Papel de la tecnología en la búsqueda de la eficiencia y tendencias
La tecnología es, sin ninguna duda, uno de los principales elementos tractores de la sociedad actual y las posibilidades que brindan los resultados de su evolución son tales que, nada más habituarnos a ellos, parece como si siempre hubiesen estado ahí y de muy difícil marcha atrás. Lo que ocurre es que, si bien la tecnología contiene en sí misma numerosos recursos para optimizar los consumos y con ello la demanda, sus estructuras básicas requieren unos mínimos que, al menos de momento, siguen siendo muy altos.
Existe, por tanto, una triple línea de actuación. La primera, por el lado del fabricante de los equipos, posibilitando mejoras continuas en la ratio entre trabajo útil y energía incidente. La segunda, por el lado del usuario final, continuando con la reducción en la demanda a base de optimizar la utilización de los equipos anteriores y de sus elementos en la infraestructura de apoyo. Por último, por el lado de la generación, transporte y distribución de la energía, haciendo que su naturaleza se adecúe cada vez más a los compromisos medioambientales que, inexorablemente, debemos afrontar como sociedad
¿Cómo se plantea la eficiencia en un entorno específico de misión crítica?
Un entorno de misión crítica, una de cuyas máximas expresiones la tenemos en los data centers, tiene una primera e incuestionable exigencia. La continuidad del servicio para cuya consecución, a veces, hay que recurrir a soluciones que pueden afectar negativamente a la eficiencia, tanto en términos de energía consumida como de energía contenida. Asimismo, en muchos de estos entornos, la adopción generalizada de las últimas tecnologías queda algo retrasada en el tiempo, en tanto no demuestren, de manera fehaciente y prolongada, que se encuentran en los niveles de fiabilidad esperados para un ambiente crítico.
Salvando lo anterior, la eficiencia debe ser compatible con las garantías de continuidad, y en ese sentido estamos marcando los objetivos.
¿Nos encontramos realmente en un tiempo de transición?
Es muy habitual escuchar cómo se asocian determinadas épocas históricas con situaciones de transición, pero lo cierto en que la transición, si es que podemos llamarla así, es permanente. El ritmo de evolución de la tecnología es de tal magnitud que no existe otra oportunidad. Y no para; o acompañas ese ritmo o pierdes el compás
¿Cuál es el papel de las renovables?
El papel de las renovables es esencial en la búsqueda del cumplimiento de los objetivos marcados, tanto en lo que respecta al primer hito de reducción de emisiones del 20% en 2030, como a la meta del 90% en 2050.
No obstante, su aplicación a entornos de demanda permanente encuentra un problema en la naturaleza intermitente de ciertos modelos de este tipo de generación. Para ello, el desarrollo de las tecnologías de almacenamiento se antoja imprescindible.
¿Cuáles los retos para la tecnología?
Son muchos los retos que se plantean en el horizonte más próximo y que la tecnología tiene que afrontar, pero los podríamos resumir en tres grandes bloques.
El correspondiente al mantenimiento en el ritmo de crecimiento en el grado de integración de los componentes (o densidad lógica) que en los últimos años ha disminuido ya que se está encontrando con la barrera de los propios límites de la materia.
El segundo con la permanente búsqueda de otros sistemas básicos de computación que puedan sustituir al actual.
El tercero se centra en términos de energía, con el objeto de encontrar cómo afrontar el inminente paso a la exaescala sin que ello conlleve una demanda monstruosa de energía