¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?
Estamos ante un punto de inflexión, muy ilusionante, que no podemos dejar pasar. Coinciden varios factores, ya que estamos terminando de doblegar la pandemia como país y se van a activar los planes de recuperación a través de los fondos NEXT GENERATION EU, que se presentan como el elemento catalizador para alcanzar los retos de la agenda 2030.
Las compañías energéticas tradicionales, son el garante de la estabilidad de nuestro sistema energético, y su papel en la transición es protagonista. Ellas deben marcar la pauta en un entorno de colaboración público-privada, ya que la inversión necesaria para transformar el modelo energético, desde desarrollar un nuevo mercado, hasta crear unas redes eléctricas resilientes, es demasiado alta para que lo hagan por sí mismas.
¿Qué papel juega la tecnología en conseguir instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?
La tecnología se ha convertido en la piedra angular para facilitar la transición energética, que aporta eficiencias no sólo energéticas, sino también en costes que facilitan la generación de un modelo sostenible, que no tenga que dotarse de recursos económicos externos para su pervivencia.
Las tendencias son múltiples, hay una que destaca que es la que une el plano físico y el digital, difuminando las barreras entre ambas, que en Minsait las hemos agrupado bajo el concepto Phygital. Adicionalmente las tendencias que irrumpen con más fuerza van desde la digitalización de la toma de decisiones de la operación de la red, donde entramos con ejemplos como CT 4.0 o Subestación Inteligente, la inclusión de herramientas que aporten flexibilidad energética, que nos dote de alternativas a la hora de satisfacer la demanda, la digitalización E2E de procesos complejos, como por ejemplo el proceso de diseño de la ingeniería de obras, la digitalización de operaciones de campo, etc… En todas estas líneas estamos trabajando desde hace varios años en Minsait, para que hoy no sean proyectos de I+D, sino realidades con las que estamos abordando las primeras etapas de industrialización.
¿Considera que se puede mejorar la posición competitiva de las organizaciones con la implantación de Tecnologías de la Información y Comunicaciones? ¿y en lo referente a competitividad energética?
Desde Minsait, pensamos que más allá de mejorar la posición competitiva del tejido empresarial existente, algo de lo que ya estábamos convencidos, estamos ante grandes transformaciones del sector en las que, si marcamos la pauta como país, generaremos nuevas empresas altamente competitivas. Pongo un ejemplo claro, cuando el regulador español incentivó el despliegue de los SMART METERS, además de situar a España en cabeza en el ámbito de la telemedida, se generaron muchas empresas (fabricantes, laboratorios…) que fueron pioneras en su momento y hoy son referentes mundiales.
Por otro lado, el cambio de modelo energético, apoyado sobre todo en la flexibilidad, redundará en un importante ahorro energético y de costes, que se debería trasladar directamente al precio del kWh.
¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?
Desde el mercado de energía de Minsait trabajamos codo con codo con las principales empresas del sector. En general la concienciación de nuestros clientes, en materia de eficiencia energética es muy alta, y lo apreciamos cada vez más en la demanda y en los retos que nos están solicitando.
Detectamos una mayor demanda en los proyectos que tienen un alto componente innovador, y una apuesta por la sostenibilidad medioambiental, que nos llega de múltiples formas y estamos abordando, desde propuestas que giran en torno al autoconsumo y el ahorro energético, como edificio sostenible, clara apuesta por la flexibilidad que estamos abordando con I-DE y con ENEL, hasta un proyecto innovador de detección de incendios en fase temprana, que consta de un dispositivo IoT dotado con Inteligencia artificial que se instalará en redes de distribución, que estamos llevando a cabo con UFD.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Nuestra firme apuesta es Desarrollar un Modelo nacional para la integración de los recursos energéticos distribuidos, y ha sido nuestro proyecto estrella como respuesta a las diferentes llamadas que se han realizado desde los ministerios para presentar los proyectos NEXT GENERATION UE.
Hemos presentado un Proyecto País donde contamos con el apoyo de un consorcio de más de 40 empresas que cubren toda la cadena de valor.
El proyecto se resume en tres grandes líneas estratégicas: Una red de distribución resiliente, dotándola de sensorización y capacidades de telecontrol y automatización en la media y baja tensión, un mercado completamente flexible, que contempla la adopción de los nuevos actores, y una plataforma global que integre a todos los agentes de la cadena de valor.
En resumen, si somos capaces de emprender un proyecto estratégico como el que hemos presentado, llegaremos al 2030 con los deberes hechos y eso aportará innumerables beneficios para el sector energético y para la marca España.
Minsait an Indra Company
Global Head of Transmission & Distribution Grids
