En el caso de las ciudades, las ventajas de la digitalización se reflejan en la mayor sostenibilidad de edificios, que consumen menos luz y agua, mayor transparencia para la ciudadanía en la toma de decisiones y procesos más sencillos al poder disponer de información de manera directa. Cuando esta información está acompañada de capacidad de actuación en remoto es el tándem perfecto para conseguir el ahorro y la eficiencia.
Podemos resaltar varios proyectos de los cuales hemos sido partícipes. Proyectos embebidos en el objetivo de desarrollo sostenible número 11 de la ONU, llamado “ciudades y comunidades sostenibles”.
En el caso de la Smart City Lugo, esta empleó sensorización, IoT, Open Data, Big Data y Machine Learning para diseñar tres herramientas centradas en la gestión y eficiencia energética de espacios públicos como piscinas, el centro de día Maruja Mallo, 80 contadores de agua del mercado de abastos y el sistema de alumbrado inteligente de la ciudad (47 cuadros eléctricos repartidos por todo el municipio que fueron adaptados a un sistema de telecontrol permitiendo el alumbrado regulable).
La ciudad de A Coruña también llevó a cabo su proyecto Smart City. La ciudad nos encomendó la implantación de sistemas para racionalizar el consumo de energía y agua de 54 edificios públicos de la ciudad. Para ello se estableció una red de monitorización de todos los consumos de agua, electricidad y gas en los inmuebles. Los datos son gestionados por el Concello de forma centralizada. También, en el edificio de la casa del Agua, se realizaron adaptaciones de todas las instalaciones para convertirlo en un edificio inteligente en el que se puede controlar la energía que consume hasta la última bombilla. Pionero en uso masivo de alumbrado led en su momento, este edificio fue un laboratorio de tecnologías eficientes que el Concello y EMALCSA, la empresa municipal de aguas, usaron para demostrar tecnología eficiente. El proyecto aportó ahorros energéticos y mejora de la eficiencia en las instalaciones municipales, así como la adopción generalizada de una tecnología de telegestión que permite hacer mejora continua en las estrategias de ahorro y eficiencia.
En el año 2016, ayudamos a los ayuntamientos de la provincia de Pontevedra adoptar el concepto de control energético en el ámbito de las comunidades inteligentes.
En el futuro este tipo de iniciativas van a ser más frecuentes y van a estar impuestas por la normativa europea. Actualmente los edificios suponen el 40% del consumo de energía de la UE y se pretende alcanzar un objetivo de edificios net zero en 2050.