La transición energética implica un cambio de modelo del mercado de generación que presenta varios retos. El crecimiento de la generación renovable dependiente en gran medida a las condiciones de sol y viento, provoca una dificultad creciente en la casación en cada momento de la generación y el consumo del sistema. En este sentido necesitamos disponer de activos que puedan operar con mayor flexibilidad y en este sentido la hibridación y el almacenamiento permiten progresar para la gestión de estos retos. Dada la inversión necesaria, un análisis previo para optimizar el diseño más adecuado teniendo en cuenta todos los condicionantes técnicos, económicos y regulatorios es imprescindible en la toma de decisiones. A tal fin las nuevas tecnologías digitales (Digital Twin, Data Science, etc.) deben integrarse como herramientas imprescindibles. Pero no solo eso, sino que estas herramientas deben evolucionar para convertirse en el sistema que defina en cada momento la estrategia operativa de cada instalación para optimizar de forma global la explotación de la instalación en consonancia con los objetivos estratégicos definidos por la compañía.