La vicepresidenta primera del Gobierno afirmaba el pasado 17 de octubre: «Son unos fondos europeos que funcionan de manera distinta a los del pasado y requieren mucha más responsabilidad y agilidad de las administraciones públicas». Hemos tenido que esperar la llegada de los Fondos Europeos para que la vicepresidenta del Gobierno reconozca lo importante que es la actuación de la Administración Pública desde la responsabilidad y agilidad en un proyecto transformacional del país, y en este caso referente a esos Fondos Europeos.
Para conseguir esta agilidad, el Gobierno tiene que desarrollar uno de los ejes del plan que es la Modernización y Transformación Digital de las Administraciones Públicas, un paso importante y ampliamente reivindicado por todos los sectores de la sociedad. El propio éxito de esta iniciativa de la Unión Europea pasa por simplificar y facilitar la colaboración entre los sectores público y privado, ya sea a través de subvenciones, contratación pública o colaboración intersectorial. De nada servirán estos fondos si el dinero no alcanza a la ciudadanía de forma rápida y responsable, y se catalizan los proyectos que siempre hemos querido desarrollar.
Dos iniciativas recientes de la Administración Pública Española han sido el Kit Digital y el Ingreso Mínimo Vital, casos que me atrevo a calificar de éxito por el número de peticiones que se han producido. La legítima aspiración de cualquier servicio público es que sea demandado por los ciudadanos y en ambos proyectos ha sido así.
En el caso concreto del Kit Digital, el gobierno declara que ya se han producido 77.000 peticiones en tiempo récord, desde que se abrió la primera convocatoria el pasado mes de marzo. Se ha creado un mercado de agentes digitales homologados en la iniciativa, se ha casado la oferta y la demanda a través de tramites 100% digitales, poniendo foco en facilitar el trámite al máximo para pymes y autónomos.
Otro proyecto estrella es el Ingreso Mínimo Vital, puesto en marcha en el mes de junio de 2020. En este momento llega a 510.000 hogares, a 1,4 millones de personas, de los cuáles dos de cada tres titulares son mujeres y un 42,2%, casi 600.000, son menores de edad. El esfuerzo de diferentes grupos ha hecho posible que -en tiempo récord- esta ayuda se convierta en una realidad, y una vez más, ha sido importante también el liderazgo de los directivos de la empresa pública para salvar todas las trabas administrativas.
La tecnología digital está siendo también un vector fundamental en este proceso, que desde las consultoras tecnológicas estamos viviendo de cerca y con una implicación absoluta. Nos hemos convertido además en vigías discretos sobre cómo la administración busca soluciones para que estos fondos lleguen de la forma más rápida y fiable posible al ciudadano, que es quien los necesita. La visión extremo a extremo por parte de las administraciones públicas de los servicios digital online es fundamental, integrando aguas abajo todos aquellos trámites necesarios.
La atalaya de proveedor de soluciones digitales para agilizar las Administraciones Públicas nos permite visualizar como hay organismos muy preparados para liderar esa transformación, y en cambio, otros que requieren de un acompañamiento para gestionar el cambio. Este factor lo consideramos estratégico, porque la tecnología por si misma solo es un instrumento, y en cambio la actitud y voluntad es un factor determinante.
Me gustaría exponer algunos ejemplos de colaboración con clientes del sector público:
- La adopción de la nube para su uso en el puesto de trabajo es una realidad después de la crisis sanitaria. Una vez implantados el correo en el móvil, el uso generalizado de la videoconferencia, y otras herramientas, la pregunta es cómo conseguimos que la organización aproveche estas plataformas para trabajar de forma colaborativa y online. Desde Inetum hablamos del Empleado Público Digital, con cuatro ejes de desarrollo: el soporte operacional y tecnológico, el bienestar del empleado, la capacitación en competencias digitales y el desarrollo organizativo.
- El ciudadano tiene derecho a los servicios públicos, y en el actual contexto espera ser tratado de forma similar a como las empresas le tratan como cliente. Ese salto que se produce entre lo público y lo privado, y que -excepto en contadas ocasiones- obliga al administrado a personarse en las dependencias administrativas, es un punto de mejora en agilidad. Las administraciones públicas deben aplicar la multicanalidad con mayor responsabilidad, garantizando el cumplimiento de la ley de protección de datos, sin que se convierte en una barrera para dar un servicio equivalente al que ofrece un banco o un comercio. Nuestra visión se alinea con el concepto Phygital, donde disponemos de plataformas que nos ayudan a mejorar continuamente el comportamiento, un fuerte capa de integración, y un modelo de datos accionables. Todo ello gobernado y orquestado por la Citizen Data Platform.
- Aunque podemos hablar de muchos más ejemplos, no quiero dejar de comentar otro tipo de proyectos que estamos acometiendo muy relacionados con el EJE de los Datos como conductor de las organizaciones. La primera reflexión sería la gran cantidad de información que tiene la administración sobre nosotros, y cómo se gestiona la misma para que sea útil a los funcionarios que prestan los servicios públicos o a los directivos que deben tomar decisiones complejas para aplicar las políticas públicas. Para que todos estos datos que posee el sector público sean accionables, debemos disponer de plataformas como Citizen Data Platform, que nos permitan establecer los metamodelos así como la trazabilidad de los datos, de tal modo que un ciudadano tiene la máxima garantía sobre el uso que se hace de sus datos.
Estos ejemplos son escenarios comunes en el sector privado, donde se lleva tiempo trabajando para convertirlos en mejoras para su negocio y sus clientes. La pregunta es ¿por qué cuesta más en el sector público? Tras muchos años participando en proyectos de la Administración, considero que la principal traba es la fragmentación y descoordinación que existe entre los departamentos, por una visión basada en silos. Crear grupos de trabajo que de verdad analicen de extremo a extremo por encima de la visión departamental cualquier servicio público es muy difícil. De hecho creo que existe una barrera organizativa que se convierte en un freno para la transformación. Los dos ejemplos que he mencionado al principio son una evidencia de que se puede analizar el servicio público desde el prisma del ciudadano, y que junto a otros ejemplos como la declaración de renta impulsada por la AEAT o el carnet de conducir realizado por la DGT se convierten en servicios online top.
Nadie dijo que la innovación sería fácil, pero sí que es vital para modernizar el país, y que no ocurra que el grado de despliegue de los fondos europeos sea menor que el deseable, dejando pasar otra ventana de oportunidad para nuestros ciudadanos y nuestro tejido empresarial.