La necesidad de mejorar la eficiencia energética de los centros de datos neutros ha llevado al sector a crear indicadores para medir su impacto. Uno de los más usados es el PUE (Power Usage Effectiveness), que relaciona la energía total utilizada por la instalación con la consumida por el equipo de TI. Reducir el PUE disminuye el consumo de electricidad y, por lo tanto, genera una menor huella de carbono.
Para enfrentar estos desafíos en materia de sostenibilidad, los centros de datos neutros están implementando diversas estrategias para mejorar la eficiencia energética. La consolidación de centros de datos de clientes en instalaciones «profesionales» de proveedores es una práctica común para optimizar recursos y reducir el consumo energético. Al migrar los equipos de TI dispersos de diferentes empresas hacia puntos más grandes y mejor preparados se logra una mayor eficiencia de los recursos, lo que genera un impacto positivo en la relación con los clientes y con el medio ambiente.
Además de enfocarse en la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía limpia y renovables es una prioridad para los centros de datos neutros. La instalación de plantas fotovoltaicas en sus instalaciones es una de las medidas más destacadas en este sentido. Estas soluciones permiten generar electricidad a partir de la luz solar, lo que no solo reduce el consumo de energía de la red pública, sino que también disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a actividad convencional. Además, optar por proveedores que ofrezcan electricidad 100% renovable certificada es otra estrategia que garantiza una fuente de energía más limpia y sostenible.
A la par de la gestión energética, el uso responsable del agua también es un aspecto crucial de la sostenibilidad en los centros de datos neutros. La medición del WUE (Water Usage Effectiveness) sirve para evaluar la eficiencia de su consumo y se ha convertido en parte de la estrategia de muchas compañías del sector para optimizar su el uso que hacen de este recurso.
Asimismo, algunos centros de datos neutros han implementado modelos de conservación de este recurso, como la recolección y el almacenamiento del agua pluvial. Esta práctica permite cubrir parte de las necesidades del centro de datos sin depender completamente del suministro de agua potable.
En línea con los principios de economía circular y energética, los centros de datos neutros están buscando reutilizar y reciclar recursos siempre que sea posible para minimizar el desperdicio y reducir su impacto ambiental. Algunos centros han implementado elementos adiabáticos para mejorar la eficiencia de sus sistemas de enfriamiento, utilizando agua procedente de fuentes pluviales y pozos en lugar de agua potable.
Es importante destacar que la sostenibilidad es una responsabilidad compartida entre proveedores, clientes y la sociedad en su conjunto. La colaboración entre diferentes actores es esencial para avanzar hacia una industria de centros de datos más sostenible. Además de las medidas tomadas por los centros de datos neutros, los clientes también juegan un papel importante al seleccionar proveedores comprometidos con prácticas sostenibles y al adoptar medidas para optimizar su uso de recursos.
En conclusión, la sostenibilidad se ha convertido en un factor crítico para el éxito los centros de datos neutros en la era digital. Con un enfoque integral en la eficiencia energética, la adopción de fuentes de energía limpia y renovable, el uso responsable del agua y la implementación de prácticas basadas en la economía circular, estos centros están liderando el camino hacia un futuro más sostenible.
La sostenibilidad no es solo una responsabilidad de la industria de centros de datos, sino de toda la sociedad. Trabajando juntos, podemos asegurar que estas instalaciones sean motores de la transformación digital y modelos ejemplares en la lucha contra el cambio climático. Solo a través de un enfoque colaborativo y una visión a largo plazo podemos construir un mundo digital más resiliente y sostenible para las generaciones futuras.