Las soluciones GIS dotan a las ciudades una movilidad más amigable y eficiente: mejoras del transporte público; planificación de la ayuda del posicionamiento de las estaciones de transporte; optimización de rutas de viaje; implementación de redes de estaciones de servicio de suministro de combustibles alternativos (biocombustibles); localización de puntos de carga de suministro eléctrico para vehículos “enchufables”; implementación de infraestructura para mejorar la accesibilidad de peatones especialmente de aquellos que tienen discapacidad o movilidad reducida o la gestión del espacio destinado al peatón son algunas de las soluciones que se pueden poner en marcha.
Solución de movilidad sostenible, urbana y conectada.
Actualmente, los entornos urbanos son un escenario en el que conviven vehículos, tanto motorizados como vehículos de bajo impacto medioambiental. Hablamos de vehículos privados, vehículos con fines industriales; de transporte público de viajeros; vehículos con fines profesionales o vehículos para el desplazamiento personal. Todos ellos conforman la fotografía del entorno urbano de la movilidad.
La infraestructura conectada es una realidad y las soluciones GIS permiten abordar la movilidad desde un punto de vista integral y conectado, creando soluciones de movilidad sostenible y respondiendo a preguntas como: cuál es el impacto medioambiental; cuáles son las zonas de bajas emisiones de la ciudad; cuál es el lugar óptimo para implantar puntos de recarga para coches eléctricos; dónde hay que poner una nueva parada de autobús; etc.
Todo este volumen de activos de información, ya sea en tiempo real o de carácter histórico, permitirá por sí mismo tomar mejores decisiones en cuanto a análisis, visualización o evaluación de los datos. Sin embargo, el gran salto cualitativo a la hora de ofrecer una solución de movilidad conectada para entornos urbanos está en la capacidad de enriquecer esa información con datos procedentes de otras fuentes como puede ser datos socioeconómicos; información de consumo; datos catastrales; imágenes satélite de entornos evolutivos de la ciudad; o sistemas de planeamiento urbanísticos, entre muchos otros.
¿Qué nos permitirán estos datos? Por ejemplo, crear análisis predictivos sobre el comportamiento de los usuarios de los vehículos; distribuir de manera óptima la localización de puntos de recarga; evolucionar las infraestructuras urbanas de una manera más sostenible, accesible, etc. En definitiva, obtener una mejor calidad de vida.
El ciudadano, centro de la digitalización del entorno urbano
Por otro lado, cuando hablamos de tecnología y movilidad, en seguida tiramos de conceptos como Big Data, IoT, Tiempo Real, Cloud… muy lejanos al ciudadano. Sin embargo, no podemos obviar que un sistema tecnológico de apoyo a la movilidad cuenta con muchos actores y es importante conocer cómo nos enfrentamos como ciudadanos a este proceso de digitalización y cómo podemos apoyarnos en nuestro día a día en herramientas que nos ayuden, por ejemplo, a optimizar nuestros tiempos de recorrido y llegada; qué disponibilidad de medios de transporte tenemos para llegar antes a nuestro destino; qué zonas son las más adecuadas para moverse en un medio u otro; o cuáles son, simplemente, más seguras.
Para ello debemos ser capaces de trasladar esa información y esa comprensión a través de aplicaciones reales que resuelvan los problemas diarios de organismos y ciudadanos. En este sentido, el GIS está evolucionando hacia fórmulas especialmente tangibles que permiten trabajar sobre escenarios realistas. El Gemelo Digital de Movilidad, por ejemplo, permite modelizar la movilidad para lograr una mejor toma de decisiones partiendo del hecho de que el ciudadano siempre estará en el centro.
En definitiva, el objetivo es hacer de la movilidad un estilo de vida; pudiendo utilizarla de manera personalizada y eligiendo la mejor opción en el día a día de cada uno de los ciudadanos. Un reto, cada vez más real, que pasa por avanzar en la digitalización del entorno urbano.