El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha participado por videoconferencia en el Consejo informal de ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea centrado en cómo las políticas ambientales y climáticas pueden contribuir a la recuperación y a la nueva estrategia de crecimiento para la UE.
La discusión, propuesta por la presidencia saliente del Consejo, Croacia, ha incidido en que el Pacto Verde Europeo debe ser el principio rector de esa recuperación, impulsada en este primer semestre del año con la puesta en marcha de tres iniciativas: la ley europea del Clima, el Plan de Acción de Economía Circular y la Estrategia de Biodiversidad a 2030.
En este sentido, Morán ha señalado que esa recuperación sostenible “requiere coherencia de políticas públicas y marcos regulatorios que propicien inversiones limpias en el esfuerzo económico que tenemos por delante”.
Para ello, España cuenta ya con un mapa acertado: ha trasladado a Bruselas el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC); ha remitido a las Cortes el primer proyecto de ley de Cambio Climático y Transición Energética; ha aprobado el anteproyecto de ley de Economía Circular y la Estrategia Española de Economía Circular, y ha presentado el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha dado luz verde al Real Decreto por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica.
Este real decreto ayudará al despliegue de las energías renovables, eje destacado en la agenda europea de reconstrucción, procurando una regulación estable y coherente en todo el territorio, que abarata la factura de la luz y que genera competitividad económica.
Asimismo, España está elaborando una hoja de ruta del hidrógeno renovable en cumplimento del PNIEC, pues ésta es una de las tecnologías con más potencial en la próxima década.
EFECTO TRACTOR SOBRE EL EMPLEO
El contexto de reconstrucción exige identificar las líneas con mayor efecto tractor sobre el empleo y la economía y potenciarlas: con inversión pública y activando las palancas normativas que estimulen la inversión privada.
Además del impulso a las renovables, en España se propone priorizar la movilidad sostenible, que reforzará la cadena de valor ya existente (bienes de equipo, infraestructura de recarga y componentes y vehículos eléctricos), mejorará la calidad del aire y generará ciudades más habitables, y la rehabilitación energética, en particular para viviendas, sector especialmente intensivo en empleo y que genera sinergias positivas: con la lucha contra la pobreza energética y con la digitalización en la gestión de los edificios.
Asimismo, España valora muy positivamente la recientemente aprobada Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030 y coincide en que debe constituir un elemento central del plan de recuperación a la pandemia, que ha evidenciado los vínculos entre la salud humana y la de los ecosistemas y el riesgo creciente de propagación de enfermedades infecciosas.
Morán ha trasladado que nuestro país, el de mayor biodiversidad en el continente, quiere asumir un papel de liderazgo en el respaldo a la implementación de la Estrategia europea, con acciones de protección de la biodiversidad y restauración de ecosistemas europeos, claves para prevenir futuros riesgos e impulsar también la resiliencia de la economía y la sociedad, especialmente en el ámbito rural donde potenciaremos sinergias entre la protección del entorno y el reto demográfico.
ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE BIODIVERSIDAD
En este sentido, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico trabaja ya en una estrategia española de conservación y recuperación de la biodiversidad hasta 2030, que será coherente con la europea y permitirá su aplicación en el ámbito español, y aprobará en breve la Estrategia de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas.
Desde la economía circular, el II Plan de Economía Circular europeo constituye una referencia básica para la recuperación verde de la UE, pero es necesario respaldarlo con suficiente ambición para fomentar nuevas industrias europeas, como las de producción, servicios o gestión de residuos.
Por ejemplo, mediante la reformulación de las cadenas de valor o la revisión del reglamento de traslados de residuos o de compra pública ecológica.
España está ya trabajando con este objetivo y, por ello, ha aprobado recientemente su Estrategia de Economía Circular a 2030 y está avanzando en la trasposición del paquete normativo europeo de residuos a través la Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
En definitiva, Morán ha insistido en que “el impacto final de esta crisis dependerá de la solidez de la recuperación económica y social de Europa, de la recuperación de nuestras industrias, cadenas de valor a través de su adaptación a los nuevos retos y demandas en los mercados europeo y global, de la creación de empleos sostenibles para las personas en una economía modernizada, que aborde los riesgos del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad, y mejore la salud y el bienestar de los ciudadanos”.