La sostenibilidad se ha consolidado como uno de los pilares estratégicos para los centros de datos, impulsada tanto por las exigencias normativas como por la creciente presión de inversores, clientes y gobiernos para reducir la huella de carbono y mejorar la eficiencia energética. Los criterios ESG (ambiental, social y de gobernanza) se han convertido en un marco de referencia para evaluar el impacto de estas infraestructuras, y su adopción es vista no solo como una obligación regulatoria, sino como una ventaja competitiva en un sector donde la sostenibilidad se ha convertido en un factor crítico. Las empresas tecnológicas, conscientes de este cambio de paradigma, están acelerando su transformación para adaptarse a las nuevas expectativas del mercado, donde el impacto ambiental se mide cada vez con mayor rigor.
Avanzar hacia un modelo de centro de datos sostenible implica, en primer lugar, una alineación profunda con los criterios ESG, que abarcan no solo el aspecto ambiental, sino también factores sociales y de gobernanza que son cada vez más relevantes para inversores y reguladores. Los participantes del coloquio coincidieron en que esta transición energética debe ir más allá del simple cambio de fuentes de energía, incorporando una transformación integral de los procesos operativos y de la gestión interna. Esta visión holística es fundamental para crear infraestructuras resilientes y sostenibles que puedan responder a los desafíos futuros.
La neutralidad de carbono es uno de los objetivos más ambiciosos para muchos centros de datos, especialmente aquellos que operan en regiones con climas cálidos o en instalaciones más antiguas que no fueron diseñadas para altos niveles de eficiencia energética. Los participantes destacaron que, para avanzar hacia esta meta, es crucial no solo adoptar energías renovables, sino también optimizar los procesos internos y mejorar la gestión de los recursos. Esto incluye medidas como la reducción del uso de agua en los sistemas de refrigeración, la reutilización del calor generado y la implementación de tecnologías avanzadas para monitorizar y optimizar el consumo energético.
El uso de fuentes de energía renovable se identificó como un componente clave para reducir la huella de carbono de los centros de datos. Sin embargo, se reconoció que su implementación no siempre es sencilla. Aunque las energías solar, eólica e hidroeléctrica ofrecen grandes ventajas en términos de sostenibilidad, su integración requiere una planificación cuidadosa y una inversión significativa. Además, factores como la disponibilidad de espacio, las limitaciones técnicas y los costes de instalación pueden dificultar su adopción, especialmente en centros de datos ya existentes que no fueron diseñados para incorporar estas tecnologías desde su concepción.
La eficiencia en el consumo de agua y otros recursos críticos fue otro punto importante del debate. Aunque a menudo se pasa por alto, la gestión eficiente del agua es fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Los sistemas de refrigeración, que pueden representar hasta el 60% del consumo energético en algunos centros de datos, son especialmente sensibles a este aspecto. Se mencionaron tecnologías como el Direct Liquid Cooling y el Immersion Cooling como alternativas prometedoras, aunque también se reconoció que presentan desafíos importantes en términos de mantenimiento y adaptación para infraestructuras ya operativas.
Finalmente, se destacó el desafío que representa cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 y las normativas europeas, diseñadas para acelerar la transición hacia modelos más sostenibles. Aunque estos marcos regulatorios pueden parecer restrictivos, también ofrecen una hoja de ruta clara para avanzar hacia modelos más eficientes y sostenibles. Los participantes coincidieron en que, para muchas organizaciones, cumplir con estas normativas no es solo una obligación legal, sino también una forma de mejorar su reputación y consolidar su posición en el mercado global, donde la sostenibilidad es cada vez más un factor determinante para los clientes y socios comerciales.