En concreto, el evento ha reunido a las organizaciones Alstom, González Byass, Fertiberia y Grupo Horse; así como a los proveedores tecnológicos Signify, IFS, Rittal y UST. Asimismo, ha contado con la colaboración del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales (CGCOII).
Compromiso con la descarbonización
Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el conjunto de sectores de la industria española representa el 15,4% del PIB de nuestro país, con un valor añadido de más de 185.000 millones de euros en 2021. Se trata, por tanto, del segundo sector que más aporta a nuestra economía después de los servicios. Además, es uno de los sectores más intensivos en el uso de energía, muchos de cuyos procesos industriales todavía dependen de energías de origen fósil para llevarse a cabo.
Precisamente, ante esta situación, los asistentes al Desayuno-Coloquio mostraron el compromiso de las organizaciones industriales por la descarbonización de sus procesos. De hecho, ya están dando pasos hacia la reducción de su huella de carbono. En primer lugar, están implementando instalaciones fotovoltaicas y eólicas en sus fábricas; así como la utilización de biocombustibles y la puesta en marcha de políticas de economía circular. Asimismo, están experimentando con el uso del hidrógeno verde como fuente energética alternativa mediante la implantación de electrolizadores, sobre todo en sectores como el químico y el automovilístico.
Sin embargo, más allá de su apuesta por las energías renovables, las compañías industriales también están llevando a cabo medidas de ahorro energético que permitan hacer más eficientes sus procesos. También están poniendo en marcha proyectos para desperdiciar menos energía en sus fábricas. Un ejemplo es el almacenamiento del calor generado en determinados procesos para su posterior consumo en otros donde sea necesario como la climatización de las instalaciones.
Como explicaron los asistentes al Desayuno-Coloquio, todas estas medidas son fruto de una actitud, de una nueva forma de ver la fabricación industrial en la que se debe equilibrar la producción con la sostenibilidad para seguir avanzando por la senda de la competitividad. Paralelamente, la normativa de la Unión Europea también les está impulsando hacia la mejora de la eficiencia energética. Ahora bien, las empresas industriales piden a las autoridades que les dejen innovar, que no les pongan trabas y que sea la propia industria la que elija el mejor camino para llegar a los objetivos marcados por la UE.
La tecnología como palanca de apoyo
Para poder avanzar en esa dirección, las compañías industriales son conscientes de que sólo lo pueden conseguir integrando la tecnología e impulsando la transformación digital en sus procesos.
En este punto son muchos los ámbitos tecnológicos en los que ya están trabajando estas organizaciones. Un aspecto destacado es la gestión y racionalización de la información en los procesos productivos. Gracias a soluciones de Business Intelligence, Big Data e Inteligencia Artificial están pudiendo analizar los datos recogidos y realizar predicciones de cara al futuro para adelantarse a la demanda o a posibles fallos de producción. Relacionado con esto, también están dando mucha importancia a la interoperabilidad de la información y la estandarización, lo que les permite trabajar sin problemas con distintos proveedores tecnológicos.
El uso de la impresión 3D para determinados procesos, el trabajo con robots colaborativos para las tareas más repetitivas, la incorporación de la realidad virtual en la capacitación de los operarios y en la realización de inspecciones en remoto o la importancia de la calidad de la cobertura de red móvil son otros aspectos en los que también están haciendo mucho hincapié estas organizaciones.
Además, están apostando por la utilización de los gemelos digitales para visualizar el comportamiento completo de las máquinas, con la ventaja de poder interactuar con los gemelos digitales de otras máquinas. El objetivo es generar un modelo predictivo global de todas las líneas de producción de una fábrica.
Ahora bien, para que esta transformación digital tenga sentido, mejorando a la vez la sostenibilidad del sector, las empresas industriales tienen que seguir formando y concienciando a su personal sobre la importancia de la descarbonización. Asimismo, ven importante apoyarse en las ayudas destinadas a eficiencias energéticas en procesos industriales que se están poniendo en marcha subvencionadas con fondos europeos.
En otras palabras, la descarbonización en la industria es esencial para un futuro más sostenible, pero viene acompañada de desafíos significativos. Una transición exitosa requerirá innovaciones tecnológicas, inversiones estratégicas, decisiones coherentes y colaboración entre distintos actores. A largo plazo, la descarbonización no sólo es una responsabilidad ambiental, sino también una oportunidad para fomentar la sostenibilidad, la innovación y un crecimiento económico resiliente.