Del control programado a la inteligencia distribuida
Durante décadas, la automatización en edificios se basó en sistemas centralizados de control programado. Aunque eficaces en ciertos entornos, su rigidez limita su capacidad para adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno o a patrones de uso impredecibles. En un mundo donde la variabilidad del precio de la energía, las condiciones climáticas y la ocupación de espacios cambia constantemente, este enfoque ya no es suficiente.
La automatización inteligente introduce un nuevo paradigma: sensores distribuidos, procesamiento local (edge), modelos de machine learning y sistemas de decisión autónomos que permiten que los edificios «piensen» y «actúen» de forma autónoma. En lugar de depender de reglas fijas, los sistemas aprenden y se ajustan de forma continua para optimizar confort, consumo y costes.
Edge AI: decisiones inteligentes donde se generan los datos
En Paradigma somos capaces de aplicar lógicas de inteligencia artificial directamente en el edge computing. Esto significa que los datos recogidos por sensores de temperatura, CO₂, presencia o consumo eléctrico se procesan localmente, permitiendo actuar en milisegundos sin depender de la conectividad a la nube. Esta capacidad es especialmente crítica en edificios como hospitales, centros logísticos o instalaciones críticas, donde la resiliencia y la autonomía operativa son indispensables.
En colaboración con los operadores de telecomunicaciones, exploramos múltiples casos de uso que aprovechan la proximidad del procesamiento para ofrecer capacidades avanzadas sin comprometer la latencia ni la privacidad. Desde el control de climatización predictivo hasta la gestión inteligente de la ventilación, el uso de agentes autónomos desplegados en edge nodes permite decisiones optimizadas en tiempo real sin congestionar la red ni exponer datos sensibles.
Hemos diseñado soluciones donde sistemas de visión artificial detectan patrones de ocupación en tiempo real y ajustan la climatización de forma proactiva, logrando ahorros de hasta un 20% en edificios corporativos sin comprometer el confort térmico. En otros casos, integramos modelos predictivos que se alimentan de la previsión meteorológica, el precio horario de la electricidad y los horarios de uso previstos para optimizar los ciclos de ventilación e iluminación.
Casos reales: nuestro edificio como laboratorio vivo
En Paradigma aplicamos estas capacidades también en nuestra propia oficina, concebida como un entorno real de experimentación y mejora continua:
- Monitorización centralizada: disponemos de una app que permite visualizar en tiempo real todos los datos relevantes del edificio, desde consumos hasta incidencias, y actuar desde cualquier ubicación con los permisos adecuados. Esto permite una toma de decisiones ágil ante eventos críticos.
- Control térmico en espacios críticos: sensores en los CPD activan alarmas si se supera un umbral térmico (por ejemplo, 21 ºC), permitiendo una intervención inmediata. El análisis histórico por semanas u horas ayuda a detectar patrones anómalos y prevenir riesgos.
- Regulación de salas de alta ocupación: en zonas como comedores o salas para eventos, la climatización se ajusta automáticamente según la ocupación detectada, evitando disconfort y sobreconsumo. También en vestuarios se programa la temperatura según franjas horarias y estaciones.
- Estación meteorológica en terraza: conectada con la app, gestiona automatismos como apertura/cierre de pérgolas en función del viento o la lluvia, y controla la iluminación exterior según la luz natural disponible.
- Control de iluminación por zonas: el sistema permite gestionar intensidad, horarios y funciones como “Hola/Adiós” (encendido/apagado general) con ajuste automático del alumbrado de seguridad. Además, el sistema dispone de la funcionalidad programada del apagado total del edificio lo que imposibilita que las luces queden encendidas a partir de una hora con el consiguiente ahorro energético.
- Seguridad activa: la app controla accesos críticos, como puertas de garaje y persianas de áreas técnicas, garantizando el cierre seguro fuera del horario de oficina.
- Uso eficiente de espacios: un sistema de conteo IoT permite conocer la ocupación en tiempo real de áreas clave como vestuarios o zonas comunes, mejorando la experiencia y evitando saturaciones.
- Sensores ambientales: cada planta cuenta con sensores que miden temperatura, humedad y calidad del aire, asegurando niveles óptimos para el bienestar.
- Reciclaje eficiente: mediante centros de reciclaje agrupados por planta y zona de uso, se facilita la recogida separativa y se optimiza el tiempo del personal de limpieza.
Este enfoque aplicado en nuestro propio edificio nos permite validar soluciones, detectar mejoras y demostrar cómo la automatización inteligente puede llevarse a cabo con impacto real y sostenible.
Sistemas abiertos, interoperables y escalables
Un elemento clave para que la automatización inteligente genere impacto a escala es el diseño de arquitecturas abiertas e interoperables. Muchas organizaciones se enfrentan a entornos fragmentados: BMS propietarios, sensores heterogéneos, sistemas de climatización aislados o plataformas de gestión energética no conectadas entre sí. Nuestro enfoque se basa en construir capas de integración estandarizadas y aplicar principios de platform engineering que permitan una orquestación centralizada, pero con ejecución distribuida.
Esto se traduce en menor complejidad para los equipos de operación, una experiencia unificada para los usuarios del edificio y la posibilidad de escalar nuevas funcionalidades o integrar servicios adicionales sin rehacer la infraestructura técnica.
Automatización como motor de sostenibilidad
La sostenibilidad no es una consecuencia colateral de la automatización: es uno de sus principales motores. La automatización inteligente permite identificar patrones de ineficiencia, reducir el consumo fantasma, evitar sobreconsumos innecesarios y alinear el funcionamiento del edificio con criterios de eficiencia y confort. Además, permite avanzar hacia modelos de gestión energética proactivos, donde el edificio no solo consume menos, sino que lo hace en los momentos más eficientes desde el punto de vista económico y medioambiental.
En Paradigma hemos acompañado a organizaciones del sector energético en la creación de modelos de optimización multiobjetivo, que equilibran confort, consumo, emisiones y costes operativos. Gracias a nuestras capacidades de analítica avanzada, podemos construir sistemas de decisión que integran estos factores y recomiendan en cada momento la mejor acción.
Cambio cultural y tecnológico centrado en las personas
Sin embargo, el éxito de la automatización no depende exclusivamente de la tecnología. Es imprescindible acompañar estos procesos con un cambio cultural que promueva el uso de datos, fomente la colaboración entre áreas técnicas y de negocio, y empodere a los equipos de operaciones con herramientas que generen confianza y visibilidad.
Diseñamos con el cliente no solo la solución técnica, sino también los flujos de trabajo, los KPIs y la forma de medir el impacto. Esto nos permite que las soluciones no solo funcionen, sino que se utilicen, se escalen y se mejoren de forma continua.
Automatización inteligente: del piloto a la estrategia
La clave para que la automatización inteligente transforme verdaderamente la gestión energética es superar la fase de piloto y convertirla en estrategia. Desde Paradigma trabajamos con nuestros clientes en construir plataformas modulares que puedan escalar de un edificio a una red completa, integrarse con sistemas energéticos y corporativos, y convertirse en activos críticos dentro del viaje hacia la sostenibilidad y la excelencia operativa.
En un mundo donde los edificios deben ser no solo eficientes, sino también adaptativos, conectados y resilientes, la automatización inteligente es mucho más que una tendencia: es una decisión de futuro.







