Cuando hablamos de edificios inteligentes y sostenibles, tratamos sus virtudes en material de eficiencia energética y de operación, muchas veces bajo un mismo BMS. Sin embargo no es tan habitual encontrarnos un análisis de resiliencia de los mismos, cuando sus usos se han triplicado, incluso cuadriplicado a lo largo de su ciclo de vida. La iluminación, el sistema más y mejor distribuido, sin duda debe tener en cuenta este aspecto y ofrecer tanto a propietarios como usuarios plataformas de HW y SW flexibles (interoperables basadas en estándares), modulares (escalables) y seguras, tanto desde el punto de vista de gestión de los datos como de la inversión.