Por un lado, debemos actuar de manera urgente para mitigar los efectos del cambio climático que son cada vez más evidentes en el día a día.
Para ello debemos eliminar el consumo de energía de fuentes no renovables, si aspiramos a la neutralidad de carbono en 2050.
Por otro lado, la mejor estrategia para luchar contra el cambio climático pasa por la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías como AI, lo cual supone un crecimiento exponencial de los datos y necesita la construcción de cada vez más y más grandes data centers que consumen cantidades colosales de energía.
Pongamos en contexto el consumo de energía de los data centers. Cuando hablamos de grandes consumos de energía, visualizamos la industria metalúrgica como fábricas de coches, o la siderúrgica, como los altos hornos donde se fabrica el acero. España cuenta con una capacidad de generación eléctrica total en torno a 120 GW1, y una demanda instantánea en torno a los 40 GW. La industria metalúrgica y siderúrgica es la mayor consumidora, representa el 18% de esa demanda2, o unos 7,5 GW. Eso incluye todas las fábricas de automóviles, fábricas de acero y toda la industria pesada de este país.
Pues bien, si atendemos solamente a las solicitudes de acceso y conexión para data centers realizadas en el último año solo en Madrid, esta cifra supera los 5 GW. Sabemos que una parte importante de esas solicitudes son especulativas, y no llegarán a término. Madrid bien podría superar el GW de potencia instalada en data centers en los próximos 3 años, alcanzando a ciudades como Frankfurt, Londres o Ámsterdam. En España son varios los proyectos que se están desarrollando que podrían superar los 400 MW cada uno. Eso convertiría la industria de los data centers en apenas 5 años como la verdadera industria pesada igualando a la metalúrgica y siderúrgica que ha tardado más de 50 años en alcanzar esos niveles de consumo de energía. Y esa tendencia continuará creciendo.
Este dilema generacional nos obliga a adoptar medidas y estrategias drásticas para que los data centers no se conviertan en la industria pesada y contaminante que llevan camino de alcanzar en pocos años. Todos los operadores y proveedores de servicios cloud se han comprometido a ser carbono neutral o negativo en 2030, pero muchas de sus estrategias podrían calificarse de “green washing” porque gran parte de su estrategia pasa por la compensación de carbono, y no tanto por la reducción, la economía circular, o el diseño de productos sostenibles.
El Grupo IDP trabaja en muy diversos sectores, incluyendo el industrial, logístico y data centers, ayudando a sus clientes a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. Buen ejemplo de esto ha sido la obtención por parte de IDP del certificado BREEAM Excepcional para el parque Delin Logistic Park South Madrid- Phase II en Illescas (Toledo), la primera vez en España que se alcanza dicho certificado para un edificio de tipología industrial.