¿Cómo se puede lograr un despliegue de las tecnologías de eficiencia energética y de las energías renovables?
Con la puesta en marcha del Instrumento Europeo de Recuperación («Next Generation EU») tenemos una gran oportunidad para conseguir un mayor despliegue de las tecnologías de eficiencia energética y de las energias renovables. Para España supone unos 140.000 millones de euros en forma de transferencias y préstamos para el periodo 2021-2026.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), traza también una hoja de ruta que permitirá la modernización de la economía española, constituyendo un proyecto de país que requiere de la participación de los agentes económicos y sociales y de la administración pública.
Las actuaciones que se desarrollen dentro del ámbito del Plan incluirán tanto reformas normativas como apoyos públicos para la realización de inversiones en el ámbito energético en todos los sectores consumidores de energía y permitirán realizar un cambio del modelo productivo para la recuperación de la economía tras la pandemia.
¿Qué acciones desarrolladas recientemente por su organización considera más relevantes en materia de eficiencia energética?
Destacaría, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, lo relacionado con la componente 2, denominada “Implementación de la Agenda Urbana española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana”, que está dirigido a promover actuaciones de rehabilitación energética y mejora del parque edificatorio. Cuenta con un presupuesto de 6.820 M€, de los que 1.300 M€ serán gestionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico/IDAE y permitirá, en el ámbito de la rehabilitación energética, incrementar sustancialmente el ritmo de renovación inicialmente previsto del parque edificado.
Hay que recordar que el objetivo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) era realizar actuaciones sobre la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas en el periodo 2021-2030, comenzando con 30.000 viviendas/año en 2021 y finalizando con 300.000 viviendas/año en 2030. Y además conseguir la renovación de las instalaciones térmicas de calefacción y agua caliente sanitaria, tanto centralizadas como individuales, de más de 300.000 viviendas al año.
Para ello, entre los mecanismos de actuación que harían posible la consecución de los objetivos de ahorro energético se encontraba tanto la fiscalidad como los programas de apoyo público, vinculando las ayudas, de estos últimos, al cumplimiento de criterios sociales, la obtención de elevados niveles mejora en la calificación energética y la realización de actuaciones integrales simultáneas sobre la envolvente térmica y las instalaciones térmicas del edificio, con un alto grado de utilización de las energías renovables.
En este sentido, el PRTR ha encomendado al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) la gestión un programa de apoyo público denominado “Programa de regeneración y reto”, dotado con 1.000 M€. Está dirigido a los denominados “municipios de reto demográfico” a los que identifica el Plan como aquellos municipios de hasta 5.000 habitantes y los municipios no urbanos de hasta 20.000 habitantes en los que todas sus entidades singulares de población sean de hasta 5.000 habitantes. En España, hay 6.815 municipios con menos de 5.000 habitantes, que concentran a 5,7 millones de personas, el 12% de la población total, de los que 8 de cada 10 han perdido población en la última década.
Dentro de este “Programa de regeneración y reto demográfico” el IDAE ha convocado dos programas de ayudas. El primero, denominado PREE 5000, está dirigido a la rehabilitación energética de edificios públicos y privados en estos municipios que acometan mejoras de su envolvente térmica, incorporen energía renovable térmica y reformen sus instalaciones de iluminación. El segundo, DUS 5000, está orientado hacia actuaciones en eficiencia energética, energías renovables térmicas y eléctricas tanto en edificios como en infraestructuras energéticas municipales consumidoras de energía y también en movilidad sostenible en ayuntamientos.
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
En general, la eficiencia energética en las empresas se valora desde la óptica de la factura energética y su repercusión sobre el precio final del producto o servicio. De ahí que su importancia a nivel empresarial oscile en función de los precios de la energía en cada momento.
Para las grandes empresas la Directiva de Eficiencia Energética obligó a llevar a cabo una primera auditoría energética a finales de 2015 y luego cada cuatro años. Esto afecta principalmente a las empresas del sector industrial, que es el mayor consumidor de energía de la UE, y representa un tercio del total del consumo de energía final y el 20% de las emisiones de la UE.
La tendencia actual es conseguir que la eficiencia energética esté presente en todo el proceso de toma de decisiones: en el diseño inicial del producto, en su uso y también al finalizar el periodo de vida, teniendo presente su reutilización o reciclado. Es decir, considerar el ciclo de vida del producto y no solo los años en los que el producto se utiliza. Esto implica también tomar en consideración la energía necesaria para la fabricación, el transporte y la utilización, con el fin de minimizar su impacto ambiental.
¿Qué valoración tienen los indicadores de eficiencia energética en la definición de vuestros proyectos tecnológicos?
Los indicadores de eficiencia energética son fundamentales para calificar energéticamente un proyecto o un producto. Se han ido extendiendo a lo largo del tiempo, afectando cada vez a más productos, desarrollándose una metodología específica para cada caso. Ya se dispone de una calificación energética para los edificios existentes y nuevos, una etiqueta energética y otra medioambiental para los vehículos y también para las instalaciones de alumbrado público. La mayor parte de los electrodomésticos cuentan con un etiquetado energético dirigido al consumidor, que le orienta en su decisión de compra. Estos indicadores energéticos se complementan con otros sobre la prestación del servicio, ruido, seguridad, etc. proporcionando al consumidor una información completa, y no solo energética, del producto.
¿Cuáles son los objetivos de España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Si bien la hoja de ruta trazada por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, fija para este año un 23% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 19901, el 42% de energías renovables sobre el uso final de la energía, el 39,5% de mejora de la eficiencia energética y el 74% de energía renovable en la generación eléctrica, el objetivo final es alcanzar una economía climáticamente neutra en 2050.