El informe ilustra cómo la UE ha respondido de manera colectiva y efectiva a la agresión de Rusia en Ucrania y a la utilización como arma de su suministro energético, acelerando la transición hacia una energía limpia, diversificando los suministros y ahorrando energía.
El Plan REPowerEU y una serie de medidas legislativas de emergencia garantizaron que Europa evitara las interrupciones del suministro de energía, aliviara la presión sobre los mercados de la energía, los precios y los consumidores, y prosiguiera la reforma estructural de su sistema energético. Estos logros se alcanzaron por medio de la legislación relativa al Pacto Verde Europeo, un mayor despliegue de las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.
La UE también está en el buen camino para cumplir sus objetivos de REPowerEU. De cara al invierno 2023-2024, la UE está mejor preparada para garantizar su seguridad energética gracias a una actuación coordinada para llenar las instalaciones de almacenamiento de gas, a la diversificación de las rutas e infraestructuras de importación de energía, a las inversiones en energías renovables y eficiencia energética y a los esfuerzos colectivos para reducir la demanda de energía.
Cifras clave sobre el estado de la Unión de la Energía:
- Las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE disminuyeron en torno a un 3 % en 2022, alcanzando una reducción del 32,5 % en comparación con los niveles de 1990.
- La UE redujo drásticamente su dependencia de los combustibles fósiles rusos eliminando gradualmente las importaciones de carbón, reduciendo las importaciones de petróleo en un 90 % y disminuyendo las importaciones de gas de 155 000 millones de metros cúbicos en 2021 a alrededor de 80 000 millones en 2022 y a unos 40 000-45 000 millones en 2023.
- La UE redujo su demanda de gas en más de un 18 % en comparación con los cinco años anteriores, lo que supuso un ahorro de unos 53 000 millones de metros cúbicos de gas.
- Las instalaciones de almacenamiento de gas se llenaron hasta el 95 % de la capacidad antes del invierno de 2022-2023 y actualmente su nivel de llenado supera el 98 % de cara al próximo invierno.
- La Plataforma de Energía de la UE organizó tres rondas de compra conjunta de gas, que permitieron agregar 44 750 millones de metros cúbicos de demanda y establecer una correspondencia con los 52 000 millones de metros cúbicos de las ofertas de suministro.
- 2022 fue un año récord para la nueva capacidad solar fotovoltaica (+ 41 GW), lo que supone un incremento del 60 % respecto a 2021 (+ 26 GW). La nueva capacidad eólica terrestre y marina fue un 45 % superior a la de 2021.
- En 2022, el 39 % de la electricidad se generó mediante energías renovables, y en mayo la energía eólica y solar superaron por primera vez a los combustibles fósiles en la generación de electricidad de la UE.
- Se acordaron objetivos legislativos de un porcentaje mínimo del 42,5 % de energías renovables en la UE de aquí a 2030, con la ambición de alcanzar el 45 %. También se incrementaron los objetivos de eficiencia energética para reducir el consumo final de energía en un 11,7 % de aquí a 2030.
Retos y oportunidades futuros
Aunque hayamos podido dejar atrás los peores efectos de la crisis energética, el informe recalca que no debemos bajar la guardia. La UE debe seguir garantizando una energía asequible, segura y accesible para los hogares y mejorar la competitividad industrial y económica de su industria, apoyando las inversiones en tecnologías limpias.
Si bien los precios del gas alcanzaron su máximo en agosto de 2022 en 294 €/MWh, cayeron a una media de 44 €/MWh entre enero y junio de 2023. Los precios de la electricidad alcanzaron un máximo de 474 €/MWh en agosto de 2022 y cayeron a una media de 107 €/MWh entre enero y junio de 2023.
La Comisión sigue prestando especial atención a los precios de la energía para los ciudadanos y la industria, y ha publicado una Recomendación sobre la pobreza energética y facilitado la elaboración de una declaración conjunta sobre la mejora de la protección de los consumidores entre las principales partes interesadas del sector de la energía.
Con un sólido marco legislativo de la UE en gran medida ya en vigor, los Estados miembros deben cumplir sus compromisos compartidos, y los planes nacionales de energía y clima son una herramienta clave para la planificación y el seguimiento de este proceso. El informe de este año incluye la primera evaluación de los informes de situación presentados por los Estados miembros sobre sus planes nacionales de energía y clima de 2019, que es fundamental para hacer balance de la situación de la UE en el cumplimiento de sus ambiciones en materia de clima y energía.
La Comisión aún está a la espera de que varios Estados miembros presenten sus planes actualizados para evaluar de forma exhaustiva antes de finales de este año si estamos en vías de alcanzar nuestros objetivos revisados para 2030 y qué medidas serían necesarias para subsanar cualquier deficiencia.
Actualmente, ya constatamos que es necesario acelerar significativamente el ritmo de nuestras acciones. El porcentaje de energías renovables en el consumo final bruto de energía alcanzó el 21,8 % en 2021. Con un aumento medio anual de 0,67 puntos porcentuales desde 2010, alcanzar el nuevo objetivo de la UE del 42,5 % de aquí a 2030 requerirá un crecimiento mucho más rápido en los próximos años. Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen disminuyendo de forma constante cada año, pero este ritmo debe aumentar para prácticamente triplicar las reducciones anuales, con el fin de cumplir nuestros objetivos para 2030.
El informe sobre el estado de la Unión de la Energía destaca la importancia de impulsar la competitividad y el liderazgo industrial de la UE en el nuevo contexto energético mundial, y de concluir la legislación relativa a la configuración del mercado de la electricidad, la Ley sobre la industria de cero emisiones netas y la Ley de Materias Primas Fundamentales, en particular.
Estas propuestas complementarán el paquete de medidas «Objetivo 55» y apoyarán el desarrollo de fuentes de energía limpias, de redes y de mercados estables en toda Europa. Los diálogos con la industria sobre la transición hacia una energía limpia que se han puesto en marcha recientemente serán una herramienta importante para aplicar la legislación y detectar y abordar los cuellos de botella, como los obstáculos a la inversión o la escasez de capacidades.
La Comisión también colaborará con los Estados miembros para eliminar gradualmente las subvenciones a los combustibles fósiles tan pronto como sea posible, ya que siguen siendo un obstáculo importante para la transición hacia una energía limpia y un lastre para nuestros objetivos climáticos.