¿Qué tecnologías están contribuyendo más a la mejora de la Eficiencia Energética?
La digitalización ha sido uno de los grandes habilitadores de la eficiencia energética y, por ende, de la sostenibilidad. Resulta un puntal clave de la transición energética, ya que permite hacer más con menos, a través de una energía conectada e inteligente. El Internet de las Cosas (IoT), el Big Data o las analíticas de datos permiten analizar el uso de la energía y las operaciones, y así tomar mejores decisiones que permitan ser más eficientes energéticamente. Sin olvidar avances como el Machine Learning o la Inteligencia Artificial, que permiten alcanzar mayores eficiencias, por ejemplo, en la gestión de los recursos, algo fundamental en un momento en el que consumimos recursos energéticos al doble de la velocidad con la que el planeta los repone.
¿Cómo percibe el cliente este compromiso con la sostenibilidad?
Ya nadie pone en duda que estamos viviendo una emergencia climática. Es más, la pandemia por el Covid-19, lejos de desdibujarla, la ha hecho todavía más evidente poniendo de relieve la necesidad de situar la sostenibilidad en el centro de las estrategias de recuperación. La recuperación verde es además la estrategia diferenciadora desde la Unión Europea, como ha ido demostrando claramente en los últimos meses en sus estrategias y regulaciones. El compromiso de los clientes por esta recuperación “verde” es generalizado, todos quieren formar parte de un ecosistema empresarial que siga en esta línea, tanto por normativa como por propósito corporativo.
¿Qué iniciativas están impulsando desde su organización en este ámbito?
La sostenibilidad está en el centro de la estrategia y de las operaciones de Schneider Electric, por eso desarrollamos soluciones digitales que contribuyen a construir un futuro más resiliente y sostenible en todas aquellas áreas en las que operamos, desde hogares y edificios, hasta centros de datos e infraestructuras o industrias. En este sentido, son múltiples y diversas las iniciativas que tenemos en marcha, desde el paragua de nuestros objetivos corporativos que se reflejan en el Informe de Sostenibilidad de Schneider Electric, hasta la progresiva eliminación del gas de efecto invernadero SF6 en nuestros equipos de MT, pasando por el ambicioso objetivo de ser emisores neutrales en carbono para 2040, a través de planes de acción muy concretos.
¿Están alineando sus planes estratégicos con los ODS?
Sin duda alguna. Como decíamos, la sostenibilidad está presente en todas nuestras acciones y nuestra voluntad es contribuir a cumplir los ODS de la ONU. En este sentido, como comentaba, nos hemos fijado el objetivo de ir eliminando gradualmente de todos nuestros productos el gas de efecto invernadero SF6 para 2025, lo que nos permitirá evitar el equivalente a, aproximadamente, 4 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Además, formamos parte de la coalición Energy Transition Comission (ETC) formada por líderes sociales y de los sectores energético, industrial y financiero. Entre otros aspectos, dicha coalición ha planteado la necesidad de apostar por modelos de negocio más sostenibles e incentivar los compromisos firmes y públicos para la reducción de las emisiones y el desarrollo de innovaciones que aporten competitividad y eficiencia energética. Así como de invertir en renovables, descarbonización y digitalización.
Para Europa la Digitalización y Eficiencia Energética es una prioridad ¿Las empresas avanzan en esta misma dirección? ¿La normativa y ayudas públicas son un incentivo? ¿Qué más se podría hacer?
No solo nosotros, es evidente que nuestros clientes, todo el ecosistema empresarial y la Unión Europea estamos apostamos por la sostenibilidad. Si nos centramos en las empresas, es evidente que, si quieren satisfacer a unos clientes cada día más comprometidos con el medio ambiente, deben poner los medios necesarios para mejorar la eficiencia energética. Muchas de ellas ya lo están haciendo e, incluso, van más allá. Muestra de ello son las 155 compañías que han firmado una declaración basada en los Science Based Target que insta a los gobiernos a alinear las medidas de ayuda económica y de recuperación de la pandemia, con los últimos avances de la tecnología ambiental.
Sin duda, el apoyo público está siendo fundamental. Iniciativas como el Pacto Verde europeo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2021-2030 (PNIEC 2021-2030) o el primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética suponen un gran incentivo en este sentido. O la Alianza Europea para la Recuperación Verde, que ya ha comprometido 200.000 millones de euros para infraestructuras con bajas emisiones de carbono.
Vamos por el buen camino, pero no podemos relajarnos. Debemos seguir avanzando hacia un futuro marcado por las renovables, los edificios e infraestructuras sostenibles y las iniciativas con bajas emisiones