La Universidad Complutense de Madrid mantiene un compromiso firme de lucha contra el cambio climático. Este compromiso se materializa en un vicerrectorado dedicado a la tecnología y la sostenibilidad con el objetivo de hacer de la UCM, la universidad presencial más grande de España, una universidad más eficiente.
Esta misión comenzó en 2019 y gracias a proyectos sencillos, pero económicamente sostenibles y escalables, mezclados con otros más ambiciosos, como la instalación de placas solares, se ha conseguido dar un salto cualitativo.
Toda la electricidad de la UCM es certificada renovable en origen gracias al consorcio de compra de energía del CSUC al que pertenece desde 2015. Ahora da un paso importante hacia el auto-consumo con la instalación de más de 2.600 placas que generarán más de un 1.5GWh al año, el inicio de un plan más ambicioso para llegar a los más de cien edificios de la universidad.
En eficiencia, ha sido clave la digitalización de los consumos de electricidad y control de la temperatura/humedad de forma remota usando soluciones propias, pero no sólo. Una política energética humilde que capitaliza estas soluciones ha permitido reducir megavatios-hora cada mes desde que comenzaron estos trabajos. La política energética está conformada por medidas sencillas, como la de que una noche de día laborable tenga el mismo consumo que una noche de día festivo.
Estas acciones y otras difíciles de resumir aquí, como la renovación de la central térmica, han hecho de la UCM una de las universidades más sostenibles del mundo en todos los ranking de sostenibilidad, y la única española en el top 50 del ranking internacional UI GreenMetric.
Nada hubiera sido posible sin la implicación y compromiso de las unidades, servicios y facultades de la UCM. Ellos son los auténticos protagonistas y responsables de los logros.