¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?
Sin duda alguna: estamos en un momento clave para el proceso de transición ecológica y las empresas del sector eléctrico en concreto jugamos un papel fundamental. Nuestro impulso es esencial para lograr la transformación de nuestro modelo energético hacia uno más sostenible basado en las renovables.
El caso de Redeia es evidente: a través de nuestro principal bastión, Red Eléctrica, somos la columna vertebral de la transición ecológica en España. Esto es así porque nuestra misión consiste en garantizar un suministro eléctrico de calidad y cada vez más renovable.
Lo hacemos tangible, por ejemplo, mediante nuestro Centro de Control de Energías Renovables (Cecre), que permite maximizar la integración de renovables de manera segura en el sistema. Gracias a su labor, España ya puede arrogarse el título de referente mundial en la integración de estas energías limpias. A 31 de octubre, más del 49% de la producción de electricidad en España en el año se había realizado con estas fuentes. También, por supuesto, materializamos nuestra misión reforzando la red de transporte de electricidad. Son desarrollos imprescindibles para que los nuevos contingentes renovables se conecten a la red. La hoja de ruta de estos desarrollos es la Planificación eléctrica vigente, vinculante para Red Eléctrica y esencial para avanzar en los objetivos marcados en el PNIEC.
¿Qué papel juega la tecnología en conseguir que edificios/instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
La tecnología siempre ha sido uno de los principales motores de cambio. Y en el momento actual, marcado por estos dos grandes procesos de transformación (transición ecológica y digital), la innovación tecnológica incrementa, aun más si cabe, su carácter estratégico. Nos brinda oportunidades de ser más versátiles y eficientes, y de ofrecer respuesta a los retos actuales y futuros.
La vinculación de Redeia con la innovación tecnológica se remonta a nuestros orígenes. Siempre ha estado en nuestro ADN. El ya mencionado Cecre fue un centro pionero cuando se creó en el 2006, el primero en el mundo en dedicarse en exclusiva al control y gestión de energías renovables. En estos casi 40 años de trayectoria, son muchos los hitos tecnológicos impulsados desde Redeia y Red Eléctrica en el ámbito energético.
Pensando en la eficiencia, por ejemplo, destaca la implantación de dispositivos DLR (Dynamic Line Rating) que estamos llevando a cabo en la red de transporte. Se trata de una forma novedosa de operar los circuitos eléctricos para calcular en tiempo real su capacidad de transporte – y aprovecharla mejor – en función de las condiciones meteorológicas existentes en cada momento. El proyecto incorpora modelos de inteligencia artificial que utilizan técnicas de machine learning.
Este es tan sólo un ejemplo de las muchas innovaciones que llevamos a cabo. Pero tampoco podemos olvidar que la tecnología es también un aliado esencial para ayudar a los ciudadanos a convertirse en protagonistas indiscutibles de la transición ecológica. Lo impulsamos desde Red Eléctrica a través de redOS, nuestra app premiada por enerTIC recientemente, que ofrece información en tiempo real sobre el sistema eléctrico y permite comprobar el avance de la transición. Una app que está en continua evolución para mejorar el servicio que ofrece al ciudadano.
¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico?
La tecnología avanza a gran velocidad y es necesario adaptarse a esta corriente creciente. Redeia ha sido siempre una empresa que ha utilizado la tecnológica como un motor, por lo que estamos plenamente alineados con los nuevos desarrollos en la actualidad.
En el contexto global, señalo dos grandes retos. Por un lado, el de la ciberseguridad. Sabemos que la digitalización es imprescindible para que las empresas sean relevantes y competitivas, pero eso también requiere que se doten de herramientas y procesos suficientes para proteger sus activos y los servicios que ofrecen. Es algo que en Redeia realizamos con mucho sentido de la responsabilidad.
El segundo gran reto que destaco es ser capaces de aprovechar todas las oportunidades que ofrecen los nuevos desarrollos tecnológicos. La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y el gran desafío es saber adaptarse de manera ágil y práctica. Me refiero, por ejemplo, a las ventajas que ofrece la IA. Pero también debemos tener en cuenta que son innovaciones que hay que acometer siempre desde la ética y el cumplimiento de las normativas, algo fundamental en el caso de las infraestructuras críticas.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Estamos trabajando de manera adecuada para que España logre cumplir con los objetivos marcados. El avance es evidente. En el horizonte, tenemos actualmente ese 81% de energías renovables en el mix eléctrico en el 2030 que contempla el PNIEC. Es un gran desafío, pero no hay duda de que estamos dando los pasos necesarios para conseguirlo. Por supuesto, estoy firmemente convencido de que la tecnología habrá sido fundamental para que el país avance en sus objetivos de descarbonización.