España, junto a otros once Estados miembro de la Unión Europea, ha enviado una carta hoy al Vicepresidente ejecutivo de la Comisión y responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, instando a acelerar el calendario para la presentación de un compromiso de reducción de emisiones para el año 2030 más ambicioso que el actual, en línea con el Acuerdo de París.
De este modo, los doce ministros firmantes reclaman que la Comisión Europea presente, a más tardar el próximo mes de junio, una propuesta de contribución al Acuerdo de París (NDC, por sus siglas en inglés) en la que la reducción de emisiones a 2030 sea de al menos un 50% y, a ser posible, un 55% con respecto a los niveles de 1990 —frente al objetivo actual de recortarlas un 40%—.
Además de Ribera, firman la carta sus homólogos en Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y Suecia. El envío se produce el día antes de que el Colegio de Comisarios apruebe la Ley de Clima europea, que será debatida el jueves en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente.
Con el Consejo Europeo respaldando el objetivo de neutralidad climática para 2050, en línea con el objetivo de no rebasar un aumento de 1,5 grados de temperatura a finales de siglo, la UE se ha marcado una senda de ambición climática para las próximas décadas que traerá grandes oportunidades para la transformación de la economía y la sociedad.
Para que la respuesta a la crisis climática de la Unión Europea sea sólida y creíble, el siguiente paso urgente es que la Comisión, en respuesta al mandato dado por el Consejo Europeo de diciembre del año pasado, presente una contribución más ambiciosa al Acuerdo de París en el primer semestre del año.
El año 2020 es clave para que los 189 países que han ratificado el Acuerdo de París cumplan el calendario previsto en el mismo y eleven la ambición de sus compromisos de lucha contra el cambio climático presentados en 2015.
El resultado de la COP25, celebrada en Madrid en diciembre pasado, reconoció que existe una brecha entre los compromisos actuales de reducción de emisiones y el objetivo que establece la Ciencia de evitar un aumento global de temperatura superior a 1,5ºC, e hizo un llamamiento a los países a que presenten este año contribuciones más ambiciosas para dar respuesta a la emergencia climática.
LIDERAZGO DE LA UE
En este contexto, los doce ministros reconocen la importancia de que la UE mantenga su liderazgo internacional para ejercer de “tractor” ante el resto de países y poder generar alianzas para una mayor ambición climática.
Este impulso político a nivel internacional pretende animar a otros países a seguir la senda de la UE y a aumentar la ambición de sus contribuciones con suficiente antelación, antes de la Cumbre del Clima que este año tendrá lugar en Glasgow en noviembre.
Para Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Unión Europea tiene “una responsabilidad histórica de liderar la lucha contra el cambio climático y debe llegar a la COP26 de Glasgow con un nuevo objetivo de reducción de emisiones más ambicioso que el actual. La Ciencia ha puesto de manifiesto que los compromisos actuales son insuficientes y la gente en la calle nos está pidiendo que actuemos de manera urgente. En Madrid vimos la gran distancia entre los negociadores y nuestros ciudadanos. Vimos cómo la cumbre estaba en la calle y en las acciones de los actores no estatales. Ellos son los que evaluarán, antes y después de la COP26, si nuestros compromisos responden a la emergencia que estamos viviendo”.
La propuesta que presentará la Comisión debe abrir la puerta a un debate informado, por lo que es urgente que esté lista lo antes posible, y a más tardar en junio. Este calendario es imprescindible para que la UE pueda llegar a tiempo a Glasgow y para poder contribuir a influir a otros países que estarán muy pendientes de lo que haga la Unión Europea. “Tenemos que poder influir en positivo con la diplomacia climática en los eventos internacionales relevantes en 2020, no solo con China o con India, sino también con el resto de economías que tienen un importante potencial para incentivar más acción y más rápido”, señala Ribera.