El sur de Europa, y especialmente la península Ibérica, está viviendo un momento de grandes oportunidades para liderar la transición energética. Está prevista la instalación de varias decenas de gigavatios de energía limpia. Esta energía se genera tanto a nivel de electrones, mediante tecnologías bien conocidas como la fotovoltaica, la eólica, la biomasa y otras muchas, como a través de la generación de nuevas “moléculas verdes” basadas en combustibles relacionados con el hidrógeno y la captura y almacenamiento del CO2 (CCS)
Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué sucede con nuestro tejido industrial ya consolidado y actualmente en producción sin comprometer su competitividad?
La descarbonización de la industria europea, y en especial la española, requiere un enfoque dual: reducir progresivamente las emisiones de CO₂ y acelerar la adopción de materias primas y energías no fósiles. Si bien la descarbonización total del ciclo productivo sería ideal, esta meta dista de ser realista a corto plazo.
La digitalización de nuestras plantas es uno de los elementos clave en esta transición hacia modelos productivos bajos en carbono. Incrementar la sensorización de las plantas mediante dispositivos más económicos y sencillos de instalar (dispositivos IIoT), y el empleo de todos estos nuevos datos generados, unidos a los ya existentes permitirán la realización de modelos que permitan optimizar el consumo energético y los productos generados. El uso de simuladores conectados a nuestro proceso (gemelos digitales) para analizar la eficiencia de nuestras plantas, la integración de la robótica y la realidad aumentada para ayudar a los operadores en su trabajo diario y en la toma de mejores decisiones, ayudarán a reducir el uso de materias primas de origen fósil, optimizar la producción y también a disminuir las necesidades energéticas de nuestras plantas. Kyndryl colabora en este tipo de soluciones de optimización para la reducción de emisiones, como es el caso de Dow, cuyo objetivo era modernizar el mantenimiento de las plantas. Para ello se decidió digitalizar y modernizar las operaciones, incluidas las comunicaciones.
Otro punto a tener en cuenta es que la descarbonización de la industria, no se limita a la mejora de la eficiencia dentro de las plantas productivas. Existen otras áreas de intervención en toda la cadena de valor, desde el origen de las materias primas, hasta uso de los productos finales, tenido en cuenta la logística y reducción de los costes energéticos o uso de energía 100 % renovable. Algunas estrategias clave incluyen el uso de materiales reciclados y alternativos para reducir la dependencia de materias primas de origen fósil, la optimización de la logística mediante herramientas digitales que minimicen el impacto del transporte y distribución de bienes, la implementación de tecnologías de captura y reutilización de CO₂ en procesos industriales intensivos en emisiones.
Para abordar estos retos, es fundamental que las empresas establezcan alianzas estratégicas con los principales desarrolladores de tecnologías digitales y con expertos en Industria 4.0. Este camino hacia la descarbonización no es una tarea que un solo actor pueda abordar de manera aislada. Se requiere una colaboración estrecha entre proveedores de tecnología, industrias y organismos reguladores.
Kyndryl es una empresa que acompaña a sus clientes en la implementación de proyectos de transformación, de formación digital y adopción de nuevas tecnologías en función de sus necesidades de negocio y es un proveedor de servicios de infraestructura IT, que optimiza las soluciones para sus clientes consiguiendo reducciones del consumo de energía hasta un 85% y las emisiones mediante el uso de energía 100% renovable en sus data centers.