¿A qué nos referimos cuando hablamos de redes eléctricas inteligentes?
Básicamente se trata del despliegue de tecnologías «inteligentes», es decir, tecnologías interactivas, automatizadas, que trabajan en tiempo real y que optimizan el funcionamiento físico de los dispositivos. Están integradas en las redes para llevar a cabo acciones de medición, monitorización del estado de red, así como comunicaciones relativas a las operaciones. Esto permite tener una visión más completa, incluido el factor “localización”, de las necesidades reales del consumidor para adecuar la generación a la demanda de forma mucho más eficiente y sostenible.
¿A qué ámbitos afecta la modernización de las redes eléctricas y en qué sentido lo hacen?
En primer lugar, esta modernización permite el ahorro de energía mediante la reducción del consumo debido a la posibilidad de adecuar la generación de la energía a las necesidades reales de los hogares y empresas. Por otro lado, es importante destacar la mejora sustancial en la información que se facilita al cliente, con la consecuente mejora en el servicio de atención. Por último, y a nivel técnico, ayuda a que las Utilities tengan un conocimiento muy preciso y actualizado sobre sus activos e infraestructuras, prácticamente en tiempo real, para poder actuar en caso de necesidad. Con todos estos datos, más los procedentes de sensores instalados en las redes, pueden llevar a cabo análisis predictivos o simulaciones que permiten, en muchos casos, adelantarse a los potenciales problemas que puedan surgir durante la operación y tomar mejores decisiones.
¿Qué papel juega el GIS en esta forma modernización?
La modernización de la red depende en gran medida de una comprensión integral de los aspectos físicos de la red, siendo imprescindible conocer y comprender su comportamiento y vulnerabilidades. La tecnología GIS proporciona los medios para modelar la red en detalle, poniendo, así como a futuro y también histórico, a disposición de la compañía el conocimiento integral de su red en tiempo real mediante la incorporación de servicios web, como datos meteorológicos, de incendios o la ubicación de las brigadas.
El GIS registra todo lo que ocurre en la red y en qué lugar de la red. Pero no solo se centra en la localización de los activos, también permite levantar gemelos digitales de alta fidelidad para integrar otros sistemas corporativos que les permitan, por ejemplo, soportar las necesidades de ADMS; gestión de datos de AMIs; sistemas de gestión de la generación distribuida y sistemas de análisis de red. Podemos por tanto decir que el GIS también es un sistema de IoT.
¿Cuáles son los principales beneficios a corto medio plazo?
La red debe ser resiliente, confiable, segura, asequible, flexible y sostenible. El GIS proporciona la tecnología para ayudar a las eléctricas a comprender cómo evolucionar la red desde su situación actual a un escenario ideal.
Por un lado, el GIS proporciona respuestas a cuestiones relativas a los riesgos en la red; mostrando la relación de los activos entre sí y entendiendo la relación de las redes en su contexto geoespacial.
Además, aprovechando el análisis en tiempo real, las capacidades de machine learning, los grandes datos y el análisis, brinda a las empresas de servicios públicos las respuestas que necesitan para fortalecer la red en las áreas más vulnerables.
Por otro lado, el GIS monitoriza el estado de salud de la red, informando en tiempo real, y a través de un modelo realista, dónde se están produciendo cambios anómalos o incidencias.
Y, sobre todo, puedes realizar todo este trabajo desde cualquier dispositivo; en campo o en oficina; de manera online y offline.
¿Qué compañías nacionales o internacionales están apostando por la modernización de la red eléctrica a través del GIS?
Actualmente y en la práctica me atrevería a decir que todas, con mayor o menor nivel de avance. Está demostrado que en los próximos diez años van a ser una explosión tecnológica para las redes eléctricas, que van a experimentar más cambios que en el último siglo.