Cuando cuentas con más de 4.000 empleados, entre trabajadores directos y contratas, resulta fundamental que la relación con ellos sea fluida y satisfactoria para asegurar la mayor eficiencia posible en los procesos. Sin embargo, Iberdrola Distribución (i-DE) detectaba la necesidad de mejorar la experiencia de estos usuarios y, por tanto, de cambiar de modelo dentro del área de negocio.
Además, no podemos olvidar que el sector Utilites, en concreto el de las compañías eléctricas, se está enfrentando a un momento crucial: a medida que se van dando pasos en la carrera hacia las cero emisiones, crece su protagonismo en la economía global. Y, por tanto, mantener una relación fluida con los usuarios es más importante que nunca.
Iberdrola identificó la flexibilidad, la agilidad y la innovación como palancas clave para abrir nuevas vías de comunicación entre los empleados, mejorar su experiencia y eficiencia, y para impulsar el compromiso con sus clientes. Determinó la necesidad de diseñar y lanzar una serie de aplicaciones digitales para impulsar esta transformación en sus operaciones y procesos.