El consorcio de empresas liderado por Ibermática an Ayesa company, y en el que trabajan también la empresa del grupo ITS an Ayesa company y la unidad de I+D del Grupo Ibermática, el Instituto Ibermática de Innovación (i3B), se completa con la participación de Serikat, Quanvia, Multiverse, Mercedes-Benz España, así como los agentes de la RVCTI, Tecnalia, UPV/EHU y el DIPC Donostia International Physics Center. Entre todas, tratarán de formalizar la programación cuántica ante problemas habituales en el dominio industrial, así como desarrollar una base de conocimiento y componentes para distintas tipologías de problemas computacionales cuánticos, generar prácticas de ingeniería de software cuántico y acortar la brecha con el mercado de soluciones comerciales.
El proyecto se construye desde las capacidades del consorcio en distintas disciplinas de ingeniería (desde la ingeniería del software, hasta la Inteligencia Artificial, pasando por la ingeniería de procesos industriales), puesto que estamos asistiendo a lo que se denomina la segunda revolución cuántica, es decir, aquella enfocada a explotar los enormes avances que se han logrado en computación cuántica. Lo que es relevante de este hecho es que la supremacía cuántica otorgará la supremacía en Inteligencia Artificial -entendiendo bajo este paraguas genérico las tecnologías de computación para resolver problemas de todo tipo relacionados con la percepción, interacción, comprensión, predicción, recomendación y optimización-, por lo que es clave en la Transformación Digital de los próximos años.
“Las distintas ingenierías deben tener que adaptarse al nuevo paradigma que se introduce con la computación cuántica”. Así lo cree el doctor Aitor Moreno, responsable de Quantum Computing e Inteligencia Artificial en Ibermática an Ayesa company, que considera que “esta adaptación debe realizarse en un contexto de tecnologías emergentes con un nivel de prestaciones todavía limitados, pero, al mismo tiempo, con un desarrollo y crecimiento en su potencial exponencial con respecto al tiempo y también, a la usabilidad”.
“Igual que ha sucedido con la IA aplicada a la computación clásica, la combinación de disciplinas de conocimiento y aplicación que se requieren en la computación cuántica es muy difícil de generar y copiar, y se necesita un tiempo de consolidación sostenido muy intensivo en investigación, innovación, aprendizaje, funcionalidad y aplicabilidad industrial”, explica Moreno. “Debemos estar preparados para poder desplegar plenamente todas estas tecnologías, en concreto, la computación cuántica aplicada a procesos de optimización, simulación o IA, en un horizonte de tiempo muy corto. La computación cuántica comienza a ser una clave diferencial de valor para resolver ciertos procesos, escenarios y cálculos que son muy costosos en la computación actual, aun siendo conscientes que estamos en los primeros pasos de su aplicabilidad.
Por lo tanto, es preciso establecer los cimientos ahora, y de forma sensata, preparando la ruta cuántica de la industria de una forma realista. Las organizaciones van a necesitar desarrollar una combinación de talento singular, multidisciplinar y complejo para poder crear aplicaciones con impacto, en un futuro más inmediato de lo que podríamos haber soñado tan sólo hace una década”, asegura.
Las capacidades de la computación cuántica para evaluar, optimizar, aplicar y ejecutar funciones de forma masiva sobre múltiples estados en paralelo, permitirán ajustar exactamente la producción de energía al consumo instantáneo, sincronizar perfectamente las cadenas logísticas a las necesidades de producción y suministro, y optimizar otros muchísimos procesos con impacto económico, medioambiental y social. “Dominar los nuevos medios de computación cuántica para la supremacía en Inteligencia Artificial debe ser por tanto, ahora mismo, una prioridad para la industria ante estos retos”, sentencia el experto en tecnología cuántica.
Estratégicamente, al final del proyecto se habrán desarrollado las primeras capacidades con cierta masa crítica para el desarrollo de soluciones de computación cuántica, contribuyendo al desarrollo de un ecosistema singular en la materia en Euskadi.