Entrevista
17 junio 2019

Entrevista a José Antonio Teixeira, Director en el área de Utilities en everis

La reducción de consumo energético en cualquiera de los sectores es estratégica y fundamental debido a que el resultado que se obtiene de las actuaciones llevadas a cabo es permanente en el tiempo, aportando tanto a las empresas, como a las administraciones, beneficios económicos y un aumento de la competitividad. Además, y como factor intangible pero muy importante, aporta un valor añadido medioambiental.

¿Esta España preparada para para cumplir con los retos del Horizonte 2030?

España, con la puesta en marcha de la Agenda 2030, está generando una alta movilización de todas las administraciones (nacional, autonómica y local)  así como de la ciudadanía, de los actores sociales y las empresas, alrededor de una visión compartida del proyecto. Es absolutamente necesario que el compromiso de España con la

Agenda pase a formar parte de los acuerdos fundamentales entre los entes políticos, económicos y sociales, siendo necesaria una visión a largo plazo y la promoción de la sostenibilidad en su sentido más amplio. El esfuerzo realizado en los últimos años debe refrendarse con la ejecución de un plan claro que permita ir sacando fruto de los pasos importantes que se han estado dando y que han generado que España se encuentre en una buena posición de partida.

Así, en los últimos años España se ha estado preparando para cumplir los objetivos del Horizonte 2030 que buscan transformar el país, enfocándose en los retos reales y marcando objetivos a conseguir en el medio plazo. Este proceso de preparación es lo que nos va a proporcionar un valor diferencial de verdad como país, desde una perspectiva internacional, ya que España debe aspirar a convertirse tanto en un país de referencia para el bienestar social como para la ciencia y la tecnología.

España se encuentra con respecto a Horizonte 2030 en una buena posición para  mejorar la coordinación entre todos los actores participantes. Se han dado los primeros pasos en los que se han definido las prioridades (analizando referencias en otros países) precisando unos primeros objetivos a cumplir y en los que la hoja de ruta continúa profundizando en los objetivos y definiendo acciones concretas. El siguiente paso es que los principales sectores deberían pasar a priorizar la tecnología y la innovación como área estratégica para el desarrollo del país con el fin de alcanzar niveles de madurez mayores.

¿Qué papel juega la tecnología en conseguir instituciones/ciudades/industrias/centros de datos más eficientes energéticamente hablando?, ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?

El papel de la tecnología hoy en día resulta clave y fundamental.  A día de hoy, sin la tecnología, todos lo cambios de modelo de gestión que se están implantando tanto en las administraciones como todos los procesos productivos de las empresas y en la propia sociedad no podrían ser abordados con verdaderas garantías.

Gracias a la tecnología se puede mejorar la eficiencia en la gestión de las infraestructuras y los procesos desde el punto de vista energético. Los  modelos analíticos desarrollados (dispositivos de medida, gestión y control) dan soporte a la toma de decisiones ya que proporcionar un mayor valor al dato, así como a la obtención de unos resultados mucho más óptimos, siendo más precisos para la toma de decisión por parte de todos los actores involucrados en la gestión de los servicios energéticos.

Las tendencias en este ámbito pasan por el uso de sistemas inteligentes que nos ayuden a tomar determinadas decisiones en el ámbito de la Industria 4.0, con el fin de mejorar la eficiencia en el proceso de fabricación. Asimismo se busca una industria más tecnológicamente avanzada e interconectada aprovechando:

  • IoT y transformación digital para la gestión eficiente de los procesos;
  • Cloud Computing para la optimización de los recursos informáticos, y la centralización de servicios,
  • Smart, para la mejora de la eficiencia en la gestión de los servicios públicos como el tratamiento de aguas o electricidad.
  • Big Data e Inteligencia Artificial para el análisis y la aplicación de patrones que, combinados con  la inteligencia artificial proporciona una mayor autonomía en las decisiones que se tomen en cuanto a los cambios a acometer dentro las instalaciones en lo referente a la energía.

Quién considera está impulsando más la adopción de estas tecnologías: ¿Gobierno, proveedores de tecnología, empresas usuarias…? ¿Cuáles son las principales barreras?

En mi opinión todos los actores del proceso, cada uno de ellos dentro de su rol, están impulsando la adopción de todas estas tecnologías, ya que son un elemento fundamental para la mejora en la eficiencia de todos los procesos y por ende, la mejora en la gestión de la energía.

La Administración Pública y los distintos gobiernos, tanto locales, como regionales y nacionales, a través de sus diversas políticas de fomento, están impulsando el uso y aplicación de tecnologías que mejoren la eficiencia energética, tanto con los Fondos FEDER, las diferentes acciones del IDEA, como a través de algunas Diputaciones, gobiernos autonómicos y locales. El papel de la Comisión Europea también resulta muy importante en este aspecto debido a que fomenta la implantación de nuevas tecnologías en los proyectos.

Por la parte del sector privado es evidente que  muchas empresas están invirtiendo en innovación con el objetivo de la adopción de nuevas tecnologías, más eficientes y más económicas, y que permitan dar respuesta a las necesidades del mercado y de los usuarios que cada vez solicitan más este tipo de productos.

Las principales barreras con las que nos encontramos varían en función del ámbito de actuación. Para las administraciones, los cambios legislativos son elementos de freno muy importantes para la adopción de las nuevas tecnologías en sus procesos. En cuanto al ámbito privado los frenos abarcan la búsqueda de acciones innovadoras y la adopción de transformación digital de los procesos que permitan una rápida de rentabilidad de las inversiones.

¿Considera estratégica la necesidad de reducir el consumo energético entre las empresas del sector? ¿Deberían plantearse un Plan con objetivos y tiempos para mejorar la Eficiencia Energética? ¿Cuál debe ser la contribución de la tecnología a este Plan?

La reducción de consumo energético en cualquiera de los sectores es estratégica y fundamental debido a que el resultado que se obtiene de las actuaciones llevadas a cabo es permanente en el tiempo, aportando tanto a las empresas, como a las administraciones, beneficios económicos y un aumento de la competitividad. Además, y como factor intangible pero muy importante, aporta un valor añadido medioambiental.

En cuanto a los planes de actuación en el ámbito de la reducción energética, cada vez es más común que las empresas y las administraciones públicas dispongan de uno enfocado a la mejora de la eficiencia energética de sus instalaciones. Sin embargo, todavía existe un amplio margen de mejora en cuanto a la gestión de la Eficiencia Energética en el sector industrial.

La tecnología tiene un papel fundamental en este objetivo ya que permite mejorar la productividad en base a la monitorización de los procesos, optimizando la gestión así como alcanzando los requisitos de calidad marcados.

¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juegan las compañías energéticas tradicionales en esa transición energética?

Sin duda alguna hoy es un momento clave para la transición energética debido a la creciente demanda de los ciudadanos en cuanto al movimiento verde y la apuesta por las energías renovables. Esto está llevando a un proceso de transición hacia una energía segura, asequible y sostenible que se aleje de los combustibles fósiles altamente contaminantes. Sin duda, la actuación del sistema energético es esencial a la hora de llevar a cabo esta transición y se basa en el acceso a la energía y la sostenibilidad medioambiental.

Las compañías energéticas juegan un papel fundamental en esta transición ya que son, en la mayoría de los casos, las impulsoras y prestadoras de estos servicios y, por tanto, las que pueden proporcionar la palanca de cambio. Todo ello es posible mediante la introducción de nuevos servicios que faciliten la eficiencia energética a sus clientes, así como mediante el uso de energías que provengan de fuentes menos contaminantes y mucho más eficientes.

¿En qué situación de concienciación se encuentran las empresas españolas en materia de eficiencia energética?

Desde mi punto de vista las empresas españolas están altamente concienciadas con la necesidad de reducción de costes, sobre todo en cuanto a lo relacionado con la factura energética, lo que redunda en estar concienciado directamente en materia de eficiencia energética. No obstante, este punto varía en función del tamaño de las empresas, su consumo y su capacidad de invertir con el objetivo de conseguir ratios de eficiencia y rentabilidad a corto plazo. Esto se debe a que en nuestra cultura prima más el corto plazo que el medio/largo plazo en la toma de decisiones y en la elaboración de planes.

Es fundamental priorizar los objetivos energéticos y medioambientales y dotar de los medios necesarios para realizar los proyectos. Vigilar los indicadores de desempeño un aspecto y educar en unos buenos hábitos energéticos a las organizaciones son clave.

¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico? ¿Y el sector industrial?

El sector tecnológico se enfrenta al reto de desarrollar e implantar tecnologías que proporcionen un valor de cambio a las empresas que les permitan mejorar los ratios de eficiencia en sus procesos, de reducción de los costes de producción, así como de una verdadera transformación digital de las mismas.

En cuanto al sector industrial, los retos a los que se enfrenta la industria no solo deben centrarse en la aplicación de las nuevas tecnologías para la mejora de procesos, sino también deben optimizar otras áreas muy importantes de la compañía como son la logística o la gestión comercial mediante el uso de sistemas de análisis y producción.

Conseguir una mayor eficiencia y la obtención de procesos optimizados y rentables se basará en la adopción e implementación de herramientas tecnológicas que faciliten la gestión del mantenimiento. La optimización y automatización de procesos, resolviendo los retos importantes en cuanto a la fabricación avanzada, buscan controlar al máximo elementos como la medición, la planificación de las operaciones o la integración de otros nuevos sistemas y plataformas al sistema productivo. Además, el reto de la tecnología de sensores, la cual resulta esencial, permitirá proporcionar a las máquinas la capacidad de ver, detectar y comunicar de manera inteligente.

¿Qué personas cree que deben estar implicadas en estos temas (CIO, COO, CEO,…)?

Es importante involucrar a toda la cadena de valor de las organizaciones en este tipo de decisiones ya que si la dirección es capaz de transmitir las necesidades que se tienen respecto a la mejora de la productividad y la eficiencia de los procesos; los responsables de tecnología enfocarán mejor la selección de aplicaciones tecnológicas que permitan a las empresas la consecución de los objetivos.

Las tecnologías deben permitir a las organizaciones mejorar de forma considerable sus ratios de eficiencia y para ello es importante que las empresas no tengan que  adaptarse a las tecnologías, sino que debería ser al revés, siendo las tecnologías las que se adapten a la realidad de las empresas. Este es un error que se comete muy comúnmente lo que conlleva que los proyectos fracasen. Es fundamental en proyectos de transformación que participen todos los actores principales de decisión de la compañía, aportando cada uno de ellos su valor.

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José Antonio Teixeira
Director en el área de Utilities en everis