto que todavía queda mucho por hacer. En ese sentido, contar con un Plan detallado, no sólo para fomentar la eficiencia energética, sino para descarbonizar los procesos, resulta clave para ordenar qué proyectos acometer cada año, movilizando recursos y tecnologías.
¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?
Yo creo que el momento clave para la transición energética ya ha tenido lugar. Ahora no hay excusa, pues tenemos los objetivos y la tecnología y parece que, también, los recursos económicos y humanos. Existen algunos flecos pero ya hay una inercia imparable en el fomento de las energías renovables o de la eficiencia energética. Simplemente las empresas han de acabar de tomar consciencia de que, o se suben al carro, o en unos años simplemente dejarán de ser parte del mercado.
Por supuesto, las empresas tradicionales en el ámbito energético se están convirtiendo en actores protagonistas, no sólo actuando sobre la generación sino también sobre la demanda y la gestión de la energía, entrando en nuevos mercados para ellos y en nuevos modelos para afrontar los proyectos. Casi todas han sabido leer de manera correcta el futuro, y la que más y la que menos, ya se han posicionado o se están posicionando.
El principal foco de interés de los Smart Buildings es la eficiencia energética. ¿Qué aporta la tecnología en este sentido?
Desde mi punto de vista, aporta 3 grandes cosas: por un lado, proporciona la información necesaria para poder tomar acciones. Es decir, gran cantidad de datos. En segundo lugar, aporta la capacidad de analizar todos esos datos, haciendo visibles problemas que antes no éramos capaces de imaginar. Y, por último, proporciona herramientas de control de equipos en un sistema más interconectado donde los mismos hablan entre sí.
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Depende del sector de actividad y del peso que la energía tenga en su estructura de costes. En empresas donde el consumo energético es muy elevado y la energía está entre los 3 o 4 primeros costes, la eficiencia energética está en su ADN. En empresas donde el peso de los costes lo ocupan otras partidas, la eficiencia energética tiene un gran recorrido.
Sin embargo, esto no es el único factor. Hay empresas que han tendido más sensibilidad hacia la eficiencia energética debido a su cercanía a la innovación, mientras que hay sectores más tradicionales tecnológicamente, o donde sus clientes les han exigido menos en cuanto a su huella de carbono. La pyme española está más atrasada en la materia que las grandes empresas.
En general, si bien el nivel no es como hace 10 años, todavía queda mucho recorrido, y más, con la irrupción de nuevas tecnologías.
¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial?
El sector tecnológico se enfrenta a no dejar de competir e innovar, pero a precios competitivos que permitan implementar tecnologías de fomento de la eficiencia energética en las empresas con la actual estructura de costes. Por su parte, el sector industrial debe de estar atento a cuáles son esas tecnologías y los nuevos modelos de negocio como la externalización “as a service” con el fin de no perder competitividad en un mercado global y altamente competitivo.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
Lo primero es conocer muy bien qué es lo que está ocurriendo en las instalaciones a nivel energético. Y para ello la tecnología es clave; juega un papel muy importante analizando la gran cantidad de datos que los nuevos sistemas son capaces de generar. Y, sobre ello y en tercer lugar, la tecnología será una herramienta muy útil conectando sistemas y elementos generadores y consumidores para que hagan lo que se suponen que han de hacer, pero de manera más eficiente.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Desde ENGIE desarrollamos proyectos innovadores en el ámbito energético como el sistema de aprovechamiento de calor residual en las instalaciones de Mahou y Verallia. En este caso, la tecnología ha jugado un papel claro controlando el proceso de manera eficiente. Otro ejemplo es el proyecto de despliegue de una herramienta de control y gestión energética para la cadena de supermercados Lupa. Esta pequeña muestra entre las decenas de proyectos desarrollados son un buen ejemplo de cómo eficiencia energética y tecnologías de la información son inseparables.
¿Qué valoración tienen los indicadores de eficiencia energética/sostenibilidad en la definición de vuestros proyectos tecnológicos?
Elevados, como no puede ser de otra manera. Desde ENGIE, no pocos son los proyectos donde lograr unos elevados estándares de eficiencia energética son claves en el modelo de negocio y, por lo tanto, en los resultados económicos que arroja un proyecto determinado.
¿Cuál ha sido su papel en este ámbito? ¿En su organización hay más implicados en estos temas (CIO, COO, CEO,…)?
Como Responsable de Soluciones Energéticas Bajas en Carbono, mi implicación es total en este tipo de proyectos. Pero efectivamente no soy el único. En ENGIE contamos con una Estrategia 100% alineada con el fomento de la eficiencia energética y la descarbonización en proyectos donde diseñamos, construimos, financiamos, mantenemos y operamos dichos activos. Y para que eso pueda llevarse a cabo es necesario que toda la organización, desde nuestra CEO hasta el último técnico hablen el mismo lenguaje.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Yo creo que España está llamada a seguir jugando un papel protagonista en la transición energética. Para ello, sus empresas deben de seguir invirtiendo en innovación en energías renovables y no perder la posición privilegiada que siempre ha tenido en energía solar y eólica. Además, debe haber una apuesta decidida por seguir promoviendo la innovación en sistemas de control y gestión de la demanda de redes y microrredes y por supuesto no perder el tren del hidrógeno verde. La inversión en innovación será clave para recuperar el retraso existente en gas renovable a través del biogás, fomentando de manera definitiva las garantías de origen de este último. Y tampoco debería desaprovechar las oportunidades existentes para el fomento de la industria del almacenamiento, las baterías y la recarga del vehículo eléctrico con todo lo que ello supone.
Los Fondos Europeos son una gran oportunidad para desarrollar todo eso y más, materializando en proyectos singulares e innovadores que aprovechen nuestra localización geográfica, nuestras redes de transporte eléctrico y de gas, así como nuestros recursos energéticos renovables.