¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios / instituciones / ciudades / industrias / centros de datos sean más eficientes energéticamente hablando?
¿Cuáles considera que son las tendencias más relevantes en este ámbito?
Las actuales tecnologías proporcionan el soporte necesario para avanzar rápidamente hacia una mejora en la eficiencia energética de las ciudades, empresas, industrias y edificios. Facilitan la migración hacia el nuevo concepto de prosumidores (consumidores y productores), dan a los consumidores un rol más activo en la gestión de la energía, pudiendo adecuar la demanda en cada instante; permiten la integración de las energías renovables, la creación de micro o nano redes eléctricas inteligentes y, por último, optimizan la gestión del almacenamiento de la energía.
Entre las tendencias más relevantes relacionadas con la eficiencia energética, sobre todo en el ámbito urbano, se encuentra la implantación de microrredes que permitan abordar de manera conjunta la generación distribuida, fundamentalmente fotovoltaica, y el despliegue de la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por la UAH considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC?
La realización de estudios y planes de acción medioambientales ha sido una constante en la política de la UAH, incluidos los relacionados con la eficiencia energética: puntos de recarga de vehículos eléctricos, protocolo sobre ahorro energético y despliegue de instalaciones de autoconsumo, entre otros.
En lo relativo a investigación, en la actualidad estamos desarrollando varios proyectos. Uno de ellos pretende aunar el desarrollo avanzado de electrónica para paneles solares, con los drones, para la supervisión y mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas. Es un proyecto sinérgico que realizamos con la UPM, que nos aportan el conocimiento en la gestión de flotas de drones y el uso avanzado de técnicas de visión artificial.
En otros proyectos estamos diseñando y desarrollando un sistema inteligente de gestión de redes eléctricas de ámbito residencial o comercial (nanoredes) con autoconsumo solar y mini-eólica, incluyendo dispositivos IoT para medir y controlar distintas cargas. Esta nanored puede agruparse con otras para constituir comunidades energéticas, que se gestionan empleando la tecnología blockchain para hacer posible el empleo de contratos inteligentes y la inmutabilidad de los registros de intercambios energéticos entre los participantes.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Históricamente se ha sabido que España tenía una gran oportunidad con las energías renovables, en particular con la energía solar, pero hasta nuestros días no ha sido posible encontrar un punto de encuentro entre el interés social, las prioridades políticas, la legislación y los costes de producción. Creo que ha llegado el momento de que España lidere la reconversión masiva a las energías renovables, tanto para la producción de electricidad como para otros usos (en especial el transporte o la exportación de energía), integrando para ello soluciones de almacenamiento, básicamente baterías e hidrógeno ‘verde,’ y la aplicación intensiva de las TICs para la gestión inteligente de la generación, el almacenamiento y la demanda.