Debido al incremento en el uso de energía renovable, de recursos de energía distribuida (DER) y el autoconsumo, el sistema eléctrico se está estresando, aumentando el riesgo de congestión en la red. Para solucionar esta situación se necesita un aumento de la flexibilidad del sistema eléctrico que se puede conseguir aprovechando que la transformación que se está produciendo en los consumidores que pasan a ser prosumidores activos capaces de gestionar su consumo y generación. Pero este cambio de rol no es suficiente, sino que tiene que complementarse con herramientas que monitoricen los flujos de energía y señales de precio que influyan en la forma en que los prosumidores consumen o generan energía.
En este contexto, OMIE e IDAE han realizado en el marco del proyecto IREMEL (Integración de Recursos Energéticos a través de Mercados Locales de Electricidad) el desarrollo de un piloto de mercados locales de flexibilidad para dar solución a las necesidades de flexibilidad de los DSOs (operadores de la red de distribución). Cuando se produjera una congestión o se diera alguna restricción en la red de distribución, los mercados locales de flexibilidad se activarían. Estos tienen un ámbito zonal y su objetivo es ayudar a los DSOs a reaccionar con suficiente antelación ante las limitaciones de la red y podrían proporcionar precios diferentes a los del mercado global como incentivo de participación a los DERs en los mercados.
OMIE propone un modelo de mercados locales de flexibilidad con dos tipos de negociación:
- Largo plazo: que negocian productos de flexibilidad con una antelación del orden de semanas o meses organizadas en subastas periódicas que contemplarán remuneración por disponibilidad (capacidad disponible de los DERs para modificar su producción o consumo dependiendo de los requisitos del DSO) y por activación (si finalmente el DSO solicita al DER que modifique su producción o consumo).
- Corto plazo: donde se negocian productos de flexibilidad que se necesitan en el mismo día o en el día siguiente. Estos mercados están organizados en subastas (bajo petición del DSO para proporcionarle flexibilidad) y mercados continuos (que permiten las transacciones de energía para el día actual entre los DERs de una zona y no están promovidos por el DSO).
BABEL ha colaborado con OMIE en el proyecto IREMEL realizando la implementación del software que da soporte a los mercados locales de flexibilidad a corto plazo, del que se muestran algunas capturas de pantallas de la aplicación.