El ex director de Energía y de la UE y actual profesor de la Florence School of Regulation (FSR) abogó hoy por que la Unión Europea empiece a trabajar en el desarrollo de una red de transporte de CO2 y sistemas para su almacenamiento, para evitar que las empresas intensivas en uso de la energía deslocalicen su actividad. De lo contrario, se verán afectadas por la pérdida de competitividad que puede suponer su descarbonización a través de la compra de derechos de emisión de carbono.
“Varios sectores, en particular los correspondientes a la industria de uso intensivo de energía, no pueden técnica y/o económicamente utilizar energías renovables para descarbonizarse y la captura, almacenamiento y utilización del carbono será la única opción viable en las próximas décadas”, afirma Jones en el informe ‘Captura y Almacenamiento de CO₂’ publicado por Fundación Naturgy y que se presentó hoy en Madrid.
El autor del estudio cree firmemente que, sin esta alternativa, este tipo de industrias “no tendrán más remedio que comprar derechos en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, con la consiguiente pérdida de competitividad y ningún efecto en la reducción de emisiones”.
El profesor de la FSR sostiene que “sin una red de transporte y un sistema de almacenamiento de CO2 competitivo y en funcionamiento”, la industria intensiva en energía no tendrá “opciones de descarbonización asequibles a la escala necesaria”, y “la UE no será capaz de alcanzar sus objetivos del Pacto Verde en tiempo y de una manera adecuada”.
Por ello, considera que “se requiere una Comisión activa y un enfoque coordinado de la UE, para impulsar el inicio de la inversión en una red de transporte y almacenamiento de CO2 integral que esté disponible a tiempo”. Según Jones, “al igual que las redes de electricidad, gas o hidrógeno, la infraestructura colectiva es fundamental para permitir el desarrollo de la industria”.
En opinión del experto, “construir una red de transporte y almacenamiento de CO2 de capacidad adecuada tardará la mayor parte de una década, por lo que el trabajo debe comenzar inmediatamente”.
Según explicó hoy Jones en la presentación del informe, hay cuatro razones esenciales por las que la UE necesitará promover la captura y almacenamiento de CO2 si quiere cumplir sus objetivos de descarbonización: “Es un requisito previo para el despliegue de tecnologías de absorción neta de carbono; es la solución subyacente más competitiva para descarbonizar sectores industriales clave de gran consumo energético; puede ser una vía rentable para la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono; y es probable que se necesite para descarbonizar el sector eléctrico, que seguirá dependiendo de los combustibles fósiles para equilibrar la red”.
Captura y almacenamiento en el marco del REPowerEU
Según el profesor de la FSR, la necesidad de desarrollar las infraestructuras para la captura y almacenamiento de CO2 cobra más sentido en el marco de REpowerEU, la estrategia de la UE para hacer frente a la crisis energética provocada por la dependencia europea de la energía de Rusia.
“Con la respuesta de la UE a la invasión rusa de Ucrania, es de esperar que se acelere el objetivo de desarrollo de las energías renovables, pero no podrá crecer lo suficientemente rápido como para satisfacer la demanda de energía, en particular en el período de transición”, sostiene Jones.
Ante este escenario, el experto afirma que “si bien los precios del gas natural son actualmente muy altos, la experiencia de las crisis energéticas pasadas nos enseña que volverán a un nivel basado en un equilibrio fundamentado en la oferta y la demanda, y no hay escasez mundial de reservas de gas. Por lo tanto, seguramente disminuirán desde los altos niveles actuales en el futuro, y el gas natural seguirá siendo una parte importante de la transición energética de la UE y más allá”. Por este motivo, Jones defiende que la captura y almacenamiento de carbono será esencial a medio y largo plazo.