Concretamente, el evento ha reunido a las empresas Capital Energy, Cepsa, EDP, Enagás, Galp Energía, IDE (Iberdrola), Redexis y Siemens Gamesa; así como a los proveedores tecnológicos Amplía, Capgemini y GMV.
Los retos de la transición energética
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico actualizó hace unos meses el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, documento que fija, entre otros, los planes de España en materia de implantación de energías renovables. En concreto, el nuevo objetivo es llegar a un 48% de renovables sobre el uso final de la energía (6 puntos más que la previsión anterior) y alcanzar el 81% de energía renovable en la generación eléctrica (un 7% más) para finales de la presente década.
Precisamente, esa necesidad de implantar el uso de las energías alternativas en un plazo tan limitado de tiempo es uno de los grandes retos a los que se enfrenta actualmente el sector energético español, según explicaron los asistentes al Desayuno-Coloquio organizado por enerTIC.org. Se trata de convertir un sector que tradicionalmente ha sido muy conservador, estable y poco digitalizado en un ecosistema innovador que apueste por la descarbonización y el uso de las energías alternativas, y hacerlo bajo la presión del tiempo.
Ya se están dando los primeros pasos en este sentido mediante la progresiva implantación de fuentes de energía solar y eólica, principalmente. Ahora bien, en estos casos se plantea el problema del almacenamiento de la energía producida y su distribución a la red, especialmente cuando los que la producen son los propios usuarios finales. Es necesario, por tanto, que las redes energéticas estén actualizadas y preparadas para que no surjan problemas de calidad en el suministro.
Paralelamente, también se está trabajando en la implantación de otras fuentes de energías alternativas como el hidrógeno verde o los biocombustibles, pero todavía se encuentran en un estado incipiente a la hora de producirlas, gestionarlas e implementarlas en el ecosistema energético. A pesar de ello, todos los asistentes al encuentro confirmaron que en los próximos años serán unas alternativas viables a los combustibles fósiles.
Ahora bien, para poder progresar en ese sentido, por un lado, las Administraciones Públicas deben avanzar en la aprobación de regulaciones que marquen el camino que deben recorrer las empresas del sector facilitando su trabajo y permitiendo lo que se conoce como el “trilema energético” (seguridad de suministro, equidad energética y sostenibilidad ambiental). Y por otro, estas organizaciones han de apostar claramente por la transformación digital, puesto que la única forma de conseguir los objetivos necesarios para caminar hacia la transición energética es mediante la tecnología.
La inteligencia artificial, una aliada imprescindible
En los últimos años se han producido avances tecnológicos destacados para el sector energético como la implantación del big data, el cloud computing, la tecnología 5G o la gestión en movilidad. Sin embargo, a juicio de los asistentes al Desayuno-Coloquio, el elemento disruptivo que va a suponer un antes y un después en la industria va a ser la inteligencia artificial generativa. Utilizando datos de buena calidad, esta tecnología va a mejorar la eficiencia y la rapidez de los procesos, y se convertirá en un elemento facilitador que permitirá la transformación del sector. Y si a ello le unimos la computación cuántica, esta herramienta todavía puede resultar más útil en los próximos años para esta industria.
Más allá de esto, el uso de gemelos digitales para crear simulaciones, la utilización de sensores, el Internet de las Cosas y el análisis de la información también van a constituir activos fundamentales para que el sector pueda dar el salto a la implantación masiva de energías alternativas. Y especialmente importante en este contexto resultará el acceso a los datos y que estos sean de buena calidad para su perfecta monitorización y toma de decisiones.
Aun con la ayuda de la tecnología, cumplir con los ambiciosos objetivos de descarbonización implica hacer más en cada vez menos tiempo. Y para ello es fundamental que el sector trabaje en conjunto, compartiendo información entre administraciones, empresas, consumidores y sociedad en general. Y es que, como se repitió varias veces durante el encuentro, esta industria tiene la obligación de hacer en veinte meses lo que anteriormente tardaba veinte años.