El elevado ritmo de digitalización ha permitido llevar a un siguiente nivel el paradigma de Industria 4.0. ¿Cuáles diría que son los retos y beneficios más destacados de la Industria 5.0?
La Industria 5.0 promueve el bienestar humano, la sostenibilidad y la resiliencia, como propósitos esenciales para el futuro del sector. Además, promueve una tecnología más transformadora, logrando que ese cambio se acelere.
Un aspecto fundamental es que devuelve el protagonismo a los trabajadores que intervienen en el tejido productivo o en la transición hacia modelos más sostenibles. Los beneficios de este empoderamiento son múltiples:
- mejora de la seguridad,
- reducción de costes,
- una industria más competitiva en nuevos mercados,
- mayor atracción y retención del talento, o
- una formación más adaptada.
Una aplicación práctica es el concepto de Circular Manufacturing: el conjunto de estrategias que alargan el ciclo de vida de los productos, gracias a la reutilización, reciclaje, refabricación y rediseño, tanto de los productos como de los materiales que se utilizan, para minimizar el desperdicio.
¿Cuál es la aportación de las tecnologías digitales en la economía circular?
Conforme al estudio del World Manufacturing Foundation publicado en 2021 y nuestra experiencia en Helios, Vidrala y Neoelectra (premiadas en los enerTIC Awards 2021), las tecnologías digitales son claves para los objetivos de la economía circular y en particular para:
- el rediseño de los productos,
- el desarrollo nuevos procesos productivos, y
- la implantación de nuevos modelos de servicio.
De todas las tecnologías, destaca la importancia de la Analítica Avanzada, IA y ML como tecnologías no sólo conseguir mantenimientos predictivos sino para:
- mejorar las predicciones de demanda y precio,
- optimizar los procesos de prototipado y pruebas, y
- transformar los procesos de fabricación y logística de modo que sea viable la reutilización de componentes, el reciclaje de materiales y la refabricación.
Otra tecnología clave es IoT, cuyo objetivo tampoco ya se limita a monitorizar el proceso de fabricación, sino que los sensores en productos monotorizarán la experiencia de usuario, con diversos beneficios:
- mejorar la trazabilidad de los materiales (o incluso del agua y los recursos energéticos empleados) y con ello dar garantías sobre los criterios de sostenibilidad con los que se ha fabricado el producto,
- entender el uso que se da a los productos para mejorar su diseño, con materiales más sostenibles,
- medir los fallos en los productos durante su uso evitando que se reproduzcan en siguientes órdenes de fabricación, etc.
Con todo, conseguir los cambios y resultados deseados pasa por proyectos transversales y multi-tecnología, donde no sólo Analítica e IoT son importantes sino Cloud, Edge Computing, Digital Twins, Blockchain o un ERP de última generación, por poner sólo unos ejemplos, son elementos igual de importantes.