¿Qué proyecto reciente de su organización considera más innovador en eficiencia energética? ¿Qué papel desempeñaron las tecnologías y la colaboración entre sectores en su éxito?
Uno de los proyectos más innovadores y exitosos en términos de eficiencia energética ha sido la transformación de los Centros de Procesamiento de Datos (CPD) del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Este proyecto, desarrollado en varias fases, logró consolidar y modernizar la infraestructura tecnológica, permitiendo una significativa reducción del consumo energético y de las emisiones de CO₂, con un papel clave de las tecnologías:
- Virtualización y Consolidación: Se implementó la virtualización masiva de servidores, alcanzando un promedio superior al 75% en hospitales participantes, lo que redujo drásticamente el número de equipos físicos necesarios.
- Almacenamiento All-Flash: La incorporación de esta tecnología redujo el consumo energético y mejoró el rendimiento de procesamiento.
- Gestión Inteligente: La introducción de sistemas avanzados para la monitorización y control en tiempo real optimizaron el uso de energía.
Los resultados clave fueron un significativo ahorro de consumo energético y una reducción de emisiones en 4 años de más de 5 millones de kg de CO₂.
Este proyecto es un ejemplo de cómo la innovación tecnológica puede impulsar la sostenibilidad y eficiencia en sectores críticos como la salud.
En sus proyectos, ¿qué peso tienen los indicadores de eficiencia energética y sostenibilidad en la toma de decisiones estratégicas?
En los proyectos de la Dirección General de Salud Digital, los indicadores de eficiencia energética y sostenibilidad tienen un peso creciente en la toma de decisiones estratégicas, aunque su impacto puede variar según el tipo de proyecto. En un sector con alta demanda tecnológica y operativa, como el sanitario, se identifican varias áreas donde estos indicadores se consideran clave.
En las licitaciones que publicamos se incorporan cláusulas de sostenibilidad en la ejecución de contratos, valorando la eficiencia y sostenibilidad en la ejecución de los servicios contratados. Por ejemplo, en contratos de mantenimiento de hardware y software en el sector sanitario, se priorizan criterios que reduzcan el impacto ambiental, como la gestión adecuada de residuos tecnológicos y la unificación de servicios para optimizar recursos
Por otra parte, la centralización y optimización del mantenimiento y soporte técnico en infraestructuras críticas, como los centros de procesamiento de datos (CPD), garantizan un funcionamiento eficiente y sostenible.
En resumen, los indicadores de eficiencia energética y sostenibilidad no solo influyen en las decisiones estratégicas, sino que también están integrados como requisitos obligatorios en la planificación, diseño y ejecución de proyectos en el ámbito de salud digital.
¿La adopción de tecnologías ha mejorado la posición y el impacto de su organización en sostenibilidad?
Sin duda, la adopción de tecnologías avanzadas ha mejorado significativamente tanto nuestra posición como el impacto en sostenibilidad. Este cambio ha sido posible gracias a una estrategia integral que combina innovación tecnológica, optimización de recursos y compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible.
La modernización de infraestructuras clave, como los Centros de Procesamiento de Datos (CPD), ha sido un factor determinante. Por otra parte, en nuestros hospitales, las tecnologías de eficiencia energética han sido clave. Sistemas de recuperación de calor, iluminación LED eficiente y climatización avanzada han logrado ahorros significativos. Por ejemplo, medidas como el uso de energía solar térmica para agua caliente sanitaria han reducido considerablemente la huella ambiental de estas instalaciones
A su vez, en la red hospitalaria de la Comunidad de Madrid se han implementado sistemas de gestión centralizada que permiten monitorizar y optimizar el uso de energía en tiempo real. Estos sistemas no solo identifican áreas de mejora, sino que también garantizan que las operaciones sean más sostenibles y económicas.
Además de los beneficios operativos, estas tecnologías han fortalecido nuestra posición como referente en sostenibilidad dentro del sector sanitario. Esto ha incrementado la confianza de nuestros colaboradores y la percepción pública de nuestra organización como líder en responsabilidad ambiental. La tecnología no solo ha transformado nuestras operaciones, sino que también nos ha permitido alinear nuestra misión con los retos globales de sostenibilidad. Estamos convencidos de que la innovación tecnológica es la vía más efectiva para seguir reduciendo nuestro impacto ambiental y mejorar continuamente.
¿Cómo percibe el nivel de conciencia en empresas y entidades públicas en torno a la eficiencia energética? ¿Cree que la sostenibilidad está convirtiéndose en un factor competitivo y de responsabilidad clave?
El nivel de conciencia sobre la eficiencia energética ha crecido notablemente tanto en empresas como en entidades públicas en los últimos años. En el sector privado, muchas organizaciones están adoptando medidas concretas, impulsadas por la presión de los marcos ambientales y sociales, así como por la demanda de consumidores e inversores que valoran cada vez más las prácticas sostenibles. Sin embargo, aunque las grandes corporaciones lideran este cambio, las pequeñas y medianas empresas aún enfrentan barreras importantes, como la falta de recursos financieros y conocimientos técnicos, lo que ralentiza su transición hacia una operación más eficiente.
En el ámbito público, la situación es similar. Las políticas gubernamentales y los compromisos internacionales, como los objetivos de reducción de emisiones, han llevado a muchas instituciones a priorizar la eficiencia energética en sus estrategias. No obstante, los avances son desiguales y dependen en gran medida de factores como el presupuesto disponible, el acceso a tecnología moderna y la alineación de estas metas con los objetivos organizativos. En sectores como el sanitario, donde el consumo energético es muy elevado, hemos visto importantes avances, pero todavía queda trabajo por hacer.
En cuanto a la sostenibilidad como factor competitivo, es evidente que está adquiriendo un papel central. Para muchas organizaciones, no solo es una cuestión de responsabilidad social, sino también de diferenciación en el mercado. La sostenibilidad ya no se percibe como un coste adicional, sino como una inversión que mejora la reputación, reduce riesgos regulatorios y, a largo plazo, genera ahorros operativos. Aquellas empresas y entidades públicas que priorizan la sostenibilidad están posicionándose como líderes en sus sectores y fortaleciendo su capacidad para atraer talento, clientes e inversores. Sin duda, la eficiencia energética y la sostenibilidad han pasado de ser opcionales a ser esenciales.