- La infraestructura implica una inversión total de más de 12,5 millones de euros
ENGIE España es la compañía energética encargada de realizar la construcción y explotación de una nueva central y red de calor en base a biomasa en Pamplona. Un proyecto emblemático para la capital navarra ya que supondrá suministrar calor a 4.500 viviendas y varios edificios públicos del barrio de La Txantrea y con el que el Gobierno de Navarra, en colaboración con el Ayuntamiento de Pamplona, ponen en marcha un ambiciosos plan de eficiencia y rehabilitación energética.
Con este novedoso proyecto, ENGIE se consolida como una de las compañías líderes en nuestro país en el desarrollo de redes urbanas de frío y calor. Un tipo de instalaciones energéticas donde en zonas de España como Cataluña, Aragón y Castilla y León su posicionamiento está consolidado y reconocido.
Eficiencia energética con una gestión inteligente
El proyecto diseñado en Pamplona se basa en un sistema de distribución cuya primera fase entrará en funcionamiento en 2021 con una capacidad de 14,5 MW de producción térmica. Posteriormente esta potencia se duplicará, en una segunda fase, hasta alcanzar los 29 MW.
La nueva red de distribución de calor, que irá enterrada en una zanja, será la vía para transportar la energía desde la central de producción hasta los puntos de intercambio en los edificios o grupos de calor existentes. En total, el trazado se desplegará a lo largo de 4,5 kilómetros, pudiéndose ir ampliando en función de la demanda.
Este proyecto en Navarra destaca, especialmente, por su gran sostenibilidad y por ser una contribución solvente al ineludible reto de la transición energética y la adaptación al cambio climático del parque residencial en ciudades grandes.
En este sentido, su gran fortaleza es la utilización en un 90% de biomasa forestal como fuente de energía renovable y alternativa a los actuales combustibles fósiles. Gracias a esta fuente orgánica local se disminuye la dependencia energética exterior, además de ser neutra en emisiones de CO2.
En el ámbito laboral, el uso de biomasa forestal facilita la generación de empleo local en el ámbito rural y mejorar la calificación energética de todas aquellas viviendas conectadas.
Y, de cara a los usuarios, otras numerosas ventajas medioambientales y económicas son la rebaja de la factura de gas y eléctrica, la garantía de suministro mediante despliegue de medios redundantes, la seguridad y monitorización en tiempo real del proceso de producción de energía calorífica, así como liberar a los edificios de equipos propios evitando ruidos, vibraciones, tareas de mantenimiento, averías o reinversiones para reposición de maquinaria.
La infraestructura implica en su conjunto una inversión total de más de 12,5 millones de euros. cofinanciados dentro del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional 2014-2020 de Navarra. por su importante apoyo a la eficiencia energética, la gestión inteligente de la energía y el uso de energías renovables.