El Presidente de Repsol ha abogado por acompañar la electricidad renovable y el vehículo eléctrico, que califica de importantes para la transición energética, con combustibles líquidos neutros en carbono y de captura de CO2, para que la transición sea más rápida y de menor coste para el ciudadano. “En un mundo nuevamente bipolar, la tecnología determinará el papel de Europa”, ha sentenciado.
Asimismo, ha asegurado que los combustibles renovables son una oportunidad para reforzar el tejido industrial, dinamizar las cadenas de valor y suministro y fortalecer la autonomía estratégica. “Europa no puede renunciar a su industria, motor de riqueza, bienestar y empleo de calidad”.
Adicionalmente, ha defendido unas reglas de juego claras para fomentar la innovación tecnológica y la inversión privada necesaria para desarrollar tecnologías no maduras y no quedarse atrás. “La transición tiene que servir para fortalecer nuestro sistema tecnológico y nuestro tejido industrial”, ha exhortado, para que no se convierta en “una plataforma extractiva de recursos públicos que alimentan las bases tecnoindustriales de otras regiones”.
Brufau se ha referido también a la necesidad de que el ciudadano no sea el gran olvidado del debate energético: “Los ciudadanos tienen derecho a decidir qué consumir y cómo hacerlo, siempre con el objetivo de la descarbonización, pero cubriendo sus necesidades energéticas a precios asequibles”. “La regulación debería tener en cuenta las reclamaciones de la sociedad, que demanda un equilibrio en el trilema energético”, es decir, energía segura, sostenible y asequible.
Crecimiento y diversificación
En su intervención ante los accionistas, el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado el buen desempeño de la compañía en el ejercicio 2022, en un entorno marcado por la guerra de Ucrania, las disrupciones en las cadenas de suministro, la incertidumbre, la volatilidad y complejas dinámicas de mercado.
Josu Jon Imaz ha explicado que Repsol avanza en su ambición de liderar la transición energética y cumplir las metas de crecimiento, diversificación y foco en la multienergía, asegurando la rentabilidad y el máximo valor para el accionista, con una política financiera prudente y en un entorno volátil. “Repsol está preparada para el futuro, con un negocio industrial de prestigio mundial, pionero en la transformación de sus activos, comprometida con el desarrollo de un tejido industrial sostenible, con el impulso de la eficiencia energética, el mantenimiento y generación del empleo y la aportación de valor a la sociedad”, ha afirmado.
Ha recordado que en 2023 Repsol prevé invertir 5.000 millones de euros, gran parte destinados a la transformación de sus negocios y un 35% ligados a proyectos bajos en carbono.
El ejecutivo ha dedicado parte de su intervención a la retribución a los accionistas, que se encuentra “entre las más atractivas de la bolsa española y del sector”, y ha recordado que en 2022 se aportó el máximo valor para el accionista, con un dividendo en efectivo de 0,63 euros por acción y una reducción del capital social de 200 millones de acciones. “Seguiremos ofreciendo una retribución competitiva y atractiva, por encima de los compromisos establecidos en el Plan Estratégico, incrementando el valor para los accionistas”, ha indicado.
En 2023, el dividendo en efectivo aumentará un 11%, hasta 0,70€ por acción, con lo que se adelanta un año el objetivo previsto en la estrategia de la compañía a 2025. Adicionalmente, esa remuneración se complementará con programas de recompra de acciones, destinando al accionista un 30% de la caja operativa generada.
El Consejero Delegado de Repsol ha señalado que la compañía tiene la “oportunidad y la responsabilidad” en un momento en el que el mundo necesita más energía y a un precio competitivo, de mantener “un compromiso claro, produciendo aquello que la sociedad requiere”. “Tenemos que descarbonizar. Tenemos un compromiso firme en esta línea. Pero no es ni puede ser el único objetivo. Debemos poner mucho foco también en la seguridad de suministro, en definitiva, energía para todos, así como energía asequible, a precios competitivos. Este es nuestro compromiso”, ha explicado.
Imaz ha repasado el desempeño de los negocios durante el ejercicio pasado, en el que destacó la incorporación de socios estratégicos en los negocios de Exploración y Producción y de Renovables, con un 25% del capital, respectivamente; la rotación de activos renovables dando entrada a inversores minoritarios; o la alianza con Ørsted para el desarrollo de proyectos de eólica marina flotante.
En los negocios comerciales, ha remarcado que los clientes de luz y gas alcanzan ya los 2 millones, tras la adquisición del 50,01% de CHC Energía, con lo que la compañía se consolida como el cuarto operador del mercado de electricidad en España. También se ha referido a los 6 millones de clientes digitales alcanzados y a la apuesta por reforzar el perfil multienergético de Repsol, al poner en marcha una oferta de valor que posiciona a la compañía como proveedor único para satisfacer necesidades de combustible, electricidad, calefacción, solar o movilidad eléctrica.
Asimismo, ha definido al negocio de Renovables como uno de los pilares fundamentales de la transición energética, con el objetivo de contar con una capacidad de generación renovable de 6.000 MW en 2025 y 20.000 MW en 2030. “Somos una empresa comprometida, que trabaja para dar oportunidades a las personas y que aspira a liderar el futuro energético, proponiendo nuevos modelos de negocio cada vez más rentables, socialmente responsables y a la vanguardia de la innovación”, ha concluido Imaz.
Acuerdos de la Junta General de Accionistas
Entre otras propuestas, la Junta ha aprobado un dividendo complementario de 0,35 euros brutos por acción −con cargo a los beneficios del ejercicio 2022− que se abonará el próximo 6 de julio, y que se sumará a la retribución pagada en enero de este año. Con ello, el dividendo en efectivo aumentará un 11%, hasta los 0,70 euros brutos por acción, frente al ejercicio anterior. Los accionistas también han dado el visto bueno al reparto de otros 0,375 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2023, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2024, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
La Junta General de Accionistas también ha aprobado una reducción del capital social, mediante amortización de 50 millones de acciones propias y la delegación en el Consejo de Administración o, por sustitución, en la Comisión Delegada o el Consejero Delegado, de la facultad de ejecutar reducciones de capital adicionales hasta un máximo de 132.739.605 acciones propias, equivalente al 10% del capital social, para tener una mayor flexibilidad a la hora de llevar a cabo amortizaciones.
Asimismo, la Junta General de Accionistas ha votado a favor de la reelección como consejeros de Antonio Brufau, Josu Jon Imaz, Aránzazu Estefanía, María Teresa García-Milá, Henri Philippe Reichstul y John Robinson West, y de la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección como consejero de Manuel Manrique. Además, los accionistas han apoyado el nombramiento como consejera de María del Pino Velázquez.