¿Dónde ve oportunidades en la tecnología innovadora para mejorar la eficiencia energética?
Muchas industrias se centran en fabricar productos más eficientes reduciendo el consumo de energía para obtener el mismo rendimiento. Sin embargo, si nos fijamos en lo que contribuye al consumo total de energía, tanto la energía como el tiempo son factores importantes. Por eso cada vez se implantan más sensores para controlar el tiempo que un aparato consume energía. Por ejemplo, la iluminación de los edificios comerciales suele controlarse con sensores de un solo movimiento. Pero esta tecnología es ya un invento de hace medio siglo y controla la luz con mucha lentitud. ¿Cuál es la consecuencia? Los edificios comerciales están continuamente iluminados de la mañana a la noche, lo que a su vez conlleva un elevado consumo de energía. Si nos fijamos en las luces, en lugar de tener un detector de movimiento que deja encendido un garaje durante 10 minutos después del último movimiento, podemos reducir drásticamente el consumo de energía al integrar sensores en cada lámpara y reducir el tiempo de seguimiento a unos segundos. Dado que la iluminación es responsable del 30% del consumo eléctrico, se trata de un factor enorme para ahorrar energía.
¿Y qué barreras ve a la hora de implantar este tipo de tecnologías para reducir el consumo de energía?
Como siempre, los costes. Por desgracia, muchos agentes económicos se centran en lo que le cuesta una solución a corto plazo, en lugar de calcular el ahorro que se puede conseguir a lo largo de la vida útil de un producto de calidad. Poder quitar costes de mantenimiento y gastar menos en la factura de la luz cada año es en la mayoría de los casos más valioso que un bajo precio de adquisición. Como siempre, los costes. Por desgracia, muchos agentes económicos se centran en lo que le cuesta una solución a corto plazo, en lugar de calcular el ahorro que se puede conseguir a lo largo de la vida útil de un producto de calidad. Poder quitar costes de mantenimiento y gastar menos en la factura de la luz cada año es en la mayoría de los casos más valioso que un bajo precio de adquisición.
¿Hay alguna otra tendencia para ser más sostenible que no siempre se cumpla?
Con esta pregunta me viene a la mente la economía circular. Aunque este tema es cada vez más importante, todavía no se pone en práctica. Por ejemplo, en el sector de la iluminación hay muchas empresas que venden lámparas completas. Pero, aunque tenga buen aspecto y sea de bajo coste, una vez que la lámpara deja de funcionar, hay que cambiarla entera. Por eso, parte de nuestro modelo de negocio incluye trabajar con un sistema modular en el que se puede sustituir el tubo y dejar la luminaria.
¿Cómo le gustaría ver a España, energéticamente hablando, en el año 2030?
Apoyo plenamente el objetivo de España de reducir el consumo energético en un 35% a través, principalmente, de la rehabilitación de edificios y viviendas. Personalmente, veo mucho potencial en la calefacción e iluminación de grandes edificios. Por poner un ejemplo claro, a menudo hay garajes enteros iluminados con fluorescentes ineficientes. Sustituirlas por un sistema que ajuste automáticamente la intensidad y duración de la luz a las necesidades reales ahorra de media un 90% de energía. Incluso en contraste con los modernos sistemas LED con detectores de movimiento, ahorramos alrededor de un 50-70% más de energía. Tras una conversión muy sencilla, el sistema se amortiza desde el primer día. En Suiza, esta solución de iluminación es ya bastante común y más de 400 clientes de renombre se han pasado a la iluminación sostenible y energéticamente eficiente. Con la expansión de LEDCity a España, esperamos contribuir al objetivo de España y, al mismo tiempo, alcanzar nuestra visión de reducir el consumo eléctrico utilizando nuestras soluciones hasta tal punto que la producción de electricidad de toda una central nuclear resulte innecesaria. A largo plazo, nuestra visión es reducir el consumo de electricidad para iluminación en un 80% en todo el mundo.