¿Está España preparada para cumplir con los retos del Horizonte 2030?
Afrontar proyectos de esta complejidad suponen una gran oportunidad y un gran reto para un país, es cierto que nos queda mucho aún por hacer, no sólo en el sector público sino como sociedad en su conjunto. Pero tenemos una hoja de ruta donde la tecnología es la herramienta que nos ayudará a llegar a la fecha con los deberes hechos, de una forma eficiente y demostrable.
¿Qué papel juega la tecnología en conseguir ciudades más eficientes energéticamente hablando?
Lo primero que nos permite la tecnología actual es medir con mucho detalle. Si antes podíamos saber los niveles de consumo energético de una instalación en la ciudad (sobre un edificio o en calle, por ejemplo), ahora las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones, posibilitan saber cuánto consume cada componente de cada instalación e incluso detectar problemas antes de que estos se produzcan. De esta manera podemos optimizar las inversiones en eficiencia energética, o anticiparnos a episodios de contaminación, por ejemplo, y conseguir mejores impactos con los recursos.
¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
Claramente el internet de las cosas y el Big Data. En Valladolid estamos utilizando de forma intensiva el Big Data para entender mejor, entre otros aspectos, la movilidad en nuestra ciudad y ser capaces de reaccionar ante situaciones complejas como episodios de alta contaminación.
Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?
Creo que este proceso de transformación debe ser colaborativo y de hecho se está desarrollando de manera conjunta. Por un lado las empresas traducen la evolución tecnológica en soluciones concretas, y por otro, la Administración está promoviendo ciertas reglas (Esquemas Nacionales de Seguridad e Interoperabilidad o la norma UNE de ciudades inteligentes, entre otras) y lanzando proyectos desde todas las instancias, pero principalmente desde las ciudades que hacen uso de dichas tecnologías. En nuestro caso, en Valladolid, hemos firmado un protocolo de colaboración con las asociaciones de empresas del sector digital Data Economy y Alastria y estamos inmersos en varios proyectos de innovación, como S2CITY, con el que dispondremos de una plataforma de ciudad que nos va a permitir conocer y analizar los servicios públicos desde diferentes ámbitos.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Me gustaría que pudiéramos poner en valor la privilegiada posición de nuestro país en cuanto a recursos de energías renovables y que debíeramos ser capaces de utilizar, al menos, al mismo nivel que otros países de nuestro entorno con los que nos comparamos en otros aspectos como el laboral o el financiero. Sólo con que estemos al mismo nivel porcentual en mix energético de energías renovables sería un gran logro. Para esto, es importante que haya una implicación desde la Administración. Desde Valladolid estamos comprometidos con la descarbonización de la ciudad, impulsando acciones contundentes en este sentido.