Desde su perspectiva, ¿quién está impulsando más el cambio en sostenibilidad, las políticas, el mercado o la tecnología? ¿Cuáles son los mayores obstáculos para ambos sectores?
En mi opinión, siendo políticas y mercado tecnológico instrumentos catalizadores de ese cambio, creo que el mayor impulso a la sostenibilidad es social. La sensibilización con la sostenibilidad del entorno social, muy especialmente de la Generación Z que está atravesando nuestros campus universitarios, ha ido creciendo y teniendo un impacto que las políticas están catalizando a través de un mercado tecnológico cada vez más consciente del reto que supone la sostenibilidad y de su valor diferenciador en mercados tan competitivos como el tecnológico.
¿Cómo percibe el nivel de conciencia en empresas y entidades públicas en torno a la eficiencia energética? ¿Cree que la sostenibilidad está convirtiéndose en un factor competitivo y de responsabilidad clave?
En el contexto de la administración pública, donde desarrollo mi actividad, la conciencia de la sostenibilidad ha ido madurando, pero tiene su origen más en una cuestión de responsabilidad social que de factor de competitividad. No obstante, las entidades que estamos apostando desde hace tiempo por ser más sostenibles estamos comprobando que esas iniciativas nos comienzan a situar en un plano de mayor eficiencia. Por consiguiente, podemos también hablar de mayor competitividad en un entorno de educación superior y educación a lo largo de la vida en plena transformación.
¿Qué proyecto reciente de su organización considera más innovador en eficiencia energética? ¿Qué papel desempeñaron las tecnologías y la colaboración entre sectores en su éxito?
La UCLM ha estado siempre concienciada con la sostenibilidad, quizá por su diseño distribuido en un territorio tan extenso como Castilla-La Mancha. La tecnología ha formado parte de la actividad diaria desde hace décadas, siendo pioneros en el uso de sistemas de videoconferencia o en el despliegue de entornos y tecnologías de movilidad.
En cualquier caso, este año se ha culminado un proceso de transformación en el que llevamos años trabajando. De una adopción temprana de soluciones y tecnologías cloud a una transformación completa de nuestro Centro de Proceso de Datos. Una transformación que ha finalizado este verano con el apagado de nuestro CPD y la ejecución completa y orquestada de nuestros servicios digitales en un entorno cloud. El impacto en consumo energético directo es evidente, pero también en el indirecto, puesto que la eficiencia alcanzada por los Centros de Datos especializados en estos entornos cloud es muy superior a la que una institución como la nuestra, cuyo objetivo no es la tecnología sino la docencia y la investigación, puede alcanzar.
No quisiera olvidarme tampoco de mencionar otras iniciativas que quizá tienen menos visibilidad, pero que contribuyen no solo a la sostenibilidad con sus resultados directos sino también con la cultura institucional que impulsan.
Proyectos como la gestión de la impresión, fortaleciendo las impresoras compartidas en espacios comunes, concienciando sobre su uso responsable y auditando su consumo han facilitado una transición hacia la sostenibilidad en la actividad diaria. La cultura organizacional es esencial para conseguir una institución más sostenible.
En sus proyectos, ¿qué peso tienen los indicadores de eficiencia energética y sostenibilidad en la toma de decisiones estratégicas?
Hace años que en el Área de Tecnología y Comunicaciones nos dotamos de unos “Principios de Arquitectura Empresarial” que hemos venido aplicando en el diseño de las arquitecturas tecnológicas y en los desarrollos de servicios digitales. Estos principios de diseño, que guían nuestras decisiones estratégicas en materia tecnológica, publicados en abierto en https://area.tic.uclm.es/es/AE#Pestannas- PrincipiosAE-5, están estructurados en diferentes ámbitos Los tres pilares correspondientes al ámbito de “Tecnología” los siguientes:
– La diversidad de tecnologías es controlada bajo una arquitectura consistente.
– Las decisiones tecnológicas están basadas en la madurez de las tecnologías.
– La sostenibilidad influye en las decisiones tecnológicas.
Como líder, ¿cómo impulsa la transformación hacia una mayor eficiencia energética dentro de su organización? ¿Qué rol juegan otros líderes en este cambio, ya sea en instituciones o empresas?
Estoy convencido de que el liderazgo tiene un papel esencial en el impulso a la transformación de las organizaciones. También en la transformación hacia la eficiencia energética. Este liderazgo debe asumirse con responsabilidad y en primera persona. Es necesario impulsar iniciativas y proyectos de transformación que nos lleven a evolucionar a instituciones más sostenibles, pero no es suficiente.
Ese liderazgo ejercido en primera persona implica la necesidad de que el desempeño diario individual de la actividad desarrollada no pueda entrar en conflicto con iniciativas institucionales bajo la responsabilidad de ese liderazgo. Liderazgo institucional y personal.
¿Qué papel juegan las tecnologías de gestión de datos y virtualización en mejorar la sostenibilidad de los centros de datos?
En nuestro caso, han sido esenciales. No en vano este largo trayecto hacia una transformación completa de nuestro CPD tiene su origen en las tecnologías de virtualización. Quiero insistir en que nuestra visión es la de una transformación del CPD y no la de su desaparición, por más que el apagado físico pueda remitirnos a ese concepto. El Centro de Datos se ha transformado, del mismo modo que comenzó a transformarse cuando incorporamos tecnologías de virtualización.
La virtualización nos facilitó ser más eficientes en consumo de espacio y consumo eléctrico fundamentalmente, pero también en la gestión de la tecnología.
Visualizamos hace años esa tecnología como el puente para consolidar primero las infraestructuras, algunas de ellas incluso dispersas en diferentes centros universitarios, y posteriormente para alcanzar entornos cloud que nos hicieran más sostenibles. Y el proceso no ha finalizado, una vez superado el primer hito, nuestro objetivo es ser más eficientes, más sostenibles, maximizando el uso de las posibilidades que estas tecnologías nos ofrecen.