¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios, instituciones, ciudades, industrias, centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
La integración de sensores IoT proporcionando datos en tiempo real para optimizar el consumo, plataformas digitales de monitorización y gestión eficiente de los recursos energéticos apoyados en IA para ajustar iluminación, calefacción , optimizar procesos en CPD’s, y centros de trabajo en general, las tecnologías analíticas que permitan el análisis de grandes conjuntos de datos para identificar patrones y tendencias y predecir picos de consumo, optimizar la distribución de energía y mejorar la planificación a largo plazo, son sólo ejemplos de todo lo que se puede poner al alcance de este objetivo.
Combinando con el uso de energías renovables y materiales avanzados y técnicas de construcción energéticamente eficientes en edificios se reduce la necesidad de energía para calefacción, refrigeración e iluminación.
En los centros de datos, siendo el clima el principal aspecto de coste y gasto energético, las tecnologías de enfriamiento por intercambio de calor con el ambiente externo se perfilan como un cambio de paradigma, combinado con la captura y reutilización del calor residual.
¿Considera que ha mejorado la posición competitiva de su organización con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
La mejora en la competitividad que se logra a través de la aplicación de las TIC en todos los sectores productivos está hoy en día fuera de toda duda. Sin embargo la decisión de tener un CPD propio cada vez está mas cuestionada dada la versatilidad, agilidad y economía que proporciona la “opción nube”.
En todo caso es de vital importancia no dejarse llevar por el hype y valorar sosegadamente si verdaderamente ésta consiste en una opción viable, segura y eficiente en coste a largo plazo.
Mismo enfoque en relación a la IA. Según Gartner, para 2030, la IA tiene el potencial de reducir las emisiones globales de CO2e entre un 5% y un 15%, mientras que también podría consumir hasta un 3.5% de la electricidad mundial, equivalente a la energía consumida por un pequeño país europeo.
La tendencia es que el coste de la electricidad, incluyendo la alimentación de equipos y su enfriamiento, supere a los costes de amortización de los equipos y del personal técnico de operación. La eficiencia energética se convierte así en un factor crítico, no solo para la sostenibilidad, sino también para la viabilidad económica de los datacenters.
La competitividad energética lograda a partir de la aplicación de los últimos avances de tecnología para lograr una mayor eficiencia tiene como objetivo final no sólo tener un impacto beneficioso sobre el medio ambiente sino en la cuenta de resultados. La clave está en no perder de vista los objetivos corporativos y no confundir medios con fines, y así aplicar una política energética y tecnológica adecuada y óptima.
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Las empresas españolas están cada vez más comprometidas con la eficiencia energética y la sostenibilidad, moviéndose hacia un modelo de desarrollo más sostenible y de descarbonización, incluyendo una transición hacia energías renovables.
El conflicto surge debido a la baja productividad en general y la actual situación económica, en las que la volatilidad de precios de la energía hace difícil justificar las inversiones necesarias en equipamiento y tecnología para pasar a nuevas situaciones de mayor eficiencia energética y de costes. Se sabe lo que se puede hacer aunque las cuentas de resultados no siempre lo hacen viable.
Las organizaciones deben adaptar sus estrategias energéticas y utilización de las tecnologías energéticas para mitigar los riesgos derivados de la volatilidad del mercado energético y de la disponibilidad de fuentes, apelando a innovación y diversificación.