¿Esta España preparada para para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030-2050? ¿Qué papel juega la tecnología para conseguir que instituciones, ciudades, industrias, centros de datos, infraestructuras tecnológicas… mejoren su eficiencia energética? ¿Cuáles considera son las tendencias más relevantes en este ámbito? ¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC/Tecnologías? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
España está en un proceso ambicioso de transición energética que va a requerir unos esfuerzos considerables a la sociedad.
La transición atiende al cumplimiento de tres objetivos complementarios: la descarbonización, sustituyendo las tecnologías fósiles por renovables; la democratización/descentralización del sector de la electricidad, sustituyendo el modelo antiguo basado en grandes centrales situadas lejos de los centros de consumo, por numerosas instalaciones pequeñas localizadas en las redes de distribución, con una mayor participación de los consumidores activos en la forma de consumir/autoproducir la electricidad; y la digitalización de los procesos, para permitir una adecuado funcionamiento de un sistema que pasa de estar sustentado en pocas instalaciones de producción de gran tamaño a millares o millones de instalaciones de producción/consumo que se adaptan a las necesidades del sistema de forma instantánea y dinámica.
Dentro de este proceso las tecnologías de la información y comunicaciones juegan un papel fundamental, permitiendo la conexión e intercambio de información entre todos estos nuevos elementos activos, su gestión y adaptación del comportamiento de forma dinámica, en función de las señales del mercado.
Aspectos como la transferencia y gestión del dato, la monitorización y observabilidad de las redes de distribución, la gestión activa de las redes, las herramientas de gestión de la energía de los productores y consumidores, los procesos de IA para la gestión de las redes y de los diferentes elementos activos, son todas áreas de desarrollo en los que se espera un gran avance en los próximos años.
Dentro de este proceso, podemos afirmar que España se encuentra en una situación privilegiada para liderar el proceso de transición en la Unión Europea. Las condiciones de sol y viento permiten avanzar rápidamente en la producción de energía renovables y contribuir de manera fundamental a la descarbonización. El interés del ciudadano por la transición y la descarbonización, como se constata por el desarrollo del autoconsumo, demuestra el avance de la descentralización y democratización del sector.
Finalmente, las numerosas empresas tecnológicas existentes, su capacidad y calidad de trabajo y los diferentes proyectos de TIC que se están llevando a cabo por diferentes agentes del sector permiten asegurar la existencia de una capacidad de desarrollo e integración que cubra todas las necesidades TIC que están apareciendo.
En este proceso OMIE está trabajando en una doble vertiente. Por un lado, como empresa, OMIE dispone de planes de sostenibilidad y ahorro energético que cubren todas las acciones en curso para incrementar la eficiencia energética de la empresa y fomentar la electrificación de los procesos, reduciendo las emisiones de carbono.
Por otro, y de manera más relevante, desde su labor como operador del mercado de la electricidad, OMIE está trabajando en la introducción de adaptaciones y mejoras en los mercados de electricidad para promover la actuación de los diferentes agentes y favorecer una adecuada transición energética.
En concreto, el desarrollo y puesta en funcionamiento de mercados locales de flexibilidad es un paso clave en el proceso de transición energética, proporcionando mecanismos de mercado para ayudar a la gestión de las redes de distribución, facilitando una mayor integración de las energías renovables, el desarrollo de mecanismos de flexibilidad y permitiendo al cliente activo beneficiarse de las capacidades de gestión de su consumo/producción de energía.
El proyecto TIC presentado, centrado en el desarrollo de las plataformas tecnológicas para el funcionamiento de estos mercados, supone un reto tecnológico relevante, integrando las necesidades de observabilidad de la red por los distribuidores, las actuaciones de un elevado número de actores y dispositivos localizadas en ellos y los procesos de mercado y fijación de precios de forma dinámica para optimizar la utilización de las redes y minimizar los costes asociados.