Entrevista
13
Abr
2022

Entrevista a Peter Rawlins, VP Desarrollo de Negocio en Barbara IoT

Si bien el sector industrial está relativamente sensorizado y automatizado, no está virtualizado. La virtualización es una técnica que hace que los entornos informáticos sean independientes de la infraestructura física. Un buen ejemplo de su uso es el gemelo digital.

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¿A qué retos se enfrenta el sector tecnológico en el sector industrial?

Si bien el sector industrial está relativamente sensorizado y automatizado, no está virtualizado. La virtualización es una técnica que hace que los entornos informáticos sean independientes de la infraestructura física. Un buen ejemplo de su uso es el gemelo digital.

El sector industrial puede encontrarse con un gran número de equipos industriales de distintos fabricantes, cada uno con sus particularidades de digitalización y comunicación, y esto dificulta una gestión homogénea y la interoperabilidad entre sistemas.

La incorporación de tecnologías de IT, capaces de crear ecosistemas de microservicios que puedan ser replicables y escalables ayudarán a sortear estas barreras. También puede ayudar a evitar soluciones monolíticas, cerradas en silos, con costes de integración altos.

El principal reto para la introducción de tecnologías IT en el mundo OT es la gran base de equipos legacy instalados, con sus plataformas y servicios asociados. La convergencia IT/OT eventualmente permitirá crear un ecosistema mucho más eficiente para la gestión e interoperabilidad de los activos.

¿Qué papel tienen las TIC y la innovación? ¿Cuáles considera son las tendencias de más relevancia en este ámbito?

No hay duda de que las técnicas TIC están acelerando el proceso de digitalización en el sector industrial.

Cuando hablamos de tendencias en las TICs, vemos el despunte de tecnologías como el Edge Computing y el Edge AI. A nivel técnico esto se traduce en soluciones tecnológicas orientadas a habilitar y gobernar la Computación Distribuida en las empresas, en lugar de tenerlo todo centralizado en un punto.

Según Gartner, para el 2025 se calcula que el 80% de los proyectos de IoT empresarial incorporarán datos procesados mediante Inteligencia Artificial y que el 75% de esos datos serán tratados en el Edge.

Las tecnologías como el Edge Computing están proliferando sobre todo en sectores industriales con activos críticos, al amparo de una estadística abrumadora: más del 60% de las organizaciones industriales no tienen una infraestructura Cloud preparada para poder innovar de manera eficiente.

La Inteligencia Artificial en el Edge se resume como la capacidad de ejecutar algoritmos de inteligencia artificial fuera del Cloud, y más concretamente en dispositivos que se encuentran cerca de los puntos que generan los datos.

En plena era de la información, las empresas que sepan gestionar, procesar en tiempo real e integrar la diversidad del dato allá donde se genera, serán las más competitivas.

En breve asistiremos a proyectos bajo el nuevo paradigma denominado Edge Mesh o red mallada, que permite que las decisiones que toma un nodo edge, pueda estar condicionada por la de otros nodos, ampliando la topología estándar peer-to-peer (P2P) a un concepto de peers-to-peers (Ps2Ps).

Vemos una clara tendencia en este tipo de soluciones y es por ello por lo que el equipo de I+D de Barbara IoT se encuentra actualmente centrado en desarrollar las capacidades de comunicación, gestión de tareas y coordinación entre nodos, que permitan el despliegue de la Inteligencia Artificial Distribuida sobre redes de malla.

¿Estamos hoy en un momento clave para la transición energética? ¿Qué papel juega la digitalización en esa transición energética?

Al igual que la máxima sobre la transformación digital que dice que todo lo que se puede digitalizar será digitalizado, en la transformación energética, se postula que todo lo que se puede electrificar tenderá a ser electrificado.

Esta tendencia a electrificar todo tipo de consumo tradicionalmente relacionado con combustibles fósiles implica una creciente demanda eléctrica. La transición hacía fuentes renovables que son, a la vez, variables e incontrolables creará una presión inaudita para el balance de la red eléctrica en los próximos años.

Estas tensiones pueden resolverse con una inversión del modelo convencional basado en adecuar la oferta a la demanda. El desafío, por lo tanto, para las compañías energéticas tradicionales es incorporar a tiempo y de modo eficaz suficiente flexibilidad energética en el mercado, para permitir adecuar el consumo a la producción.

Para conseguir semejante transformación mañana, Barbara IoT apuesta hoy por dos cosas; (i) dotar a la infraestructura energética y a los recursos distribuidos de una tecnología digital “Smart-Grid-Ready”, es decir, instalaciones habilitadas para su incorporación inminente en la red de energía digital y (ii) por poner a los consumidores en el centro del balance energético mediante un aumento significante en el conocimiento que puedan llegar a tener sobre su propio consumo disgregado diario.

A partir de esta visibilidad informatizada entre productores, comercializadores, agregadores y consumidores, apostamos por el intercambio de información basado en la soberanía del dato. Si a esto añadimos la posibilidad de ejecutar in situ procesos para automatizar la flexibilidad energética, tendremos todos los mimbres necesarios para sentar las bases de la futura red energética digital para todos los agentes que actuarán en ella.

Desde el punto de vista del balance energético, millones de dispositivos conectados permitirán que la demanda satisfaga la oferta, posicionando el consumo y el consumidor como eje fundamental para el funcionamiento del Smart Grid.

¿Cómo se puede lograr un despliegue eficiente de las tecnologías?

La flexibilidad energética requiere la ejecución de un sin fin de decisiones automatizadas en tiempo real, provocando un “data-tsunami”.

Algunas de estas aplicaciones no podrán ser centralizadas y necesitarán procesar la información y ejecutar decisiones en el mismo lugar donde se generan los datos por factores de volumen de tráfico, recursos necesarios y latencias en la transmisión.

Además, una excesiva centralización de los datos y de los procesos haría que el sistema fuera más vulnerable a ataques cibernéticos.

La tecnología de Computación en el Edge permite ciber-securizar los datos desde la fuente de su generación y habilitar acuerdos automatizados de flexibilidad energética directamente entre agentes sin tener que pasar necesariamente por una plataforma en la nube.

La posibilidad de desplegar, gestionar y reconfigurar remotamente esta inteligencia distribuida permite un salto de escalabilidad impensable en un entorno tecnológico clásico basado exclusivamente en la nube.

¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?

Dejando el tema político y económico de la autonomía energética de un lado, se dice que hay que poner el ciudadano en el centro de la transición energética. Convertir consumidores pasivos en participantes activos es un reto del plan marco de la Unión Europea “Energía limpia para todos los europeos en el año 2030”.

Me gustaría ver que en España se haga realidad este empoderamiento del consumidor. Las comercializadoras energéticas deberán poder transaccionar en tiempo real con los consumidores para que una producción variable y limitada se pueda repartir de forma óptima. Sólo de esta manera conseguiremos una “energía limpia para todos”.

Peter Rawlins
Barbara IoT
VP Desarrollo de Negocio