La Comisión también da seguimiento a la Estrategia de la UE sobre el Metano y a sus compromisos internacionales mediante propuestas para reducir las emisiones de metano en el sector de la energía europeo y en nuestra cadena de suministro mundial. Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030 y llegar a ser climáticamente neutra para 2050, la Unión Europea debe descarbonizar la energía que consume. Las presentes propuestas contribuirán a alcanzar esos objetivos.
Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, ha declarado lo siguiente: «Europa debe dar cierre a la época de los combustibles fósiles y recurrir a fuentes de energía más limpias. Esto pasa, entre otras cosas, por sustituir el gas fósil por gases renovables y gases hipocarbónicos, como el hidrógeno. Hoy proponemos las normas que permitirán esa transición y crearán los mercados, redes e infraestructuras necesarios. En cuanto a las emisiones de metano, también proponemos un marco jurídico sólido para hacer un mejor seguimiento de este potente gas de efecto invernadero y reducirlo, lo que nos ayudará a cumplir el Compromiso Mundial sobre el Metano y hacer frente a la crisis climática».
La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha afirmado: «Con las propuestas de hoy, estamos creando las condiciones para la transición ecológica de nuestro sector del gas, impulsando el uso de gases limpios. Un elemento clave de esta transición es la creación de un mercado del hidrógeno competitivo y con infraestructuras específicas. Queremos que Europa lidere el camino y sea la primera del mundo en establecer normas de mercado para esta importante fuente de energía y almacenamiento. También proponemos normas estrictas sobre las emisiones de metano procedentes del gas, el petróleo y el carbón, a fin de reducir las emisiones de estos sectores en un 80 % de aquí a 2030 y de combatir las emisiones de fuera de la Unión. Nuestras propuestas también refuerzan la seguridad del suministro de gas y mejoran la solidaridad entre los Estados miembros, para contrarrestar las perturbaciones de los precios y hacer que nuestro sistema energético sea más resiliente. A petición de los Estados miembros, mejoramos la coordinación del almacenamiento de gas de la Unión y creamos la opción voluntaria de realizar adquisiciones conjuntas de reservas de gas».
Las propuestas de la Comisión (un Reglamento y una Directiva) crean las condiciones para pasar del gas natural fósil a los gases renovables y los gases hipocarbónicos, en particular el biometano y el hidrógeno, y refuerzan la resiliencia del sistema de gas. Algunos de los principales objetivos son crear un mercado para el hidrógeno y un entorno adecuado para la inversión y permitir el desarrollo de infraestructuras específicas, también para el comercio con terceros países. Las normas de mercado se aplicarán en dos fases, antes y después de 2030, y abarcarán, en particular, el acceso a las infraestructuras de hidrógeno, la separación de las actividades de producción y transporte de este gas, y la fijación de tarifas. Se creará una nueva estructura de gobernanza en forma de Red Europea de Gestores de Redes de Hidrógeno (REGRH), para promover una infraestructura concreta para el hidrógeno, la coordinación transfronteriza y la construcción de redes de interconectores, y para desarrollar normas técnicas específicas.
La propuesta prevé que los planes nacionales de desarrollo de la red se basen en una hipótesis conjunta para la electricidad, el gas y el hidrógeno. Este debe ser coherente con los planes nacionales de energía y clima y con el plan decenal de desarrollo de la red a escala de la UE. Los operadores de redes de gas deben incluir información sobre las infraestructuras que puedan clausurarse o readaptarse, y se elaborarán informes separados sobre el desarrollo de la red de hidrógeno, con el fin de garantizar que la construcción del sistema de hidrógeno se base en una previsión realista de la demanda.
Las nuevas normas facilitarán que los gases renovables y los gases hipocarbónicos lleguen a la red de gas existente al eliminar las tarifas para las interconexiones transfronterizas y reduciéndolas en los puntos de inyección. También crearán un sistema de certificación para los gases hipocarbónicos, a fin de completar el trabajo iniciado en la Directiva sobre fuentes de energía renovables en relación con la certificación de los gases renovables. Esto garantizará unas condiciones de competencia equitativas a la hora de evaluar la huella total de las emisiones de gases de efecto invernadero de los distintos gases y permitirá a los Estados miembros compararlos y contabilizarlos de manera efectiva en su combinación energética. Con el fin de evitar que Europa se quede anclada en el gas natural fósil y de lograr que los gases limpios tengan una mayor cabida en el mercado europeo del gas, la Comisión propone que los contratos a largo plazo para el gas natural fósil restante no se prorroguen más allá de 2049.
Otra prioridad del paquete es la capacitación y la protección de los consumidores. Tal como ocurre en el mercado de la electricidad, los consumidores podrán cambiar de proveedor con más facilidad, utilizar herramientas eficaces de comparación de precios, obtener información precisa, justa y transparente sobre sus facturas, y tener un mejor acceso a los datos y a las nuevas tecnologías inteligentes. Los consumidores deben poder optar por gases renovables y gases hipocarbónicos en detrimento de los combustibles fósiles.
Los elevados precios de la energía de los últimos meses han puesto en evidencia la importancia de la seguridad energética, especialmente cuando los mercados mundiales son volátiles. La Comisión propone hoy mejorar la resiliencia del sistema de gas y reforzar las disposiciones vigentes relativas a la seguridad del suministro, tal como prometió en la Comunicación y el conjunto de medidas sobre los precios de la energía del 13 de octubre, y conforme a lo solicitado por los Estados miembros. En caso de desabastecimiento, no se abandonará a ningún hogar de Europa, sino que habrá una mayor solidaridad transfronteriza gracias a nuevas aclaraciones y disposiciones predefinidas sobre los controles y las compensaciones del mercado interior de la energía. La propuesta amplía las normas actuales a las energías renovables y a los gases hipocarbónicos, e introduce nuevas disposiciones para cubrir los riesgos emergentes en materia de ciberseguridad. Por último, fomentará un enfoque más estratégico del almacenamiento de gas, integrando las consideraciones relativas al almacenamiento en la evaluación de riesgos a nivel regional. La propuesta también permite que los Estados miembros recurran a la adquisición pública conjunta, si así lo desean, para crear reservas estratégicas, de conformidad con las normas sobre competencia de la UE.
Lucha contra las emisiones de metano
Paralelamente, en su primera propuesta legislativa de la Unión sobre la reducción de las emisiones de metano en el sector de la energía, la Comisión exigirá a los sectores del petróleo, el gas y el carbón que realicen un seguimiento de las emisiones de metano, las notifiquen y las verifiquen, y propondrá normas estrictas para detectar y reparar las fugas de metano y limitar las prácticas de venteo y combustión en antorcha. También presenta instrumentos de seguimiento a nivel mundial para garantizar la transparencia de las emisiones de metano procedentes de las importaciones en la Unión de petróleo, gas y carbón, lo que permitirá a la Comisión estudiar nuevas medidas en el futuro.
La propuesta establecería un nuevo marco jurídico de la Unión para garantizar el máximo nivel de seguimiento, notificación y verificación (SNV) de las emisiones de metano. Las nuevas normas obligarían a las empresas a medir y cuantificar sus emisiones de metano a nivel de activos en origen y a llevar a cabo estudios exhaustivos para detectar y reparar las fugas de metano de sus operaciones. Además, salvo en circunstancias estrictamente delimitadas, la propuesta prohíbe las prácticas de venteo y combustión en antorcha, pues liberan metano a la atmósfera. Los Estados miembros también deben establecer planes de mitigación, teniendo en cuenta para ello la mitigación del metano y la medición del metano procedente de las minas abandonadas y de los pozos inactivos.
Por último, por lo que se refiere a las emisiones de metano de las importaciones de energía de la Unión, la Comisión propone un enfoque en dos fases. En primer lugar, se pedirá a los importadores de combustibles fósiles que presenten información sobre el modo en que sus proveedores realizan el seguimiento, la notificación y la verificación de sus emisiones y las mitigan. La Comisión creará dos herramientas de transparencia que mostrarán los esfuerzos de los países y las empresas energéticas de todo el mundo por reducir sus emisiones de metano, así como el resultado de tales esfuerzos: una base de datos de transparencia, que reunirá y pondrá a disposición del público los datos comunicados por los importadores y los operadores de la Unión; y una herramienta mundial de seguimiento para mostrar los puntos críticos de emisión de metano dentro y fuera de la Unión, aprovechando así nuestro liderazgo mundial en la vigilancia del medio ambiente a través de satélites.
En segundo lugar, a fin de abordar eficazmente las emisiones de los combustibles fósiles importados en Europa a lo largo de la cadena de suministro, la Comisión entablará un diálogo diplomático con nuestros socios internacionales y revisará el Reglamento sobre el metano en 2025, a más tardar, con vistas a introducir medidas más estrictas sobre la importación de combustibles fósiles una vez se disponga de todos los datos.