¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios / instituciones / ciudades / industrias / centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito? La tecnología es fundamental como un catalizador y un acelerador de la puesta en marcha de iniciativas orientadas a conseguir una mayor eficiencia energética, en general en toda la sociedad. Así mismo, facilita la monitorización, la medición y la generación de indicadores que permitan demostrar (incluso desde el punto de vista de la empresa privada) la mejora competitiva de implantar procesos productivos orientados a la mejora de la eficiencia energética, sin hablar, por supuesto de la reputación social corporativa.
A nosotros como administración pública, más allá de los resultados en ahorro y eficiencia energética, los propios empleados públicos y sobre todo la ciudadanía nos demandan la puesta en marcha de iniciativas orientadas a la reducción de la huella de carbono.
Desde el punto de vista de esta Dirección General, las principales tendencias sobre todo en el ámbito público son:
- Implantación de la administración electrónica no sólo para convertir el canal telemático en el preferido de la ciudadanía para reducir desplazamientos innecesarios pero también por la reducción de la huella de carbono que dichos desplazamientos implican
- Utilización de blockchain para la trazabilidad de residuos
- Plataformas de datos abiertos en sector productivos como el agroalimentario para aprovechar al máximo la producción y optimizar la cadena de valor
- Modelización de gemelos digitales aplicados a la monitorización de emisión de CO2 e implantación de escenarios a nivel regional
- Plataforma de transporte público inteligente basado en la demanda y con el objetivo de optimizar las rutas.
¿Cuál ha sido su papel en este ámbito? ¿En su organización hay más implicados en estos temas (CIO, COO, CEO…)?
Como Director General de Administración Digital mi máxima responsabilidad es la aplicación de la tecnología a todas las Consejerías y Órganos Gestores del Gobierno Regional.
En el caso concreto del desarrollo sostenible, nuestra misión como equipo ha sido el buscar la aplicabilidad de la tecnología para cumplir los objetivos marcados por la Consejería de Desarrollo Sostenible, cumpliendo así mismo los objetivos marcados por la Agenda 2030.
En este sentido, como siempre, es necesario la colaboración entre una Dirección General de índole tecnológica con los equipos especialmente de la Dirección General de Economía Circular que aporta, en este caso, el conocimiento funcional, así como la definición de objetivos y timing.
¿Considera que ha mejorado la posición competitiva de su organización con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Esta me parece una pregunta muy interesante para responder desde el ámbito público. Cuando hablamos de posición competitiva, es obvio que aplica directamente al ámbito público, pero sí tiene una aplicación directa desde el punto de vista de calidad y precepción de los servicios públicos prestados.
Es evidente que, como prestadores de servicios públicos, dichos servicios deben ser prestados teniendo en cuenta las demandas que la ciudadanía hacen y esperan de un gobierno regional como el nuestro.
En este sentido es muy relevante explicar a la ciudadanía la reducción de la huella de carbono que implica la implantación de la administración electrónica (a la vez que una mejora evidente del servicio), es decir, el impacto que desde el punto de vista de una nueva economía verde tiene las decisiones que como Gobierno tomamos y cómo la tecnología ayuda tanto a la implantación de dichas políticas como a su vez a explicarlas y hacerlas transparentes a la ciudadanía.
Así mismo, debido al carácter de eficacia y eficiencia de los recursos de la propia administración, es muy importante todas las decisiones que desde el punto de vista de impacto en eficiencia energética tomamos como gobierno (flota de vehículos, edificios públicos, CPDs corporativos, trazabilidad de residuos, etc).
Por otro lado, desde el Gobierno Regional somos conscientes de la capacidad tractora y de liderazgo que tenemos para apoyar la innovación y la creación de empresas alrededor de un nuevo modelo económico mucho más sostenible y circular como contraposición a un modelo lineal.
Como ejemplo pondría la iniciativa abanderada por el Gobierno Regional del cluster del hidrógeno en Puertollano, ciudad y sociedad que ha cambiado radicalmente su modelo productivo, de especialización y empleabilidad.
¿Qué valoración tienen los indicadores de eficiencia energética/sostenibilidad en la definición de vuestros proyectos tecnológicos?
Para nosotros tiene una relevancia absoluta. Tanto es así, que incluso valoramos indicadores de sostenibilidad en los propios pliegos de prescripciones. Un ejemplo claro es el consumo energético de los elementos tecnológicos que componen nuestro CPD, la vida útil demostrada de los diferentes componentes tecnológicos, así como las políticas de reciclaje y reutilización de componentes que tienen las diferentes empresas del sector.
Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha apostamos claramente por afrontar los retos que el cambio climático, la sostenibilidad y el desarrollo de un nuevo modelo basado en una economía circular desde la colaboración entre instituciones y fundamentalmente incentivando la colaboración público-privada.
En nuestro caso, con una visión pública, los que están impulsando y en algunos casos nos están exigiendo este cambio de modelo es la propia ciudadanía.
Esta ciudadanía y esta sociedad no sólo nos pide que implantemos nuevos servicios más adaptados a sus necesidades, que ofrezcamos los mismos servicios a toda la ciudadanía independientemente de condicionantes sociales, económicos y demográficos, sino que lo hagamos cumpliendo las nuevas demandas y necesidades de sostenibilidad que como sociedad estamos obligados a afrontar y cumplir.
En cuanto a las barreras, me gustaría más hablar de retos. El principal reto es ser conscientes de la necesidad colaboración entre organización públicas y privadas y que la implantación de tecnología es un acelerador innato de las políticas relacionadas con la sostenibilidad.
Es necesario demostrar a los diferentes stakeholders que una empresa y/o un sector que apuesta por la sostenibilidad es mucho más competitivo que otra que no lo hace, ahí es donde la tecnología juega un papel fundamental incluso desde el punto de vista de la transparencia y como elemento democratizador del conocimiento.