Hablar de transición energética sin digitalización es quedarse a medias y, hoy en día, hablar de digitalización sin IA, también es quedarse a medias. Como directivo en GALEO, he podido comprobar a lo largo de 2025, el potencial transformador de la IA en todos los procesos que ocurren en las compañías. La productividad personal aumenta de manera escandalosa y el efecto multiplicador de las productividades personales redunda en la eficacia de la compañía colectivamente. Sin embargo, también he podido comprobar de primera mano, los nuevos desafíos a los que nos enfrenta la democratización acelerada de la IA. El nivel “de ruido” crece de forma considerable por la aparente “gratuidad de las respuestas”. La IA por sí sola, no ordena nuestros procesos ni “aprende” sin los datos adecuados. Por no hablar de qué, la mayoría de ejecutivos reconocemos que el principal problema en la colectividad de las compañías somos los humanos. Problemas y situaciones derivados de que somos seres emocionales. De momento, no hay un corpus de emociones para que la IA “se entrene”.
Satisfacer el consumo tan altamente distribuido en tiempo real es imperativo para integrar renovables y en particular, apuntalar la transición a una movilidad nativamente eléctrica y digital. La IA y los sistemas avanzados de gestión sin duda permiten operar las redes con flexibilidad, previsión y respuesta dinámica a la demanda. Esto implica algoritmos que anticipan la demanda y ajustan la producción y el almacenamiento, aumentando la disponibilidad de energía. También va a impactar de forma muy positiva en la fiabilidad de los equipos e instalaciones, detectando anomalías, auto-reparando errores en el software (self-healing) y ayudando a entender mejor los problemas en los equipos (modelos de explicabilidad).
En GALEO hemos experimentado de primera mano este potencial con nuestro cliente Iberdrola | bp pulse con la suite de soluciones para movilidad eléctrica: EVBrain, EVBilling, EVOrchestra, etc. Nuestras soluciones digitales apalancan sobre tecnologías de datos en tiempo real, donde los modelos de datos altamente curados y preparados son la base para una arquitectura de agentes de nueva generación de GenAI que abordan funciones y roles como el operador de call-center, el experto en clasificación y gestión de incidencias o el analista que escudriña los sites de recarga para entender las dinámicas y el comportamiento de los conductores.
Foros como el Smart Energy Congress de enerTIC evidencian que el sector ya conversa en términos de flexibilidad de redes, gemelos digitales, automatización e IA. Desde GALEO participamos activamente en estas iniciativas y compartimos la visión de que la IA es la palanca de la “Twin Transition” —digital y energética—. Pero todo sistema nervioso necesita un cuerpo: ética, infraestructura y visión humana. Solo así podremos convertir cada algoritmo en un paso hacia una energía limpia, resiliente y accesible para todos.






