Gustavo Sandoval, además de Head of AI, IoT & Smart Industry de knowmad mood, es presidente del Comité “Tecnologías disruptivas en el Sector Industrial para la mejora de la eficiencia energética y sostenibilidad” de la Plataforma enerTIC. Desde la posición que le confieren ambas responsabilidades y prácticamente a las puertas de una nueva edición del Smart Energy Congress el próximo mes de octubre, el experto comparte su diagnóstico del papel de las TIC en el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 en España.
¿Está España a un buen nivel de aplicación de las TIC de cara a cumplir los objetivos de sostenibilidad y transición energética?
Creo que ha habido un impulso importante en los últimos años en la aplicación de las TIC enfocadas a la sostenibilidad y transición energética. España siendo, además, una pionera en energía renovable, tiene ejemplos de aplicación justamente aplicados en este ámbito. Por ejemplo, el uso de IoT, big data, modelos predictivos para optimizar la generación de energía renovable, cómo se integra en la red… Esto nos lleva a las redes inteligentes, donde España ha sido pionera en su implementación para gestionar la eficiencia energética, motivado también por este impulso de las renovables. Estamos ante una transición hacia redes smart grid, redes mucho más deslocalizadas, más flexibles, que tienen que ser capaz de absorber toda esta producción deslocalizada, así como el consumo con lo que viene del vehículo eléctrico y toda la movilidad eléctrica.
Por otro lado, en el ámbito de las smart cities y el smart building también se han desarrollado bastantes iniciativas para promover edificios que con IoT son capaces de monitorizar distintos parámetros que van enfocados a esa reducción de consumo energético. Nosotros, por ejemplo, desde knowmad mood, hemos ayudado con visión artificial para detectar ocupación de edificios y fábricas. Con IoT estás capturando los consumos, con visión artificial, qué ocupación hay y tienes un algoritmo que te permite optimizar el uso energético de cara a la calefacción, el aire acondicionado, etcétera, o iluminación.
Ha mencionado varias tecnologías. Por ejemplo, la Inteligencia Artificial (IA) está ahora en todas las conversaciones, pero ¿tenemos ya casos de uso extendidos en este ámbito de sostenibilidad?
Cuando hablamos de IA hay que precisar que es un concepto muy amplio donde hay muchas subtecnologías, como la visión artificial, que se usa hace mucho y es una tecnología bastante madura, o modelos de Machine Learning (ML) que se están utilizando desde hace tiempo para hacer predicción, clusterización, y aquí tenemos casos de predicción de la demanda energética. Hay muchos casos de uso y son tecnologías bastante maduras. Sí que es verdad que cuando hablamos de la IA generativa entramos en un terreno donde todavía no hay el grado de madurez como para encontrar casos de uso muy impactantes.
En la IA más tradicional, tenemos desde esa optimización y predicción de la demanda energética, alimentando a los algoritmos con datos de climatología, con el estado de presas, etc. para estimar qué producción va a haber y buscando el equilibrio, gestionando mejor la red. También encontramos casos de uso en la eficiencia en el transporte y logística con la optimización de rutas de transporte o con el mantenimiento predictivo de las flotas. Nosotros hemos ayudado a Exolum en un proyecto, que presentamos en el Smart Energy Congress del año pasado, para desplegar casos de uso de IA para mantenimiento predictivo y detección de fugas de combustible.
También hay ejemplos de IA aplicada a la gestión de residuos, desde lo que sería identificar y clasificar residuos combinado IA con sensores NIR (Sensores Espectrales de Infrarrojo Cercano, por sus siglas en inglés) para la medida de la humedad que hay en los residuos, a optimizar las rutas de recolección de residuos; o en la agricultura, para monitorizar cultivos y predecir producciones. Tenemos un cliente, por ejemplo, que se dedica a la producción de biofertilizantes y está trabajando mucho en IA para desarrollar modelos que permitan, ya no solo predecir cosechas, sino recomendar a los agricultores en base a climatología, suelos… cuál es el mejor producto para ellos y optimizar la producción.
El problema, hasta la fecha, de la IA es que consume más energía de la que contribuye a ahorrar en los centros de datos, tal y como demuestran las últimas estadísticas de la Agencia Internacional de la Energía. ¿Cuándo se revertirá esa tendencia?
Las proyecciones hablan de 5 años, de entre 5 y 10 años, para que el grado de madurez de las tecnologías permita que el ahorro que consigamos sea mayor que lo que se ha consumido. Yo creo que aquí hay varios vectores. Por un lado, cuando hablamos de estas tecnologías, tenemos que pensar en todos los centros de datos necesarios para el entrenamiento de los propios modelos. Entonces, uno de los vectores es la eficiencia energética de esos propios centros. Y aquí se está trabajando mucho y empresas como Google o Nvidia están desarrollando hardware específico, chips cada vez más avanzados y más eficientes energéticamente, por lo que todo el consumo energético destinado a entrenamiento va a ir bajando. Los vatios necesarios para conseguir el mismo entrenamiento cada vez van a ser menores. Además, se está investigando continuamente sistemas de enfriamiento; prácticamente todos tienen sistemas por inmersión en líquido de una fase y se está trabajando en dos fases.
Asimismo, los propios algoritmos van a ser más eficientes, con modelos que van a consumir menos, tanto en la fase de entrenamiento como en la fase de inferencia, que es donde va a estar ese algoritmo funcionando más tiempo, reduciendo así el consumo energético. No podemos olvidar tampoco el uso de energías renovables, si las incorporo en los centros de datos y compenso la emisión de carbono, también estoy consiguiendo reducir el impacto.
Todo esto nos lleva a estas predicciones que hablan de unos plazos de 5-10 años, algo que podría acelerarse con lo que la tecnología avanza. En este camino diría que también es muy importante la selección de los casos de uso. A lo mejor hay que ser cuidadosos a la hora de elegir el caso de uso, porque hay casos de uso que tienen mucho impacto energético.
Ha mencionado otras tecnologías como IoT y los sensores, ¿pero qué hay de los gemelos digitales?
Ya se están aplicando aunque, como siempre, hay margen para crecer y mejorar. Se están utilizando mucho en la Industria 4.0. Dependiendo lógicamente de los sectores, vas a encontrar algunos como el sector de automoción, donde ya se utilizan desde hace mucho tiempo y están muy incorporados no sólo en la cadena de producción, sino también en el diseño del propio producto. Otras industrias los están incorporando y vemos cada vez una mayor demanda de este tipo de tecnologías. Por ejemplo ahora acabamos de ayudar a una empresa del sector del vidrio a desarrollar el gemelo digital de todas las líneas de laminado para, primero, detectar o solventar un cuello de botella que había en un punto de su línea, y, segundo, extender a toda la planta el propio modelo digital, acoplado con IA, para poder planificar la producción.
En las plantas energéticas también se están utilizando gemelos digitales a distintas escalas, desde lo que puede ser el gemelo digital de una turbina de gas para poder optimizar su funcionamiento simulando el modelo termodinámico. También se aplican en la gestión de recursos hídricos desarrollando gemelos digitales para optimizar el uso de estos recursos en edificios, detectando situaciones anómalas.
Otro de los aportes de las TIC al medio ambiente es la trazabilidad y métricas que aporta de consumo, algo que hoy por hoy no está al alcance de todas las empresas…
Está claro que lo importante para poder mejorar es medir y monitorizar y hacer seguimiento de métricas, porque si no sabes cómo estás es imposible detectar que tienes un problema y luego cómo mejorarlo. La legislación europea que ya llega está acelerando el proceso, aunque hay dos velocidades. Las grandes empresas multinacionales son líderes en estos aspectos, habiendo sido muy proactivas, adelantándose a esta legislación y teniendo desde hace tiempo sus métricas, KPIs, indicadores, seguimiento… y les está resultando mucho más fácil adaptarse. Y luego, por otro lado, están las pequeñas y medias empresas; algunas más innovadoras también se han sumado a esta tendencia proactiva y han actuado antes, pero otras no y ahora tienen que empezar a implementar esas métricas. La lectura positiva es que está habiendo una democratización de la tecnología que permite a estas pymes adaptarse, además de todas las ayudas que hay para acceder a estas tecnologías y transformar los procesos y sistemas.
En esa órbita de ayudas, ¿cómo valora las políticas de financiación a las empresas y la ejecución de líneas como los Fondos Europeos Next Generation?
Digamos que se ha hecho una gran apuesta por ayudar a distintos sectores, entre ellos el sector industrial, el sector energético, la agricultura… con ayudas, fondos y financiación europea. Europa ha hecho una apuesta muy valiosa al poner en marcha todas estas ayudas aunque, como siempre, hay margen de mejora. Tal vez ha habido un exceso, a veces, de burocracia, de la que nos comentan que es compleja. Lógicamente una gran empresa puede contar con más recursos, pero una pyme tiene más complicado tener una persona especialista en ESG que esté al tanto de todo. Puestos a mejorar, habría que reducir esa complejidad y burocracia, así como garantizar esa igualdad de la distribución de las ayudas porque, al final, son un impulso a la transformación digital y a la competitividad de las empresas.
¿Hasta qué punto el cambio cultural sigue siendo una asignatura pendiente de España en esta materia?
Fíjate que nosotros, dentro de knowmad mood, tenemos varias líneas de negocio; yo por ejemplo llevo la línea de negocio del IoT, lo que llamamos SmartX, que sería el concepto de Industria 4.0 aplicado de distintos sectores (Smart Energy, Smart Retail…), y tenemos una línea específica enfocada a la transformación cultural. ¿Por qué? Pues porque en todo proyecto tecnológico, sea el que sea, tiene un componente crítico en el desarrollo de ese proyecto y ayudamos a nuestros clientes en ese proceso de transformación. Es verdad que en España hay un tejido empresarial rico, pero que tal vez no ha trabajado lo suficiente ese cambio generacional que tienen que tener las empresas hacia una cultura de apertura al cambio y adoptar nuevas tecnologías.
Por otro lado, asociada a ese cambio cultural, también tiene que haber una capacitación. Se tiene que dotar a las personas de habilidades digitales, porque muchas veces la falta de esa capacitación suele ser parte de esa resistencia al cambio. Es preciso seguir promoviendo esa cultura de colaboración e innovación constante y, sobre todo, cooperar entre empresas, organismos públicos, entre las empresas en clústeres de innovación.
¿Cómo valora iniciativas como la Plataforma enerTIC y su próximo Smart Energy Congress?
Creo que la Plataforma enerTIC y su Smart Energy Congress tienen un impacto muy positivo en el contexto de la digitalización, la transformación cultural que hablábamos y la sostenibilidad. Puedes asistir a charlas donde vas a ver esas buenas prácticas que se han trabajado en distintas comisiones. Yo, por ejemplo, soy presidente de la Comisión de Industria y trabajamos en buenas prácticas para que ayuden al sector industrial en este entorno. Supone una ayuda a la sensibilización y a la educación en el ámbito de la sostenibilidad y la eficiencia energética, lo que contribuye ese cambio cultural que hablábamos.
Creo que es muy importante también todo el impulso que se quiere dar a la transformación digital. Al final todas las TICs son la clave para hacer innovación, con tecnologías como IoT, IA, los gemelos digitales… que van a permitir conseguir esos objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética. Es muy importante poder escuchar de primera mano testimonios, poder hablar con otras empresas que ya han iniciado o ejecutado alguna iniciativa. Creo que eso es inspirador para empresas que tienen la preocupación pero, tal vez, no han podido todavía abordar estos temas o no saben por dónde empezar. Asistir a estos eventos y congresos es muy importante para que tengas un referente y escuchar de boca del CEO, del responsable de innovación, cómo han implementado en su empresa este cambio, eso es muy valioso. Así que recomiendo mucho participar, asociarse a enerTIC y, por supuesto, acudir al Smart Energy Congress, que es el congreso por excelencia enfocado a sostenibilidad y eficiencia con la tecnología.
knowmad mood
Head of AI, IoT & Smart X
