Entrevista
29 noviembre 2019

Entrevista a Guillermo del Campo Jiménez Director del Grupo de Eficiencia Energética e Internet de las Cosas del CeDint

¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios/instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?

La tecnología juega un papel fundamental, dado que posibilita la implementación de soluciones para aumentar la eficiencia de las infraestructuras. Estas soluciones se basan principalmente en la integración cohesionada de cuatro tendencias: el IoT, que permite el acceso a Internet de cualquier elemento, generando una gran cantidad de datos; el Big Data, que define la infraestructura IT necesaria para gestionar estas grandes cantidades de datos; la Inteligencia Artificial, que posibilita el análisis, extracción de información y el control automático;  y la Realidad Virtual/Realidad Aumentada, que proporciona entornos inmersivos para mejorar la interacción de los usuarios.

Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?

En mi opinión, la adopción de estas tecnologías está principalmente impulsada por los proveedores de tecnologías, bien empresas o entidades de investigación. Sin embargo, tal vez, este impulso no se esté dirigiendo en la dirección adecuada, y no se está transmitiendo con éxito, tanto a las empresas usuarias como a las administraciones, los beneficios potenciales de su utilización.

¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?

En principio, deberían jugar un papel fundamental, adaptándose a las nuevas tendencias en todos los segmentos, desde la producción de energética, que debería basarse completamente en fuentes renovables, y más en un país como España; hasta la implementación de nuevos servicios al usuario final, como la gestión activa de la demanda, que posibilitaría la optimización de la curva de demanda energética. Por último, deberían renovar su modelo de negocio para permite la cogeneración energética por parte de los usuarios finales, anticipándose a la legislación futura en la materia.

El principal foco de interés de los Smart Buildings es la eficiencia energética. ¿Qué aporta la tecnología en este sentido?

En primer lugar, por medio del IoT y el análisis de datos, se puede conocer el comportamiento energético de un edificio de forma detallada, facilitando propuesta de mejoras para aumentar su eficiencia. Por otro lado, combinando diversas fuentes de datos (sensores de parámetros ambientales y consumo, controladores de encendido y apagado, monitores de actividad y localización, etc.) y técnicas de Inteligencia Artificial, se pueden implementar soluciones de gestión automática de los diferentes sistemas del edificio, como la climatización o la iluminación, optimizando el comportamiento energético a la vez que manteniendo las condiciones de confort.

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Guillermo del Campo Jiménez
CeDint
Director del Grupo de Eficiencia Energética e Internet de las Cosas