Claudio Fernández preside el Comité del Sector Energético de la Plataforma enerTIC, uno de los pilares básicos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde allí, aspira a convertir enerTIC en un agente de cambio regulatorio que saque el máximo partido a las TIC de cara a la transición energética.
Claudio Fernández es responsable de Utilities & Energy en Babel, la compañía especializada en soluciones de transformación digital, con presencia en Latinoamérica, Europa y África. Este nivel de expertise le ha llevado a presidir el Comité “Infraestructuras IT disruptivas en el Sector Energético para la mejora de la Eficiencia Energética y Sostenibilidad” de la Plataforma enerTIC, con un espíritu eminentemente transformador que marque la diferencia. Fernández comparte su visión al respecto, a escaso mes y medio de la celebración del Smart Energy Congress.
¿Qué diagnóstico hace de la actual aportación de las TIC a los objetivos de sostenibilidad y transición energética en España?
La digitalización y el uso de las TIC juegan un papel imprescindible para llegar a estos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que nos hemos marcado con diferentes plazos a 2030, 2050… Concretamente, algunos que ya están dejando ver esas mejoras y otros que están en camino y que llegarán. Por ejemplo, temas de hiperautomatización, es decir, ir un poco más allá de la automatización de ciertos procesos empleando Inteligencia Artificial (IA) y hacer que el trabajo humano sea menor y todo se ejecute con una eficiencia técnica significativa. Está también la IA generativa, que desde que apareció en escena de forma global a principios del año pasado ha dado también unos pasos bastante importantes. Es verdad que lo ha hecho mucho más lento de lo que se esperaba, pues se anunciaba una gran revolución, pero sigue caminando, mejorando y también ayuda a que desaparezcan algunas tareas que eran consumidoras de energía.
Además, otro tema que también favorece es la hiperpersonalización, de forma que tengamos productos casi específicos para cada persona. Esto en el caso de las energéticas pasa por ofrecer un producto creado a medida, llevarlo a una optimización del consumo de cada uno de nosotros, ya seamos persona o empresa y que esa optimización redunde también en la mejora de la eficiencia energética. Además, impulsa la adopción de energías renovables porque con este traje a medida se facilita que se realice el consumo cuando haya más disponibilidad de esas energías renovables y contribuye a la mejora de la gestión de la demanda, de forma que sea más previsible optimizando la generación energética. Tanto la hiperautomatización como la hiperpersonalización son dos técnicas avaladas por las TIC que están mejorando ese alcance de los ODS.
Cuando hablamos de las TIC ligadas a sostenibilidad, se piensa mucho en energías disruptivas, pero también hay otras tecnologías que no son tan disruptivas, que llevan mucho más tiempo con nosotros y están contribuyendo a estos objetivos, ¿no?
Hay algunas más asentadas y alguna, entre comillas, tan simples como poder generalizar el teletrabajo, no al 100%, pero muchos trabajos se pueden ejecutar de manera remota y eso supone un ahorro energético tremendo. Por otro lado, la discriminación horaria, que lleva muchos años con nosotros en cuanto al coste de la energía eléctrica, también favorece que los consumos se realicen cuando la energía es más barata producirla, estando cada vez más cerca poder llevarlo al cuarto horario. También es un pasito más a la optimización en cuanto a los costes de generación y, por lo tanto, también los costes de consumo, lo que redundará en la eficiencia. Asimismo, hay otras también que suenan nuevas pero que llevan tiempo con nosotros, como es el big data. Ese análisis de grandes volúmenes de datos nos está llevando a tener más información y tomar decisiones en la línea de que sean más las empresas más sostenibles.
Cierto. Hasta hace muy poco tiempo y a pesar de que la información ya estaba ahí, las empresas no la aprovechaban. Ahora la legislación europea va a obligar a ello…
Completamente. Ya hay una normativa europea que establece la obligación de presentar informes no financieros que cumplan con ciertos estándares de ESG, que requieren esa monitorización y ese cuidado en la obtención de toda la información para medir la huella de carbono, y ya no solo propia, sino también de toda la cadena de valor. De hecho nosotros, como Babel, en todas las ofertas que presentamos, hacemos un realce de en qué medida ese proyecto o esa iniciativa puede mejorar los ODS. Y también nos encontramos que nuestros clientes a la hora de puntuar una oferta, no solo se basan en criterios técnicos y económicos, sino también en que también tu huella de carbono esté dentro de una certificación de continua mejora.
¿Qué opina del lado perverso que tienen las TI que, con la IA como máximo exponente, son al mismo tiempo grandes devoradoras de energía respecto a lo que son capaces de ahorrar?
No sé si hay algún estudio que compare el ahorro con el consumo, pero sin duda son un enorme consumidor de energía. El otro día en un foro de enerTIC comentaba un compañero que los CPD de España consumen más que una ciudad entera del tamaño de Valencia. Efectivamente son grandes consumidores, pero a la vez son también optimizadores de consumo de energía. Utilizar virtualización y el cloud computing es más eficiente que si hiciéramos lo mismo con nuestras propias máquinas.
Por otro lado, los grandes hyperscalers, como Amazon o Google, están firmando acuerdos con generadores de energía para que el 100% de la que se consume dentro de los centros de datos sea renovable. Digamos que ellos también hacen esa apuesta y tienen ese interés en la sostenibilidad.
Nosotros también realizamos algún tipo de servicio para grandes empresas de FinOps o GreenOps, de forma que las operaciones de las tecnologías de información tengan un control de cuál es ese consumo energético y se pueda imputar a cada una de las áreas que hace el consumo, desde el área comercial, a la financiera, etc.
En ese sentido, ¿han hecho bien las utilities sus deberes en materia de digitalización?
Creo que aunque sí han avanzado y han dado grandes pasos porque, entre otras cosas, tienen que hacer gala de ello, les queda un camino por recorrer. Hay un camino importante que es el paso a las smart grids y tener redes inteligentes, sobre todo en la parte de distribución eléctrica, donde tienen una tarea, un reto importante por delante, dado que cada vez más todos los consumidores de energía podemos ser también productores. Eso hace que la red sea cada vez más compleja y no está preparada para ello. Ese balanceo o esa optimización que se podría realizar de forma que, cuando yo tengo excedente, porque genero con mis placas solares más de lo que consumo, pueda volverlo a la red y edificios más allá para beneficiarse de ello, requiere de una red inteligente en la que se han dado pasos adelante, pero aún no está completamente preparada para ello.
Por otro lado, es un sector muy regulado según las normas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Si esa normativa no favorece la inversión en ciertos sentidos, el estímulo que tienen las utilities para realizar esa inversión es muy bajo. Hace falta cambiar normativas para que se favorezca la inversión necesaria para crear estas smart grids que impulsen la democratización de la generación energética y se puedan hacer estos balanceos.
¿Qué luces y sombras ve en otros aspectos legislativos a la hora de para promover los objetivos de sostenibilidad y transición energética con las TIC?
Hay alguna otra regulación que yo también he hecho en falta como son los mercados locales de flexibilidad. Cuando la red tiene algún pico no esperado a gran escala, sí que existe un mercado de flexibilidad de forma que hay industrias que pueden ser requeridas por Red Eléctrica para que dejen de consumir o disminuyan su consumo y obtienen una remuneración por esa flexibilidad. Llevarlo a mercados locales, hoy por hoy, aún es un deseo más que una realidad, no está preparado. Sin embargo y ante una demanda muy alta dentro de una pequeña red, dentro de un distrito, ¿por qué no es posible que particulares en ese mercado de flexibilidad reduzca su consumo habitual a la mitad durante unas horas y que eso favorezca también a su saldo energético a final de mes?
En otra órbita, ha habido múltiples planes tanto a nivel global, del cual consumen más las grandes empresas, como a nivel pyme, que se han puesto en marcha por parte de las Administraciones Públicas. El plan de digitalización PYME 2021-2025 ha dotado de una gran inversión para que con el famoso Kit Digital y Activa Ciberseguridad, las pymes también participen de esa eficiencia y dar pasos hacia la sostenibilidad. Y luego, claro está, los Fondos Next Generation, también canalizados a través de la Administración Pública, que han dotado de posibilidades para crear infraestructura importante en pos de la sostenibilidad.
En ese plano de los Fondos, ¿cree que se han aprovechado todo lo que se podía?
Al final se regó el campo con un montón de dinero y es complicado canalizarlo, por lo que seguro que no ha sido todo lo eficiente que se pudiera, pero creo que sí que se han aprovechado oportunidades y en algunos casos claros, España ha ido por adelante. Hace poco, por ejemplo, ha habido una subasta para proyectos ligados al hidrógeno verde. Creo que España y Portugal han sido quienes más se han llevado financiación extra de toda Europa. Hoy por hoy siguen siendo apuestas, pero creo que es un vehículo energético muy valioso porque puede ser una forma de acumular energía generada con energía sostenible verde para momentos donde no se puede producir porque no haya viento o no haya generación solar.
Mencionaba antes a las pymes, ¿han hecho ese cambio cultural necesario para entender que las TIC también les pueden ayudar a ser más eficientes energéticamente?
Creo que hay de todo. Las que son más medianas creo que sí, han de tener esa mentalidad de, por un lado, posicionarse en el mundo de la sostenibilidad y, por otro lado, optimizar ese consumo energético, también por interés propio económico. Hay muchas iniciativas de empresas no tan grandes que dan sus pasos y toman iniciativas para poner placas solares a lo largo de todas sus naves o centros de producción. Conozco algún caso de pequeñas empresas que están ofreciendo crowdfunding a través de tokenización de activos, de digitalizar activos que pueden ser parques solares para entregar energía eléctrica a pequeñas empresas, que no tienen esa capacidad inversora.
Dentro de esta flexibilidad, estaría también la posibilidad de utilizar los vehículos eléctricos, que es algo que acaba de despuntar en España, como baterías, de manera que voy a cargar el vehículo eléctrico cuando la energía esté barata o con mis propias placas solares y, durante la noche, descargar esa batería parcialmente, para el consumo de mis electrodomésticos durante la noche. Hacer generación y almacenaje con mi propio vehículo sin tener que adquirir materias extras, es una tecnología que no está tan extendida, pero que existe, y que permitiría también optimizar esa eficiencia energética.
Estamos prácticamente a las puertas del Smart Energy Congress que también contribuye a fomentar ese cambio cultural, ¿no es así?
Correcto. En general, enerTIC, que es la creadora e impulsora del Smart Energy Congress, es una plataforma que fomenta la búsqueda de la eficiencia energética apoyándose en las tecnologías de información. Nosotros formamos parte de esta plataforma, que ya cuenta con más de 100 socios que incluyen empresas energéticas, proveedores de servicios TIC, incluso, empresas industriales grandes consumidoras de energía y otras que también proveen productos asociados a las TIC y al cliente energético. enerTIC es una plataforma donde se comparten iniciativas, casos de éxito, innovaciones, en las que muchas empresas pueden estar interesadas en adoptarlas. Creo que deberíamos ser también agentes impulsores de cambios regulatorios porque, aunque en cierta medida ya lo somos, no tanto como podríamos.
En cuanto al Congreso, ¿por qué recomendaría acudir al evento?
El Smart Energy Congress es un encuentro una vez al año donde los distintos actores que participamos en la plataforma presentamos algunos logros, algunas iniciativas, algunas ideas de cómo la sociedad en general o las distintas empresas pueden mejorar distintos aspectos en esa creencia energética. Este año, una de las ponencias que vamos a realizar está relacionada con la NIST 2, que es una normativa europea para mejorar la ciberseguridad en todas las infraestructuras, que las utilities y las empresas energéticas van a estar obligadas a seguir. Ya muchas de ellas están trabajando en ello con la NIST 1, pero hay otras que van a estar obligadas ahora. La transposición en España va a llegar en octubre y creo que es algo que puede ser muy interesante para todo el mundo, porque cada vez más el IoT nos hace capaces de adquirir información y optimizar gracias a esa información, pero a la vez estamos expuestos a posibles ataques externos que pueden ser un riesgo.
