La Plataforma enerTIC.org ha celebrado su primer Desayuno-Coloquio de 2024, que ha llevado por título: “Nuevos retos y oportunidades en el avance de la transformación de las ciudades hacia ecosistemas inteligentes y bajos en carbono: servicios e infraestructuras”. En él han participado varios representantes de distintas administraciones públicas, compañías proveedoras y empresas tecnológicas, con el fin de compartir los principales desafíos para conseguir ciudades más eficientes y sostenibles con la ayuda de la innovación y la tecnología.
Hacia la descarbonización de las ciudades
Según diversos estudios, actualmente las ciudades producen alrededor del 70% de las emisiones globales de carbono, son responsables de más del 60% del uso de recursos y generan el 50% de los residuos globales. Considerando que, de acuerdo con las proyecciones, de aquí a 2050 dos tercios de la población mundial vivirán en las ciudades, éstas desempeñarán un papel clave a la hora de afrontar los efectos del cambio climático.
Es fundamental, por tanto, la implicación de las administraciones públicas para transformar las ciudades en espacios más sostenibles y eficientes. Esta, precisamente, es una de las principales conclusiones del coloquio organizado por enerTIC. De hecho, a tenor de los comentarios de los asistentes, las administraciones públicas ya están plenamente concienciadas de la importancia de reducir la huella de carbono y los gases de efecto invernadero, impulsando la descarbonización de los municipios.
Todas ellas están trabajando en varias áreas que pueden ayudar a acelerar el gran reto que es la descarbonización, siempre con la ayuda de la innovación tecnológica:
– Transporte: La adopción de sistemas de transporte público eficientes, la implementación de puntos de recarga para vehículos eléctricos y la promoción de la movilidad activa están ayudando a reducir significativamente las emisiones de carbono. La tecnología, además, facilita la implementación de sistemas inteligentes de gestión de tráfico, optimizando rutas y disminuyendo la congestión.
– Edificios: Las administraciones están apostando por mejorar la eficiencia energética en los edificios mediante el uso de materiales sostenibles y sistemas inteligentes de gestión y mantenimiento, con el fin de disminuir el consumo energético. En este sentido, la metodología BIM y tecnologías como los gemelos digitales están contribuyendo a hacer más sencillo esté proceso.
– Alumbrado: Los municipios están incrementando la utilización del alumbrado público LED tanto en interiores de los edificios municipales como en las calles, controlado por sensores de movimiento y ajustes adaptativos, lo cual está contribuyendo a una reducción significativa en el uso de la energía.
– Gestión de residuos: La tecnología desempeña un papel fundamental en la optimización de la recogida y el tratamiento de residuos, reduciendo emisiones mediante la implementación de sistemas de reciclaje avanzados, el uso de sensores en los contenedores y la conversión de residuos en energía.
La integración de tecnologías en estos ámbitos no sólo favorece la descarbonización urbana; sino que también impulsa el desarrollo económico sostenible, mejora la calidad de vida y promueve la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático.
Dificultades intrínsecas
Sin embargo, conseguir todo esto tiene sus dificultades, según pusieron sobre la mesa los asistentes al desayuno. En primer lugar está el reto de la burocracia en la administración pública, que en ocasiones obstaculiza la implementación de proyectos relacionados con la eficiencia energética. Procedimientos largos y complejos a menudo retrasan proyectos innovadores, haciendo necesario simplificar trámites y fomentar un enfoque más ágil y adaptable.
Asimismo, existe una gran dependencia de las ayudas públicas para financiar este tipo de iniciativas, especialmente entre los ayuntamientos más pequeños. Por eso, contar con un catálogo de proyectos municipales permite actuar rápidamente para captar financiación, agilizando la implementación de iniciativas estratégicas. En este sentido, los fondos Next Generation están sirviendo de ayuda a las administraciones locales más grandes. En cambio, las que tienen menos recursos no disponen de capacidad para solicitar ayudas con las que abordar su transformación digital y mejorar la gestión de la eficiencia energética.
Desde un punto de vista más tecnológico, los participantes en el coloquio destacaron lo difícil que resulta a las administraciones públicas seguir la rápida evolución de la tecnología, lo que requiere una constante actualización de conocimientos y una flexibilidad en los marcos regulatorios.
Además, tienen que lidiar con otro problema como es la interoperabilidad de los datos. La creación de estándares es crucial para facilitar la integración y análisis de información proveniente de diversas fuentes. Una plataforma (data lake) municipal unificada puede ser la solución para consolidar los datos recogidos por diferentes proveedores, mejorando la eficiencia en la gestión y la toma de decisiones basada en datos.
Por otro lado, los asistentes también señalaron la importancia de la Inteligencia Artificial (IA), que tiene el potencial de transformar todos los aspectos de la gestión municipal, desde la optimización de servicios públicos hasta la mejora de la planificación urbana. Ahora bien, su implementación requiere de infraestructuras tecnológicas avanzadas y competencias digitales por parte del personal técnico municipal.
En definitiva, la transición hacia ciudades energéticamente eficientes requiere de políticas innovadoras, inversión en infraestructuras verdes y la participación activa de ciudadanos y sectores privados, marcando el camino hacia un futuro más sostenible.