¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas (del sector de la distribución de energía) en esa transición energética?
Sin lugar a dudas sí. Las transiciones son por definición momentos de cambio y como tal, generan incertidumbre y la toma de decisiones se hace más compleja pero al mismo tiempo necesaria. En mi opinión ya hemos pasado el umbral de aceptar que el modelo energético tiene que sufrir una transformación absoluta hacia una combinación de energías renovables y almacenamiento energético y ahora toca desarrollarlo.
En este contexto de transformación energética las empresas del sector de la distribución de energía eléctrica juegan un papel clave, porque en las redes descansa el peso de la electrificación de la economía, concepto clave para luchar contra el cambio climático. Las redes son el punto de interconexión de todos los consumidores y generadores eléctricos, con especial relevancia de nuevos perfiles como la generación distribuida y los vehículos eléctricos. Estos nuevos agentes son el máximo exponente de la transformación energética, por lo que implican de impulso a las energías limpias y respetuosas con el medio ambiente en dos sectores claves: eléctrico y movilidad. Se contarán por millones en los próximos años solo en España su número en cada una de ellas. El papel de las redes, como punto neurálgico de interconexión e interrelación entre todos ellos, sin olvidarnos del cliente tradicional que demanda energía para sus necesidades, es fundamental para una operativa fluida y debe evolucionar a partir de la implementación de nuevas tecnologías para adaptarse a un entorno de flujos bidireccionales de energía en un marco exigente, tanto en lo referente a la resiliencia o disponibilidad de la red, a los costes asociados que deben ser los menores posibles y a la calidad del servicio, que debe estar en el máximo posible.
¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?
La tecnología es la base sobre la que soportar las herramientas que permitan la operatividad esperada de la red en este nuevo contexto, en el que la flexibilidad, dinamismo y adaptabilidad son requisitos obligatorios. La evolución tecnológica de las redes es un proceso que no es nuevo, sino que está presente desde hace muchos años, aunque en los últimos ha sufrido una aceleración enorme en línea con las tendencias globales. El despliegue de los contadores inteligentes, realizado por obligación normativa entre los años 2012 y 2018 ha sentado las bases de una Smartgrid, pero hay mucho trabajo por hacer y muchos avances por conseguir en el camino hacia una red gestionada realmente con inteligencia. En mi opinión la integración fluida y eficaz entre los sistemas de explotación principal que tiene una distribuidora, principalmente los sistemas GIS, ADMS, IoT y AMI, es la clave de un avance eficiente, más incluso que el despliegue masivo de sensorización. Como decía un anuncio muy conocido “la potencia sin control no sirve de nada”, y la articulación de esa integración entre sistemas permite aprovechar de la forma más eficiente las funciones de cada uno amplificando y potenciando sus capacidades de manera exponencial.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de Eficiencia Energética? ¿Qué papel han tenido las TIC? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Aunque hay muchas líneas de trabajo y campos de actuación, destacaría en consonancia con lo señalado en el punto anterior, que en EDP Redes España estamos sincronizando y armonizando la operativa de los diferentes sistemas más directamente involucrados en la explotación de la red, para gestionar la vida del activo en toda su extensión: desde la forma que se diseña, implanta, opera y se mantiene.
Esta integración nos permite entre otras mejoras anticiparnos a averías mediante la ciencia del dato, evitando así cortes de suministro e impacto a clientes y costes adicionales de mantenimiento. Al mismo tiempo nos permite gestionar la red de una manera mucho más eficiente, a partir del conocimiento en tiempo real del estado de la misma, de sus capacidades y de las restricciones que puntualmente pueden aparecer y actuar para subsanarlo.
Creemos que para tener una auténtica smartgrid, la clave es gestionar la red de manera inteligente, y poder así hacer frente a los enormes retos y responsabilidad en este contexto de transición energética. Por tanto la clave es incorporar inteligencia y ese es uno de los aspectos más releventes de las TIC. Pero todas las tecnologías están presentes en mayor o menor medida, tanto las telecomunicaciones, sensorización, analítica avanzada del dato, maniobrabilidad, IoT, smartmeters, etc.etc.
Una adecuada sincronización e integración entre todas es la clave del éxito, y creemos que lo estamos haciendo razonablemente bien a tenor de los resultados que estamos consiguiendo en facetas clave como continuidad de suministro, reducción de pérdidas, incorporación de flexibilidad en la gestión de la red, entre otros aspectos.
¿Cuál ha sido su papel en este ámbito? ¿En su organización hay más implicados en estos temas (CIO, COO, CEO…)?
En una empresa del tamaño como EDP Redes España, los resultados reflejan el trabajo hecho en equipo por muchas áreas de la organización. Mi papel como director de Transformación Digital es dinamizar, catalizar y apoyar la incorporación de soluciones digitales que mejoren los procesos.
Es gracias al trabajo coordinado y armonizado de muchas personas correspondientes a equipos diferentes, cuando se consiguen resultados relevantes y para ello contamos con la implicación y apoyo expreso e incondicional de la dirección de la empresa y el soporte del grupo EDP a nivel global.
¿Considera que ha mejorado la posición competitiva de su organización con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Por supuesto que sí y no lo afirmo gratuitamente, sino que muchos indicadores de nuestro Cuadro de Mando se han visto mejorados de manera espectacular en los últimos años por todas estas actuaciones, reflejando además avances reales y significativos en el servicio que como distribuidores entregamos a la Sociedad y que son percibidos por nuestros clientes, principalmente en forma de mejores servicios, menos cortes, mejor atención y mayor disponibilidad de la red.
No podemos olvidarnos que la distribución de energía eléctrica es un sector regulado y que por tanto desarrollamos nuestra actividad con unas reglas dentro de un marco que debemos cumplir rigurosamente y que afectan de manera significativa a la retribución de las inversiones que hacemos y al mismo tiempo los servicios que entregamos. Todo ello es compatible con mejorar nuestro desempeño todo lo que podamos y con ese fin, trabajamos día a día con la intención de que las redes sean el punto de encuentro de suministro y entrega de energía de nuestros clientes, favoreciendo y permitiendo el despliegue masivo de de energías renovables, el de vehículos eléctricos y cualquier tecnología eléctrica. Todos debemos tener claro que la electricidad es el vector energético más eficiente y sostenible, y avanzar en un sistema eléctrico de calidad es la forma más eficaz de permitir el desarrollo pleno de una economía eficiente y sostenible, haciendo frente así a los retos y objetivos que como país hemos asumido en la lucha eficaz contra el cambio climático.