En este contexto, los Sistemas de Información Geoespacial (GIS, por sus siglas en inglés) emergen como una herramienta clave que no solo permiten la tomar decisiones con base a datos, sino que también impulsan una descarbonización competitiva en la industria ya que, al integrar datos geográficos y espaciales, ofrecen una perspectiva única y holística para comprender los procesos industriales y sus impactos ambientales. En este sentido, herramientas como el Gemelo Digital Geoespacial, con sus capacidades de análisis predictivo, así como la GeoAI, se convierten en piezas claves del GIS Moderno para abordar este reto.
Uno de los principales beneficios de los GIS en la descarbonización industrial es su capacidad para mejorar la eficiencia energética. Mediante la representación gráfica de los flujos de energía y la identificación de los puntos de mayor consumo, las empresas pueden optimizar sus procesos y reducir el desperdicio de recursos. Por ejemplo, pueden ayudar a mapear la distribución de la energía en un complejo industrial, identificando áreas donde se pueda implementar la automatización para reducir el consumo de energía.
Por otro lado, los GIS facilitan la transición hacia fuentes de energía renovable al identificar ubicaciones óptimas para la generación de energía verde. Al evaluar factores como la radiación solar, la velocidad del viento y la topografía, las empresas pueden tomar decisiones informadas sobre la ubicación de parques eólicos o instalaciones solares. Esta planificación estratégica no solo contribuye a la descarbonización, sino que también puede generar ahorros significativos a largo plazo al aprovechar fuentes de energía más sostenibles y económicamente viables.
La logística también se beneficia enormemente de la implementación de GIS en la descarbonización industrial. La optimización de rutas de transporte, la gestión eficiente de inventarios y la planificación de la cadena de suministro son áreas críticas que los GIS abordan con precisión. Reducir la distancia recorrida por los vehículos de transporte, optimizar los tiempos de entrega y minimizar el almacenamiento innecesario son medidas directas que contribuyen a la reducción de emisiones de carbono en toda la cadena de suministro.
En relación con esto, para 2025, se necesitarán alrededor de 1 millón de estaciones públicas de recarga y reabastecimiento de combustible para los 13 millones de vehículos de cero y de bajas emisiones que se esperan en las carreteras europeas. En este sentido, contar con recursos que permitan visualizar estos activos y diseñar un plan de despliegue eficaz, como un mapa interactivo de electrolineras, será muy útil para la industria.
Otro aspecto importante de la descarbonización industrial es la gestión sostenible del agua. Los GIS permiten una monitorización detallada de los recursos hídricos, identificando áreas de alta demanda y potenciales fuentes de contaminación. Al implementar estrategias de gestión del agua basadas en datos geoespaciales, las empresas pueden reducir su huella hídrica y mitigar los riesgos asociados con la escasez de agua.
Además, los GIS son esenciales en la transición hacia la economía circular y responsable. Al mapear y analizar los flujos de materiales, desde la extracción hasta el final de vida útil de un producto, las empresas pueden identificar oportunidades para reciclar y reutilizar materiales, reduciendo así la dependencia de recursos no renovables.
En conclusión, al proporcionar una visión integral de los procesos industriales, desde la generación de energía hasta la gestión de residuos, los GIS permiten a las empresas tomar mejores decisiones que no solo reducen las emisiones de carbono, sino que también mejoran la eficiencia operativa y fortalecen la posición competitiva en un mercado impulsado por la sostenibilidad. La inversión en tecnología geoespacial no solo es una necesidad ambiental, sino también un paso estratégico hacia un futuro industrial más sostenible y resiliente.